"La biolog¨ªa sint¨¦tica acabar¨¢ creando su propia industria"
L o primero que hay que decir de Randy Rettberg, director del Registro de Partes Biol¨®gicas Estandarizadas del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT, EE UU) es que no es un cient¨ªfico. O no lo es exactamente. Rettberg, de 58 a?os, proviene del mundo de la ingenier¨ªa y se cuida mucho de dejarlo claro.
El investigador estadounidense estuvo recientemente en Valencia, para promocionar IGEM 2007, el concurso organizado por el MIT para promover la biolog¨ªa sint¨¦tica. Si se le pide que defina esta nueva rama de la ciencia, Rettberg contestar¨¢: "La verdad es que trato de evitar la definici¨®n de la biolog¨ªa sint¨¦tica, porque ser¨ªa como definir la revoluci¨®n inform¨¢tica antes de que ¨¦sta se hubiera producido. En lugar de hacerlo, dir¨ªa que estamos trabajando en hacer biolog¨ªa basada en partes estandarizadas". A su conferencia asistieron los coordinadores del equipo espa?ol que compiti¨® en la ¨²ltima edici¨®n de IGEM: Pedro Fern¨¢ndez de C¨®rdoba, Javier Urchueg¨ªa, Jes¨²s Salgado y Albert Ferrando, de la Universidad de Valencia y de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia.
"Ser¨ªa posible construir sistemas biol¨®gicos simples con componentes estandarizados e intercambiables dentro de c¨¦lulas vivas"
"La aparici¨®n de una tecnolog¨ªa nueva va acompa?ada de grandes preocupaciones y de grandes posibilidades"
La biolog¨ªa sint¨¦tica trata de aplicar a la biolog¨ªa los m¨¦todos y la perspectiva de la ingenier¨ªa para introducir circuitos biol¨®gicos, compuestos por prote¨ªnas y ¨¢cidos nucleicos, en c¨¦lulas, para que cumplan unas funciones que no har¨ªan de forma natural, as¨ª como estandarizar esos circuitos y luego ir combin¨¢ndolos entre s¨ª.
La base de lo que Rettberg vislumbra como una revoluci¨®n, con aplicaciones en el campo de "la producci¨®n energ¨¦tica, los problemas medioambientales o el tratamiento de enfermedades" es el registro de partes est¨¢ndares y fiables que el MIT cre¨® en 2003 y que tres a?os m¨¢s tarde guarda m¨¢s de mil de esos bioladrillos.
Formado como ingeniero el¨¦ctrico y curtido en compa?¨ªas inform¨¢ticas, a Rettberg siempre le ha interesado menos conocer la explicaci¨®n cient¨ªfica de algo que saber para qu¨¦ sirve. Y con esa perspectiva lleg¨® a la biolog¨ªa. "Nosotros", dice en alusi¨®n a otros promotores de la disciplina, "quer¨ªamos construir cosas, y para hacerlo necesit¨¢bamos un dise?o y unos componentes. Necesit¨¢bamos cat¨¢logos para poder comprarlos, como cualquier ingeniero. Hace mucho tiempo, los puentes se constru¨ªan con piedras. Luego llegaron el cemento y el acero, y el d¨ªa de ma?ana es posible que se construyan con fibra de carbono. Nosotros quer¨ªamos construir a escala molecular".
"?Qu¨¦ pod¨ªamos utilizar para hacerlo? Pues result¨® que hab¨ªa una nanotecnolog¨ªa, la biolog¨ªa, que ya exist¨ªa y que lo hac¨ªa constantemente", contin¨²a. "As¨ª que pensamos que ser¨ªa posible construir sistemas biol¨®gicos simples a partir de componentes biol¨®gicos estandarizados e intercambiables dentro de c¨¦lulas vivas".
La biolog¨ªa sint¨¦tica despierta desconfianzas. Se dice, de un lado, que la biolog¨ªa resulta demasiado compleja y se conoce demasiado poco como para poder aplicarle la l¨®gica de la microelectr¨®nica, y estar¨ªa condenada al fracaso. Por otra parte, que la manipulaci¨®n gen¨¦tica de c¨¦lulas, principalmente bacterias, podr¨ªa acarrear consecuencias catastr¨®ficas.
Respecto a la primera objeci¨®n, Rettberg dice: "La biolog¨ªa sint¨¦tica ya est¨¢ funcionando. Los grupos de estudiantes del IGEM la est¨¢n aplicando y lo hacen, con un nivel de educaci¨®n inferior, m¨¢s r¨¢pido que los bi¨®logos convencionales". Alguno de los proyectos realizados por los equipos universitarios que compiten en el concurso del MIT, dice, se ha publicado en Nature. Como el que consigui¨® tomar fotograf¨ªas usando bacterias, parte de las cuales hab¨ªan sido programadas para ser sensibles a la luz.
Rettberg reconoce que desarrollar la biolog¨ªa sint¨¦tica implica asumir riesgos. "Espec¨ªficamente hay riesgos serios en la s¨ªntesis de ADN, y ya hay gente trabajando en c¨®mo controlar aquello que se sintetiza. Por otro lado, hay una preocupaci¨®n m¨¢s amplia de que algo pueda salir mal y el sentimiento de que deber¨ªa impedirse por completo. Pero si se mira a lo que acaban de hacer algunos equipos, como el de Edimburgo, e imaginas que su proyecto funciona, que pueden salvar un mill¨®n de vidas s¨®lo en Bangladesh, quiz¨¢ unos cuantos millones en todo el mundo: ?No resulta tambi¨¦n imperativo realizarlo? La aparici¨®n de una tecnolog¨ªa nueva va acompa?ada de grandes preocupaciones y de grandes posibilidades".
El equipo escoc¨¦s al que se refiere Rettberg prob¨® un sistema para detectar ars¨¦nico en los pozos de agua que utiliza buena parte de la poblaci¨®n de Bangladesh. "Se calcula que en uno de cada cuatro la concentraci¨®n es tan alta que hace que quien bebe de ellos enferme o incluso le cause la muerte". Los sistemas utilizados actualmente, afirma, resultan demasiado caros y poco precisos. El equipo de la Universidad de Edimburgo dise?¨® uno muy barato basado en la combinaci¨®n de bacterias manipuladas, antibi¨®ticos y un medidor de pH. Los promotores de la biolog¨ªa sint¨¦tica, adem¨¢s, no pierden de vista su potencial como negocio. "Nos encontramos en una fase de aprendizaje", dice Rettberg. "Y los estudiantes resultan muy importantes, porque tienen la energ¨ªa y el entusiasmo necesarios para hacer cosas nuevas, mientras que los profesores saben hacer cosas antiguas".
El registro del IGEM se utiliza para fines educativos, pero es en s¨ª mismo un cat¨¢logo comercial. Rettberg espera que vayan apareciendo registros en otras universidades, centros de investigaci¨®n y empresas. "Espero que las partes se vendan y empiece el flujo de dinero, aunque para eso la tecnolog¨ªa tendr¨¢ que ser desarrollada". ?Qui¨¦n se encargar¨¢ de ello? "La verdad es que Microsoft ha puesto dinero para financiar el IGEM, pero no creo que pretenda implementar la biolog¨ªa sint¨¦tica en Windows. La biolog¨ªa sint¨¦tica la har¨¢n compa?¨ªas nuevas y acabar¨¢ creando su propia industria".
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