?Los 'buses' circulan!
Todos los d¨ªas, a las 6.30, Mar¨ªa llega al terminal Usme de TransMilenio, en el extremo sur de Bogot¨¢ (Colombia), y toma un autob¨²s articulado expreso para ir al extremo norte, donde trabaja de limpiadora. Tarda 55 minutos. Antes, cuando no exist¨ªa este sistema de carriles exclusivos, tardaba m¨¢s de dos horas. Por eso no le importa viajar en coches atestados: "El tiempo que me ahorro lo gasto en atender a mis hijos; quedaban solos hasta entrada la noche", cuenta. Mar¨ªa es una de los 1,25 millones de personas que diariamente usan TransMilenio, un sistema inaugurado hace seis a?os que ha representado un alivio en el ca¨®tico transporte de esta ciudad de m¨¢s de siete millones de habitantes. Cada viajero ahorra 33 minutos diarios de media. Es la mayor virtud de un sistema gestado por a?os, que ech¨® a andar el 18 de diciembre de 2000 el alcalde Enrique Pe?alosa. La planificaci¨®n, gesti¨®n y control corren por cuenta del Consistorio; la operaci¨®n y la recaudaci¨®n est¨¢n en manos de particulares.
"Construimos espacios para que la gente los disfrute", dice la gerente de TransMilenio
El sistema suma 84 kil¨®metros, y operan ya siete portales que interconectan lugares extremos en los cuatro puntos cardinales. Cubre el 23% de la demanda de transporte p¨²blico. La meta es mover el 80% en 2030, cuando tenga 388 kil¨®metros. Nadie niega sus virtudes: la mitad del 20% que ten¨ªa coche, lo vendi¨®, y el resto lo deja en casa los dos d¨ªas de pico y placa -restricci¨®n de acuerdo al n¨²mero de la matr¨ªcula-. La red de comunicaci¨®n articul¨® una ciudad fraccionada entre el norte rico y el sur pobre. Aunque hay robos, es un sistema seguro. Por primera vez, los discapacitados en silla de ruedas y las madres con carritos pueden usar el transporte p¨²blico.
TransMilenio ha alterado el paisaje urbano. La ciudad gan¨® en monumentalidad. Hoy la ciudad tiene m¨¢s puentes elevados, t¨²neles, aparcamientos para bicicletas, avenidas amplias y muchos puentes peatonales. "La ciudad es otra, m¨¢s bonita; por fin Bogot¨¢ tiene un transporte decente", dice un hombre mayor, mientras juega con su compa?ero de viaje a adivinar c¨®mo era antes lo que hoy es la troncal [carril exclusivo] de Suba, la obra p¨²blica m¨¢s grande y m¨¢s costosa en toda la historia de la ciudad, inaugurada el pasado mayo. "Estamos construyendo espacios para que la gente los disfrute", dice Ang¨¦lica Castro, gerente de TransMilenio. Esta ingeniera civil de 41 a?os creci¨® con el sistema: fue su primera jefe de planificaci¨®n y escal¨® hasta llegar a la direcci¨®n.
Algunos urbanistas cuestionan los altos costos; otros critican que el cemento le est¨¢ robando espacio a las zonas verdes y que los puentes met¨¢licos rompen la armon¨ªa de la ciudad. Para el urbanista Mario Noriega, s¨®lo ahora se est¨¢ empezando a ver la complejidad del sistema. Las quejas aumentan por las largas esperas: en algunas troncales ya no caben m¨¢s autobuses y por eso siempre van atestados; adem¨¢s, los alimentadores -red complementaria de 345 autobuses hacia los barrios m¨¢s pobres- son pocos y, como comparten v¨ªa con el tr¨¢fico normal, avanzan a paso lento. "Con la saturaci¨®n del corredor de TransMilenio s¨®lo quedan dos opciones: construir el metro o la ciudad-regi¨®n", dice Noriega.
La gerente de la empresa acepta las cr¨ªticas: "Podemos tener problemas de capacidad, pero eso no implica cambio de tecnolog¨ªa", dice. Y habla de ampliaci¨®n de estaciones y de troncales exclusivos para los autobuses rojos articulados.
Desde el Ayuntamiento se trabaja para que el transporte p¨²blico sea un todo y no una competencia entre TransMilenio y el transporte tradicional. El problema es c¨®mo hacerlo y cu¨¢nto tardar¨¢ en implementarse. La entrada de TransMilenio implicaba que por cada articulado salieran de circulaci¨®n ocho autobuses viejos, inseguros y altamente contaminantes. Ha sido imposible de cumplir. Los empresarios de transportes tienen un gran poder pol¨ªtico y los alcaldes, pocas herramientas para meterlos en cintura. Por las estrechas calles de esta ciudad que creci¨® desordenada, sin planificaci¨®n, circulan 20.000 autobuses, muchos semivac¨ªos y un gran porcentaje con m¨¢s de 15 a?os, y 60.000 taxis. Adem¨¢s, hay transporte pirata en las zonas marginales.
La sobreoferta genera atascos insoportables en las horas punta. Mientras se logra el acople de los dos sistemas, Bogot¨¢ seguir¨¢ movi¨¦ndose a dos velocidades: la que va r¨¢pido y de manera segura por los corredores de TransMilenio y la que se moviliza de manera lenta en el sistema tradicional, donde no hay paradas, donde es posible tomar o bajarse de un autob¨²s en la mitad de una calle y donde se viaja sin respetar las normas. por la llamada guerra del centavo, generada por la falta de horario y salario fijo para los conductores. Las rutas, por ello, no siempre son fijas.
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