La despedida de Spencer Tracy

Hay algo imp¨²dico en que una c¨¢mara sea testigo del adi¨®s de un moribundo. Pero si ese hombre es un genio de la fotogenia como Spencer Tracy, lo vulgar se convierte en sublime. Adivina qui¨¦n viene esta noche se rod¨® en 1967. Tracy se mor¨ªa, y ¨¦l y su compa?era, la actriz Katharine Hepburn, decidieron volver a trabajar juntos. En cada plano de la pel¨ªcula dirigida por Stanley Kramer est¨¢ contenido el dolor de la despedida. Cualquier d¨ªa pod¨ªa ser el ¨²ltimo, y ellos lo sab¨ªan. El duelo interpretativo entre la pareja convierte a una pel¨ªcula que no hubiese pasado del mont¨®n en historia.

El argumento del filme gira en torno al dilema que surge en una pareja de clase media-alta e ideales progresistas cuando recibe la noticia de que el encantador prometido de su ¨²nica hija resulta ser un hombre negro. La pel¨ªcula logr¨® dos oscars, uno al mejor gui¨®n y otro para la Hepburn.

Spencer Tracy y la indomable protagonista de Historias de Filadelfia rodaron juntos nueve pel¨ªculas y mantuvieron una relaci¨®n que -pese a algunas idas y venidas- dur¨® 25 a?os. Se conocieron en la primera, La mujer del a?o (1942), cuando ella ten¨ªa 35 a?os y ¨¦l 42. Casado, cat¨®lico y con dos hijos sordomudos, Tracy nunca formaliz¨® su relaci¨®n con Hepburn y mantuvo, hasta su muerte, la farsa de su matrimonio. El actor era un hombre con un terrible instinto autodestructivo, pero la actriz de La fiera de mi ni?a enloqueci¨® irremediablemente por ¨¦l. "Como si me hubieran dado con una sart¨¦n en la cabeza", dijo en una ocasi¨®n Katharine Hepburn, que evit¨® durante a?os hablar de su relaci¨®n con Tracy y supo conservar de forma magistral su intimidad, principalmente por respeto a la esposa, Louise Tracy.

Cuando ¨¦sta falleci¨®, en 1983, Hepburn dio algunas claves de lo que hab¨ªa sido -y es- una de las grandes historias de amor de Hollywood. En una carta abierta que redact¨® para un documental sobre su vida, la actriz ley¨® una lista de preguntas al hombre con el que hab¨ªa compartido su vida: "?Por qu¨¦ no pod¨ªas dormir? ?qu¨¦ te gustaba hacer? ?con qu¨¦ demonios estabas luchando? ?por qu¨¦ la escotilla de salvamento del alcoholismo para huir de un t¨² tan maravilloso? ?qu¨¦ era, Spencer?".

Todas estas preguntas s¨®lo demuestran que los grandes amores no suelen ir de la mano de certezas.

En la biograf¨ªa de A. Scott Berg sobre Hepburn (Recordando a Kate, Lumen), el periodista describe la emoci¨®n que se vivi¨® en el plat¨® de Adivina qui¨¦n viene esta noche. Ante un equipo c¨®mplice, que conoc¨ªa el estado de salud del actor, Tracy convirti¨® el discurso central del padre airado que se niega al matrimonio de su hija en una declaraci¨®n de amor p¨²blica a la mujer que durante 25 a?os le hab¨ªa aguantado: "Al final, no importa lo que nosotros pensemos. Lo ¨²nico que importa es lo que ellos sienten, y cu¨¢nto siente el uno por el otro. Y si es la mitad de lo que sent¨ªamos nosotros no hay m¨¢s que hablar".