Otro a?o para olvidar
Si tuviera que escoger un titular que reflejara fielmente el rastro dejado a su paso por 2006, es muy probable que me inclinara por una sentencia de cariz filos¨®fico del tipo: "Los a?os pasan, pero la estupidez humana se acumula". No se me ocurre otra idea mejor para describir el desastre a que estamos abocados.
Tal vez puedan a acusarme de pesimista, pero a aquellos que todav¨ªa creen que esto tiene alguna soluci¨®n razonable, o que sue?an con la lejana posibilidad de que 2007 sirva para mejorar las cosas, les recordar¨¦ tan solo algunos "alentadores" datos proporcionados por el a?o que termina y que, en la pr¨¢ctica, lo hacen, sencillamente, imposible. Para empezar por lo m¨¢s obvio les informo de que ya se han alcanzado los 600.000 muertos iraqu¨ªes como consecuencia de la guerra iniciada en 2003 (3.000 m¨¢s entre las tropas de ocupaci¨®n). Y ello a pesar de que, seg¨²n todos los indicios disponibles, las armas de destrucci¨®n masiva siguen sin aparecer. ?Imag¨ªnense por un momento que lo hiciesen de repente!
Un poco m¨¢s a la izquierda, si miramos el mapa, veremos que Beirut est¨¢ ahora en ruinas, cosa que no suced¨ªa un a?o antes. Pero tambi¨¦n que los israel¨ªes levantan un muro en Gaza, y que los palestinos, divididos, se enfrentan a tiros por las calles. Mientras un poco m¨¢s a la derecha, en Ir¨¢n, los dirigentes chi¨ªtas insisten en lo del uranio como si la cosa no fuera con ellos, mientras celebran congresos (cient¨ªficos, por supuesto) para desmitificar el holocausto jud¨ªo.
En Jap¨®n, la democracia m¨¢s genuina del Asia moderna, los nacionalistas llegaron por fin al poder, y con ellos, un ej¨¦rcito que no ten¨ªan desde hac¨ªa m¨¢s de 60 a?os. Naturalmente su principal ocupaci¨®n ahora consiste en que todos los s¨²bditos del imperio se sepan de memoria el himno nacional con el fin de estimular el esp¨ªritu patri¨®tico olvidado tras d¨¦cadas de materialismo desaforado. Un poco m¨¢s arriba, Corea del Norte se arma hasta los dientes (sin duda para obligar a Bush a que le ponga de nuevo en el mapa), y Paquist¨¢n, fiel a s¨ª mismo, sigue siendo una bomba a punto de estallar, como siempre. Cerca de all¨ª, Al Qaeda prosigue sin desmayo su guerra santa contra el infiel.
Podr¨ªa decirse que Latinoam¨¦rica, sin embargo, estaba algo mejor a comienzos de a?o. Pero las cosas se complicaron con la llegada del Oto?o. M¨¦xico, por ejemplo, est¨¢ hoy pr¨¢cticamente en estado de sitio, Brasil en guerra total contra el crimen organizado, y Castro, en la cama, pero "plenamente consciente de su decisivo papel en la Historia". Mientras tanto, a pocos kil¨®metros, en Guant¨¢namo, el ej¨¦rcito norteamericano sigue dando ejemplo al mundo entero de c¨®mo una democracia puede denigrar de un modo tan miserable los derechos humanos sin que pase absolutamente nada. Y en medio de todo ello, Sim¨®n Bol¨ªvar Ch¨¢vez ejerciendo de Nuevo Libertador de las Am¨¦ricas; financiando, eso s¨ª, su campa?a de imagen con el petr¨®leo que mana del Orinoco.
Es verdad que en Espa?a 2006 ha sido un a?o de importantes iniciativas pol¨ªticas de gran impacto social, pero estoy seguro de que si preguntan a cualquiera les dir¨¢ que ha sido m¨¢s bien el a?o del florecimiento de la corrupci¨®n urban¨ªstica, de los cayucos subsaharianos, de la destrucci¨®n de Galicia a causa de los incendios, y, sobre todo, de la paz enterrada en Barajas por esa especie de fundamentalismo patri¨®tico provinciano que ama las banderas tanto como desprecia la vida de las personas.
Todo esto si uno hace un recuento por pa¨ªses; porque si pasamos a niveles planetarios las cosas no han ido mucho mejor. No solo porque tenemos cada vez m¨¢s virus incontrolados sueltos por ah¨ª, sino porque la tierra se calienta ya sin pudor alguno mientras los bosques y las especies vivas (excepto el gallipato que ahora est¨¢ bajo la protecci¨®n de Gonz¨¢lez Pons) desaparecen a la vista de todos sin que nadie mueva un solo dedo.
?Tan mal van las cosas entonces? ?No queda ning¨²n lugar en la Tierra para la esperanza? ?Est¨¢ todo corrompido sin remisi¨®n? Nooo; o al menos no todo. En la orilla oeste del Mediterr¨¢neo un peque?o poblado milenario, sin agua, de casi 5 millones de habitantes, que ya se enfrent¨® en su d¨ªa heroicamente a los romanos, resiste contra viento y marea los embates del tiempo y permanece totalmente ajeno a la debacle generalizada que se avecina. No se sabe todav¨ªa muy bien por qu¨¦, pero all¨ª todo han sido buenas noticias en el 2006 y ¨¦xitos seguros para el 2007. ?Una simple excepci¨®n que confirma la regla? Quiz¨¢, pero creo que se merecer¨ªa una investigaci¨®n m¨¢s profunda.
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