Orgullo y masaje

El programa Andaluc¨ªa es su nombre (CSTV, s¨¢bados a las 21,10 horas) ha subido el list¨®n de la propaganda andalucista que imparte Canal Sur. Es una serie de 25 minutos de duraci¨®n, dirigida por Antonio Ramos Espejo, que se define como "cr¨®nica" dedicada a narrar la ¨¦pica del "pueblo andaluz en busca de su libertad e identidad". El presupuesto necesario de este planteamiento es que, como dijo en uno de los primeros cap¨ªtulos Rafael Escuredo, hasta el refer¨¦ndum de autonom¨ªa Andaluc¨ªa era "como una colonia". Y as¨ª, pertrechados del mismo victimismo que alimenta el bucle melanc¨®lico de que habl¨® Jon Juaristi a prop¨®sito de la invenci¨®n del nacionalismo vasco, se monta el resto.

Entend¨¢monos: lo importante es ser ANDALUZ. Por ejemplo: si se habla de los problemas de Pinochet con la justicia (y ustedes dir¨¢n: ?qu¨¦ tiene que ver esto con la identidad andaluza?) es porque quien le dio el susto fue un juez ANDALUZ, Baltasar Garz¨®n. Y si volvemos a ver los aviones estrell¨¢ndose contra las Torres Gemelas, tambi¨¦n tiene su explicaci¨®n: "El ataque a las Torres Gemelas cambia por completo las relaciones internacionales y Marruecos invade el islote de Perejil". A veces hay que forzar un poco las cosas, pero no importa: apolog¨ªa de Manuel Pimentel, un ministro ANDALUZ que dimiti¨® del gobierno de Madrid, con el ¨²nico precedente de otro ministro ANDALUZ que tambi¨¦n dimiti¨®, Manuel Clavero; no importa mucho que en medio se quede la dimisi¨®n de Antonio Asunci¨®n, que era valenciano. Y eso s¨ª: mucho Carlos Cano, que sale casi m¨¢s que Blas Infante; de todas formas, el santoral andalucista lo encabezan los dos.

Lo m¨¢s llamativo de la serie es el formato. Cap¨ªtulos de 25 minutos divididos en microespacios de 5 que no tienen entre ellos ning¨²n tipo de continuidad (ni cronol¨®gica ni tem¨¢tica). La raz¨®n es sencilla: se trata de hitos, de las cumbres que, le¨ªdas de tir¨®n, definen una ¨¦pica gloriosa en la que el adoctrinamiento ideol¨®gico del espectador se acompa?a de un masaje de orgullo nacionalista. Ante eso, todo lo dem¨¢s retrocede: hace una semana, a prop¨®sito de la moda flamenca, desfil¨®, cada uno con su frase, una procesi¨®n de representantes empresariales y sindicales un¨¢nimes en el elogio feliz de lo nuestro. Tambi¨¦n sali¨® el director general de Canal Sur, que habl¨® de "un potente desarrollo audiovisual en Andaluc¨ªa" gracias a la cadena que ¨¦l dirige. Y se nombra a un periodista ANDALUZ muerto en una guerra (Anguita, claro).

El formato es un calco, como ya habr¨¢n imaginado, de Andaluc¨ªa es de cine: m¨¢s propaganda. Pero esta vez han subido el list¨®n: se habla nada menos que de historia, identidad y naci¨®n, temas que deben tratarse con alguna m¨¢s cautela que los castillos y casonas que nos mostraban aquellas postales. Me limito a se?alar que Canal Sur se ha comprometido en una operaci¨®n de alcance ideol¨®gico y pol¨ªtico m¨¢s que notable. No desaparece de la programaci¨®n ese otro andalucismo de perfil bajo amasado con chistes f¨¢ciles y folklorismo sin calidad; se le suma un barniz ¨¦pico, hecho de orgullo y coraje, ¨²nico y ANDALUZ. ?A cuento de qu¨¦?