Cr¨®nica de un proceso apagado
?Qu¨¦ es lo que merec¨ªa la pena? "Siempre merece la pena intentarlo. A veces es dif¨ªcil, pero lo correcto es hacerlo", dijo Tony Blair tras hablar sobre el proceso de paz con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero el pasado 3 de octubre en el madrile?o Palacio de la Quinta. "Si la voluntad de resolverlo se mantiene y se aplica determinaci¨®n paciente, entendiendo que a veces se avanza deprisa y otras no tanto, e incluso parece que el proceso se apaga, muchas cosas acabar¨¢n cuajando", a?adi¨® el primer ministro brit¨¢nico.
Esta es una de esas ocasiones descritas por Blair. "ETA puede haber deseado que su bomba no matase a nadie, permitiendo que el proceso de paz se mantuviera vivo. Hizo tres advertencias telef¨®nicas en la hora previa a la explosi¨®n. Pero las bombas son letalmente impredecibles", se?ala la revista brit¨¢nica The Economist. Y agrega: "Ahora la voluntad generada por el alto el fuego ha volado por los aires. Si los espa?oles de a pie rechazan el proceso, Zapatero no intentar¨¢ empujarles hacia ¨¦l. Ha tenido considerable coraje pol¨ªtico en hacer el viaje al punto al que hab¨ªa llegado...".
Ahora que parece que el proceso se apaga, la preocupaci¨®n mayor de Zapatero, seg¨²n fuentes informantes, es la siguiente: no contribuir a que ETA, despu¨¦s de haber hecho estallar el proceso, declare la ruptura formal del alto el fuego permanente del 22 de marzo y reanude como objetivo expl¨ªcito, declarado, las acciones armadas de hace tres a?os y medio. En eso consiste, seg¨²n esas fuentes, la diferencia de lenguaje entre el presidente y sus colaboradores, entre ellos el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba.
Aunque ETA pueda considerar el atentado del s¨¢bado 30 como el m¨¦todo de presi¨®n tradicional de una banda terrorista asesina que dialoga con el Gobierno, esa percepci¨®n no puede ser la misma para Zapatero ni para la sociedad espa?ola.
En la entrevista que los encapuchados concedieron al diario Gara el pasado 14 de mayo, advert¨ªan: "Lo m¨¢s importante es alimentar sin cesar el proceso, y para ello deben darse pasos concretos, sin dar opci¨®n a que haya parones en el mismo, sin dejar que pueda pudrirse finalmente". Tambi¨¦n dec¨ªan: "Con el alto el fuego, ETA ya ha realizado su principal aportaci¨®n al impulso del proceso. Ahora corresponde a las autoridades de Moncloa tomar y cumplir sus compromisos para dar una salida negociada al conflicto...".
En su reuni¨®n de los pasados 15 y 16 de diciembre, los enviados del Gobierno mantuvieron un debate a cara de perro con sus interlocutores de ETA. Ya antes, en el v¨ªdeo del PSOE sobre la tregua de 1998, los socialistas denunciaban las concesiones que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Mariano Rajoy hab¨ªan realizado en el terreno penitenciario antes de sentarse en Suiza con el Movimiento Vasco de Liberaci¨®n, como Aznar llam¨® a ETA. Por tanto, cuando el 15 y 16 se les dijo que no a todas las exigencias (territorialidad, presos, autodeterminaci¨®n y otras), ETA pudo comprobar lo que ya hab¨ªa advertido: el proceso, para usar su propia expresi¨®n, se pudr¨ªa. El atentado fue su respuesta.
M¨¢s all¨¢ de que ETA, en su pr¨®ximo comunicado, declare acabado o vigente su alto el fuego, el Gobierno debe considerar terminada esta fase del proceso de paz. En otras condiciones, en otro ambiente pol¨ªtico, con una aritm¨¦tica de fuerzas diferente y en otro contexto siempre se podr¨¢ intentar. Este proceso, en esta etapa, se ha apagado. La realidad es la ¨²nica verdad.
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