Relevo en la Euroc¨¢mara

El socialista espa?ol Josep Borrell ha pasado el testigo al democristiano alem¨¢n Hans-Gert P?ttering en la presidencia del Parlamento Europeo merced al acuerdo suscrito en 2004 entre los dos principales grupos pol¨ªticos para repartirse el mandato de la instituci¨®n en dos periodos de dos a?os y medio. Es hora ya de que se ponga fin a este tipo de pactos tan poco presentables que vienen repiti¨¦ndose desde 1979. Pero eso no es culpa de Borrell. El pol¨ªtico catal¨¢n lleg¨® a la presidencia de forma imprevista, debido a las divergencias entre sus compa?eros franceses para presentar un candidato de su pa¨ªs. Ten¨ªa escasa experiencia europarlamentaria, aunque hab¨ªa participado en las labores sobre el Tratado Constitucional. Sin embargo, hay que reconocer en su mandato m¨¢s m¨¦ritos que errores. Algunos le reprochan, no obstante, falta de habilidad para conseguir consensos, algo que a su sucesor todo el mundo le da por asumido gracias a su veteran¨ªa como eurodiputado desde 1979 y l¨ªder del grupo popular europeo.

Borrell ha conseguido darle m¨¢s protagonismo, m¨¢s peso y hasta cierta brillantez a un ¨®rgano que hasta hace no mucho ten¨ªa un papel poco menos que figurativo, que era despreciado por los Gobiernos e ignorado por la ciudadan¨ªa. No es que el panorama haya cambiado radicalmente, pero el presidente y el resto de eurodiputados se han dejado o¨ªr causando m¨¢s de una vez tensiones con el Consejo y la Comisi¨®n. Recu¨¦rdese, por ejemplo, el veto al nombramiento como comisario del italiano Buttiglione por sus afirmaciones hom¨®fobas, el rechazo a las medidas contra los derechos de los pasajeros a¨¦reos que exigi¨® Estados Unidos y acept¨® el Consejo o la investigaci¨®n sobre los vuelos secretos de la CIA en los que se transportaba a prisioneros para ser torturados.