Cayetano Rivera, el hombre Armani
El torero espa?ol se convierte en imagen de la firma italiana
Se conocieron Cayetano y Giorgio casi fugazmente en la tienda Emporio Armani de Valencia cuando, a finales de 2006, el dise?ador italiano acudi¨® a esa ciudad a recoger un premio. Mientras Armani era retratado y entrevistado, Cayetano Rivera Ord¨®?ez entr¨® en la tienda y a Giorgio se le ilumin¨® la cara. La admiraci¨®n mutua era evidente. Fueron presentados, intercambiaron algunas frases en ingl¨¦s y ¨¦ste es el resultado: el torero protagoniza la nueva campa?a de la m¨¢s exquisita de las l¨ªneas masculinas de Armani: Fatto su misura (Hecho a medida), la sastrer¨ªa italiana de toda la vida, con su prestigio, patronaje y calidades llevadas al terreno estil¨ªstico de Armani, filtradas a sus concepciones del color, el anticolor (o las gamas neutras) y las l¨ªneas severas.
El diestro cerr¨® ayer el desfile en Mil¨¢n de la c¨¦lebre marca con un esmoquin de la l¨ªnea 'Fatto su misura'
Para ir haciendo boca de lo que veremos en revistas, vallas publicitarias y spots, ayer Cayetano desfil¨® en Mil¨¢n y no parec¨ªa que fuera la primera vez. La experiencia del pase¨ªllo en las plazas circulares le ha servido para templar su paso y su mirada; sustituir el albero por el metacrilato espejo y las pantallas pixeladas es un salto de siglo en toda regla. De all¨ª no se sale a hombros, pero como si fuera, porque esto tambi¨¦n es un triunfo que rebasa lo medi¨¢tico, un sue?o: que te vista Armani.
Giorgio Armani, vegetariano militante desde hace d¨¦cadas, guard¨® silencio cuando Cayetano le invit¨® a ver una corrida. Pero ese detalle ¨¦tico-alimentario no ha empa?ado una amistad que empieza bien y una colaboraci¨®n que va a coger ahora vuelo mundial.
Hace apenas unos d¨ªas, Cayetano Rivera Ord¨®?ez termin¨® de hacer las fotos de la campa?a de Fatto su misura, hechas por el fot¨®grafo Tom Munro. Cuando Armani vio las pruebas impresas por primera vez tom¨® una de esas decisiones personales que asombran a ejecutivos y colaboradores: la campa?a, que en un principio iba a ser para el mundo latino, es decir, algo de Europa y Am¨¦rica Latina (sin descuidar el sur de Norteam¨¦rica), ser¨¢ global. Ya antes lo hab¨ªa hecho alguna vez; tambi¨¦n hab¨ªa sido el propio Giorgio quien escogi¨® al futbolista Kak¨¢, reci¨¦n llegado a las filas del Milan, para las campa?as e imagen de Emporio, y fue tambi¨¦n Armani quien decidi¨® que la imagen del futbolista brasile?o fuera global para el sello de la l¨ªnea.
El desfile de ayer en el teatro Armani, que le creara el arquitecto Tadeo Ando en la antes depreciada zona milanesa de Porta Genova, tuvo las caracter¨ªsticas formales de la casa: sobriedad, velocidad contempor¨¢nea, elegancia sin engolamiento, apoyo en los tejidos m¨¢s nobles, elementos que son probablemente las bases de su ¨¦xito y su implantaci¨®n universal. Una colecci¨®n imbricada en el renacer de la firma despu¨¦s de unos a?os bajos en los que algunos osaron decir que G. A. estaba acabado. Nada m¨¢s lejos de la realidad. La pasarela milanesa de Armani mostr¨® hombres de silueta firme en chaquetas de terciopelo acompa?adas de pantalones oscuros. Sentados en la primera fila, con el ojo afilado para encargar sus comandas, estaban los actores Clive Owen, Jean Paolo Morelli, Sergio Asissi y Biagio Antonacci; el nadador ol¨ªmpico Filippo Magnini y el cineasta Giuseppe Tornatore: un plantel de buenas perchas. No faltaron las solapas deconstruidas de las camisas, los cuellos rayados y los juegos de grises.
El desfile lo cerr¨® Cayetano, con un esmoquin negro muy Armani, combinaci¨®n inveterada de lana fr¨ªa y seda, sin pajarita y con faj¨ªn, obviamente asentado como un guante en la figura del diestro y, aunque sea redundante, hecho a medida. Le acompa?aba Roberta Armani, sobrina del estilista y su ojito derecho; ella, tambi¨¦n de negro, vestido largo con escote palabra de honor y recamado con cristales especiales de Swarovski.
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