El 'dakariano' total
Llovera, en silla de ruedas desde hace 22 a?os, asombra en ?frica
El Buggy de Jean-Luis Schlesser arranc¨® del campamento dakariano de Ouarzazate a las seis y veinte de la ma?ana. Se fue en direcci¨®n al de Tan tan, parado 775 kil¨®metros m¨¢s al sur de Marruecos. Cuando lo hizo, Albert Llovera (Andorra, 1966) justo aparcaba su coche; el Isuzu dorsal 371, con el que se hab¨ªa peleado durante m¨¢s de 13 horas. Llovera, de 40 a?os, se baj¨® del coche, extenuado, y se sent¨® en su silla de ruedas. En ella lleva desde 1985 cuando, con 18 a?os y siendo el esquiador m¨¢s prometedor de Andorra, se fractur¨® tres v¨¦rtebras dorsales al estrellarse contra un comisario de pista. Un a?o antes, en Sarajevo, se hab¨ªa convertido en el deportista m¨¢s joven en participar en unos Juegos de Invierno. ?l y Pep Busquets son los dos ¨²nicos participantes minusv¨¢lidos del Dakar.
Tras el accidente en Bosnia, una comitiva de doctores de la NASA se lo llev¨® a Estados Unidos para poner en pr¨¢ctica un protocolo de recuperaci¨®n de pacientes medulares. "Me fue bien porque me espabil¨¦", recuerda.
Finalizado el proceso, el andorrano se enrol¨® en un equipo de baloncesto con el que fue subcampe¨®n de la Costa Este Norteamericana y se colg¨® la medalla de plata en el Mundial de Canad¨¢. Tom¨® conciencia de las posibilidades de su cuerpo, y con los a?os lo molde¨® para practicar su deporte favorito: los rallis.
"Albert es una fuerza de la naturaleza descomunal. Los valores que ofrece en los ejercicios de fuerza y velocidad son iguales o superiores a los de un atleta de ¨¦lite". La explicaci¨®n es de Miguel ?ngel Rodellar, preparador f¨ªsico de Llovera y tambi¨¦n de Cyril Despres, ganador del Dakar en 2005. "Cyril es una bestia parda y, en muchos ejercicios, Albert ofrece un rendimiento superior. Adem¨¢s, debe concentrar su esfuerzo en los brazos y los antebrazos", afirma el entrenador, cuya tesis es clara: "Su capacidad de esfuerzo y superaci¨®n lo hacen casi invencible. La gente se motiva cuando debe afrontar alg¨²n reto pero no siempre paga el precio que se le exige. ?l lo hace con propina. Adem¨¢s, iba camino de ser un esquiador de ¨¦lite, y su cuerpo estaba acostumbrado al esfuerzo. Es un dakariano total". ?Y qu¨¦ hace Llovera en el Dakar? Pues cumplir, bajo el consentimiento de su hija de diez a?os, uno de sus sue?os. "Antes de inscribirme le mostr¨¦ a Cristina un v¨ªdeo de la carrera y le pregunt¨¦ si quer¨ªa que su padre participara. Se ri¨® y me dio permiso", se carcajea.
Si su rendimiento f¨ªsico es el de un atleta, su mente es a¨²n m¨¢s poderosa. El piloto utiliza su experiencia para ayudar a personas que han sufrido lo que ¨¦l hace 20 a?os. Adem¨¢s de regentar una ortopedia en Andorra, el piloto se ofrece para dar charlas sobre su experiencia. Es el protagonista del documental Las Alas del F¨¦nix, que se estren¨® en 2005 y que, con la participaci¨®n de Carlos Sainz y Javier Bardem, gira entorno a su vida.
Desde el pasado 1 de enero, su vida s¨®lo se enfoca hacia el lago Rosa. "Estoy aqu¨ª de pura casualidad. Recib¨ª una llamada de un amigo. Me dijo que los de Isuzu quer¨ªan que corriera apoyando a Edi Orioli y Markku Alen. Ped¨ª permiso a Fiat Italia [con quien compite en el Mundial de Rallies] y aqu¨ª estoy", dice. Al cierre de esta edici¨®n, Llovera hab¨ªa terminado el tramo cronometrado y rodaba ligero rumbo a Tan Tan. Por aquel entonces, el Touareg 303 de Carlos Sainz, ganador de la etapa y l¨ªder de la general, ya estaba reparado y limpio para dar guerra.
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