Adi¨®s al hist¨®rico Tempelhof
El aeropuerto berlin¨¦s construido por los nazis cierra el 31 de octubre
El aeropuerto berlin¨¦s de Tempelhof, construido por los nazis y convertido a?os m¨¢s tarde en s¨ªmbolo de la guerra fr¨ªa por su protagonismo durante el bloqueo de Berl¨ªn Occidental, tiene los d¨ªas contados. El que fuera el edificio m¨¢s grande del mundo, hoy superado s¨®lo por el Pent¨¢gono estadounidense, ser¨¢ cerrado al tr¨¢fico el 31 de octubre del a?o que viene si las partes interesadas aceptan esta propuesta de un tribunal de Berl¨ªn.
Hasta el pr¨®ximo jueves tienen de plazo para ello el Gobierno y las compa?¨ªas que a¨²n operan desde all¨ª. Si no lo hacen, ser¨¢ el propio tribunal el que tome una decisi¨®n.
El objetivo al construir el monumental aer¨®dromo era que reflejara la grandiosidad del Reich
"Queremos cerrar Tempelhof lo antes posible, porque genera p¨¦rdidas de 10 millones de euros al a?o, en total 160 millones desde 1991", declar¨® el portavoz de la sociedad estatal que explota los aeropuertos de Berl¨ªn, Ralf Kunkel. Una visita a Tempelhof un s¨¢bado por la tarde da una idea de ello: no se ven pasajeros; las salidas programadas para todo el d¨ªa no llenan la pizarra; y el aparcamiento exterior, casi vac¨ªo, s¨®lo aloja coches de alquiler.
El debate sobre el cierre de Tempelhof se dilata desde comienzos de los a?os noventa, cuando las fuerzas de ocupaci¨®n estadounidenses lo devolvieron a las autoridades alemanas. La reciente decisi¨®n de convertir Sch?nefeld, el aer¨®dromo de Berl¨ªn Oriental, en el nuevo BBI (Berlin-Bradenburg International Airport), que se inaugurar¨¢ en 2011, implica el cierre de los otros dos aeropuertos, Tegel y Tempelhof.
Mientras se debate la fecha de clausura, varios empresarios ya se han interesado por el edificio. El presidente de la compa?¨ªa estatal de ferrocarriles, Deutsche Bahn, Hartmut Mehdorn, ha propuesto quedarse con el recinto y seguir explot¨¢ndolo como aeropuerto para aviones privados.
Pero la propuesta m¨¢s atractiva hasta ahora ha sido la del empresario estadounidense de origen alem¨¢n Fred Langhammer, que identifica claramente el gancho del aeropuerto: "Es el s¨ªmbolo de la libertad", asegura. Langhammer quiere hacer del edificio una cl¨ªnica privada, hotel, centro de congresos, oficinas, un museo sobre la historia del aeropuerto y un peque?o aer¨®dromo para los pacientes m¨¢s exclusivos.
Llamado una vez por Norman Forster "la madre de todos los aeropuertos", por sus enormes dimensiones, Tempelhof deb¨ªa formar parte del proyecto que el arquitecto y urbanista de Hitler, Albert Speer, ten¨ªa para la futura capital del Reich, Germania. El descomunal edificio se construy¨® en la II Guerra Mundial. Casi acabado al t¨¦rmino de la guerra, fue tomado por los sovi¨¦ticos y entregado tres meses despu¨¦s, en julio de 1945, a los estadounidenses, que lo mantuvieron operativo casi cinco d¨¦cadas. En los meses que estuvo en manos rusas, ardieron los s¨®tanos y hasta hoy se ignora qu¨¦ clase de material, documentos o testimonios destruyeron los rusos con tanto empe?o, despu¨¦s de volar con dinamita el port¨®n blindado que llevaba hasta ellos.
El objetivo primordial del arquitecto Ernst Sagebiel era que los pasajeros quedaran boquiabiertos al entrar en tan monumental construcci¨®n, que deb¨ªa reflejar la grandiosidad del Reich. Toda la longitud del edificio est¨¢ socavada por b¨²nkeres subterr¨¢neos que deb¨ªan proteger de las bombas aliadas a los trabajadores de los 130.000 metros cuadrados de oficinas. El edificio deb¨ªa ser completamente aut¨¢rquico, por lo que generaba su propia electricidad, ten¨ªa una planta de aguas propia y no depend¨ªa del exterior para alimentar la calefacci¨®n de sus espacios.
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