M¨¢s dif¨ªcil que subir dos 'ochomiles'

En ascender dos ochomiles seguidos en el Himalaya, la expedici¨®n alavesa al Gasherbrum I, tambi¨¦n conocido como Hidden Peak (8.068 metros), y Gasherbrum II (8.035) apenas tard¨® tres semanas en julio pasado desde que saliese de Islamabad (Pakist¨¢n). Casi un paseo, como quien dice. Sin embargo, los equipajes, incluidas las llaves de sus domicilios, de los cuatro componentes de la expedici¨®n (Alberto Zerain, I?aki Galilea, Iosu Alcaraz y Xabier Alzola) han tardado m¨¢s de cinco meses en regresar a Vitoria, tras pasar por lugares tan ex¨®ticos como Qatar, donde los 21 bidones con el material recalaron una buena temporada hasta partir hacia el puerto de Santurtzi. Lo m¨¢s grave, con todo, es que en este casi medio a?o no han podido contar con los v¨ªdeos y las mejores fotograf¨ªas que atestiguaban su haza?a.

La Federaci¨®n de Monta?a le ha premiado como mejor expedici¨®n alpina del a?o pasado

Su aventura result¨® singular por varias caracter¨ªsticas: amateur, con un presupuesto financiado por los propios alpinistas (80.000 euros) y un plan de ascensi¨®n atrevido, ya que se enlazaban dos cimas seguidas sin campos intermedios. Todo un reto que ha sido reconocido por la Federaci¨®n Vasco-Navarra de Monta?a, que le conceder¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 26 su premio a la mejor expedici¨®n alpina de 2006.

El trastorno que ha supuesto el retraso en la llegada de los bidones con el material ha sido considerable. Los monta?eros apostaron por una marcha limpia, sin dejar rastros de su paso. "Adem¨¢s, estaba todo el material de escalada, la ropa de abrigo, las tiendas y, por supuesto, la documentaci¨®n que daba fe de nuestra ascensi¨®n", explica Alzola.

Afortunadamente, s¨ª validaron que hab¨ªan hecho cumbre en los dos Gasherbrum con la Federaci¨®n Pakistan¨ª de Monta?a. No llegaron a realizar la recesi¨®n final con el Gobierno de ese pa¨ªs. "El oficial de enlace, que actuaba como intermediario con las autoridades, se qued¨® a 800 kil¨®metros de Islamabad. Le estuvimos esperando, pero no acababa de llegar, y nosotros ten¨ªamos que tomar el vuelo", a?ade el alpinista.

As¨ª que Alzola, Zerain y Alcaraz (Galilea hab¨ªa regresado con antelaci¨®n) volvieron a casa sin su equipaje, pensando que el problema se resolver¨ªa en unos d¨ªas, menos de los que tardaron en ascender las dos cumbres. El ataque a ambos Gasherbraum les hab¨ªa llevado ocho d¨ªas, con la peculiaridad de que el ascenso al G-I o Hidden Peak lo realizaron de una sola vez desde el campo 2, instalado a 6.500 metros de altitud, sin paradas intermedias. Y, adem¨¢s, abriendo v¨ªa. "No sab¨ªamos lo que nos ¨ªbamos a encontrar arriba. Alberto Zerain y yo est¨¢bamos solos y con 1.500 metros por delante para subir y bajar. Nos cost¨® 13 horas. Fue dificil¨ªsimo y estuvimos a punto de volver atr¨¢s", recuerda Alzola.

No en vano, era la primera subida al G-I en los dos ¨²ltimos a?os. Se hidrataron y concentraron a fondo, y comenzaron una ascensi¨®n marcada por el avance con la nieve a la altura de los brazos. Al final, el 30 de julio a las dos de la tarde coronaron el Hidden Peak. A la cima del G-II hab¨ªan llegado el 22 y el 23 de julio (lleg¨® primero Zerain y luego Alzoila), un "paseo" en comparaci¨®n con la otra ascensi¨®n.

El regreso desde la cumbre del G-I estuvo marcado por las prisas ante la llegada de la noche y la abundancia de nieve. Y, cuando hab¨ªan cumplido con lo m¨¢s dif¨ªcil, llegaron los contratiempos en el campo base, con una serie de problemas con los porteadores. "Las te¨®ricas jornadas de cinco horas de caminata por la ma?ana durante el descenso se convirtieron en etapas maratonianas de 15 horas. Un d¨ªa perdimos a Iosu; otro llegamos sin comida, ropa ni agua potable", recuerda Alzola. Tuvieron que dejar todo el equipaje en el campo base, con el cocinero que hab¨ªan contratado en Islamabad. "Parec¨ªa imposible lo que nos estaba pasando cuando se supon¨ªa que era pan comido. Tuvimos problemas con los porteadores y la mayor parte del material [21 bidones] se qued¨® al pie de los Gasherbrum".

Los planes m¨¢s conservadores calculaban que en mes y medio aquellos bidones llegar¨ªan al puerto de Santurtzi. Al final, han sido cinco meses de espera.