Amenazas cumplidas en Fago
El alcalde hab¨ªa asumido la recomendaci¨®n de su mentor de no presentarse a la reelecci¨®n en mayo debido a las intimidaciones que recib¨ªa
El cad¨¢ver de Miguel Grima, alcalde de Fago, fue enterrado ayer en un nicho del cementerio de Sabi?¨¢nigo, con asistencia de algo m¨¢s de un centenar de familiares y amigos de la v¨ªctima. La juez de instrucci¨®n n¨²mero 2 de Jaca no ha autorizado la incineraci¨®n, como era el deseo de la familia, del cuerpo del regidor, asesinado el pasado viernes cuando se dirig¨ªa a su pueblo. Amigos de Grima le hab¨ªan recomendado que no se presentara a las pr¨®ximas elecciones municipales de mayo, ante las crecientes amenazas que sufr¨ªa y el ambiente envenenado que se respiraba en Fago.
El ata¨²d con los restos mortales del regidor fue trasladado a mediod¨ªa de ayer desde el tanatorio de Jaca (Huesca) al cementerio de Sabi?¨¢nigo. Antes de la ceremonia se produjeron algunas escenas de tensi¨®n cuando varios amigos del difunto lanzaron piedras contra los periodistas y c¨¢maras que hab¨ªan acudido para informar del acto. "Iros de aqu¨ª. ?Esto no es una boda! ?Respetad nuestra intimidad!", grit¨® una mujer enfurecida mientras era sujetada por un familiar para evitar que se abalanzase contra los reporteros.
El cad¨¢ver fue enterrado ayer en Sabi?¨¢nigo tras prohibir la juez su incineraci¨®n
Mientras tanto, la Guardia Civil continuaba ayer inspeccionando el Mercedes 190 propiedad del alcalde, que fue abandonado por los asesinos en el camino de una finca de Berd¨²n, a unos 12 kil¨®metros del lugar donde Grima fue tiroteado mortalmente. Recibi¨® cuatro heridas de postas disparadas desde muy cerca en una curva pr¨®xima al pueblo de Majones, donde los homicidas hab¨ªan colocado piedras para obligarle a detener su veh¨ªculo.
Agentes de Polic¨ªa Cient¨ªfica inspeccionaban ayer por la tarde el autom¨®vil de la v¨ªctima y los alrededores del lugar en el que fue abandonado, en busca de huellas o restos que puedan servir para identificar a los autores del crimen.
La Guardia Civil ha interrogado ya a buena parte de los vecinos censados en Fago para intentar aclarar si alguno de ellos ten¨ªa tal grado de enemistad con Grima que pudiera estar relacionado con el asesinato o bien si conoce datos que faciliten desenmascarar a los homicidas.
Varios amigos de Grima han confirmado que ¨¦ste estaba m¨¢s inquieto durante los ¨²ltimos meses debido a las amenazas e insultos que recib¨ªa.
"Hubo una vez en que unos vecinos le insultaron y le escupieron en un pleno municipal, y cada vez el ambiente estaba m¨¢s crispado en el pueblo", recuerda un amigo. Tanto es as¨ª que uno de sus mentores pol¨ªticos le dijo recientemente: "Miguel, no te presentes. Te pido, por favor, que no te presentes a las pr¨®ximas elecciones. D¨¦jalo todo. As¨ª no puedes seguir". El alcalde se lo pens¨® durante 24 horas y luego le confi¨® a su amigo: "Tienes raz¨®n. No me presentar¨¦ a la reelecci¨®n. Estoy harto de tener tantos problemas y tantos disgustos".
Hace unos dos a?os, una mano desconocida manipul¨® en el coche del alcalde y le dej¨® sin l¨ªquido de frenos. En varias ocasiones, el autom¨®vil amaneci¨® con los neum¨¢ticos rajados. Otra vez, alguien arranc¨® una puerta del hotel rural que ¨¦ste pose¨ªa en Fago. Y m¨¢s recientemente, las advertencias empezaron a llegar v¨ªa Internet. El Heraldo de Arag¨®n publicaba ayer un correo electr¨®nico con fecha del 12 de marzo de 2006 en el que su autor se dirig¨ªa a as¨ª al alcalde: "Mi inestimable capullo, tengo previsto debido a mi diagn¨®stico m¨¦dico de depresi¨®n neur¨®tica, instalarme en Fago... Tan filofascista que pareces, espero que tengas buenas razones para decirme que no me dejas instalarme como nuevo vecino... Llega la mayor de las pesadillas que pudieras tener... LA LIBERTAD... Tendr¨¢s noticias m¨ªas, m¨¢s a¨²n, pronto nos veremos...". No se conoce al autor de este mensaje, relacionado con uno de los problemas m¨¢s repetidos en el municipio: que el alcalde se opon¨ªa a empadronar a personas que residieran all¨ª menos de seis meses y un d¨ªa al a?o (hay muchos vecinos que s¨®lo van los fines de semana y en verano).
Unas semanas despu¨¦s de recibir este correo electr¨®nico en el Ayuntamiento, Grima se reuni¨® con el subdelegado del Gobierno en Huesca, Antonio Torres, para transmitirle que se sent¨ªa inquieto. Pero jam¨¢s present¨® ninguna denuncia por tales advertencias ante la Guardia Civil ni en los juzgados.
"Miguel ha sido el mejor alcalde de Fago", asegura Adolfo Navarro Gast¨®n, ex regidor de este peque?o n¨²cleo rural y el m¨¢s destacado mentor del fallecido. "Miguel era un luchador y s¨®lo quer¨ªa hacer lo mejor para su pueblo", agrega. Un punto de vista muy diferente al que tiene la tercera parte de los vecinos de Fago. "Se est¨¢n diciendo muchas barbaridades y muchas falsedades", remacha Navarro.
El clima social estaba tan emponzo?ado que el ambiente se hab¨ªa vuelto irrespirable en el min¨²sculo pueblo pirenaico, que cuenta con un Ayuntamiento formado tan s¨®lo por su alcalde. Eso explica que nadie hubiera manifestado hasta ahora su voluntad de concurrir a los pr¨®ximos comicios en la lista del PSOE o la de Chunta Aragonesista. Entre los vecinos es palpable el hartazgo por una situaci¨®n que, seg¨²n unos, provocaba el alcalde -integrado en las listas del PP, si bien no es afiliado- y, seg¨²n otros, eran los dem¨¢s los que se dedicaban a hacerle la vida imposible a ¨¦l durante las dos legislaturas que llevaba al frente del Consistorio.
?Est¨¢n estas rencillas detr¨¢s del asesinato? Por el momento, nadie puede responder a este interrogante, ni siquiera los agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Huesca ni los especialistas de la Unidad Central Operativa (UCO) desplazados expresamente desde Madrid para colaborar en las investigaciones.
La Plaza Mayor de Fago, ante el bar Marieta, se ha convertido en el centro de reuni¨®n de los periodistas que cubren informativamente el suceso. Las furgonetas y las antenas parab¨®licas de las televisiones suponen un claro contraste con las casas de piedra y las calles sin aceras del pueblo, donde, por otro lado, parece como si el tiempo se hubiera detenido. La mayor¨ªa de los vecinos, hartos de repetir una y otra vez las mismas cosas, han optado por recluirse en sus casas y cada vez son m¨¢s reacios a responder a las preguntas de los reporteros.
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