"Me mueve la c¨®lera"
John Cale presentar¨¢ a partir del d¨ªa 31 su disco 'Circus live' en cinco ciudades espa?olas. "Velvet Underground significaba antiamericanismo", afirma el m¨²sico
La m¨²sica popular del siglo XXI le debe mucho a John Cale aunque algunos todav¨ªa no lo acepten. Su huella puede encontrase hoy en los trabajos m¨¢s insospechados, del rock m¨¢s col¨¦rico al sinfonismo m¨¢s experimental. El que fuera cofundador de los m¨ªticos Velvet Underground, disc¨ªpulo de John Cage, colaborador de LaMonte Young o Terry Riley y productor de los mejores trabajos de Patti Smith, Nico, The Stooges o Happy Mondays, reaparece ahora con un nuevo disco, Circus live (EMI), de corte mucho m¨¢s inmediato y rockero en el que repasa en directo buena parte de su trayectoria musical. El pr¨®ximo 31 de enero, John Cale iniciar¨¢ en Madrid (sala Arena) una gira de presentaci¨®n que le llevar¨¢ a Santander (1 de febrero), Oviedo (2), Bilbao (3) y Salamanca (4).
"Necesito la energ¨ªa que me puede proporcionar un peque?o grupo tocando en directo"
A la espera de esta nueva visita, John Cale estuvo en Espa?a pagando una de sus deudas. Al igual que en su ¨²ltimo disco, rinde nuevamente tributo a Elvis Presley, la pasada semana actu¨® en tres poblaciones catalanas dentro del espect¨¢culo-homenaje Acordes para Leonard Cohen. El cantante, compositor y productor gal¨¦s interpret¨® una vez m¨¢s Hallelujah y recuper¨® otro tema reciente del maestro canadiense: Alexandra Living. "Leonard Cohen es un magn¨ªfico escritor de canciones", afirma un sonriente y relajado John Cale.
Vestido discretamente de gris, s¨®lo los colores rojo y verde de su cabello alertan sobre su fama de terrorista cultural. "Vi a Cohen hace muchos a?os cantando precisamente Hallelujah y el p¨²blico se volv¨ªa loco. La canci¨®n duraba y duraba, ¨¦l cantaba y cantaba y la gente repet¨ªa y repet¨ªa el estribillo. No comprend¨ª toda la letra pero la energ¨ªa me cal¨® hondo. En 1991, la revista francesa Les Inrrockuptibles quiso hacerle un tributo y me pidieron que colaborara. Me acord¨¦ de aquel Hallelujah pero como no ten¨ªa la letra se la ped¨ª a trav¨¦s de un amigo com¨²n y Cohen me envi¨® un fax con 15 folios. ?Entonces comprend¨ª por qu¨¦ era tan larga! La canci¨®n tiene muchos fragmentos de tono religioso que yo he cortado para hacerla m¨¢s ligera".
En su nuevo disco, John Cale ha incluido un pu?ado de viejas canciones, llegando incluso a los tiempos de Velvet Underground. "Simplemente, he intentado condensar la energ¨ªa de los conciertos en los que fue grabado", afirma. "Hay canciones antiguas pero me he dado cuenta de que no debo tocarlas m¨¢s. Cuando improvisas sobre una canci¨®n surgen cosas nuevas cada noche y al volver a interpretar esas cosas posteriormente te vas alejando de la idea con que fue concebida la canci¨®n, la vas matando".
En 1966, apadrinadas por Andy Warhol, las canciones de Velvet Underground vapulearon los ambientes musicales y abrieron las puertas a todo el aluvi¨®n de rock airado que llegar¨ªa inmediatamente despu¨¦s. Han pasado 40 a?os y para John Cale su significado sigue siendo el mismo. "Antiamericanismo", responde tras pensar unos segundos y con una contundencia poco habitual. "Pusimos el dedo en la llaga resaltando los vicios del ser humano y de la sociedad americana. ?sa fue la raz¨®n por la que no fuimos tan populares en su momento, porque ¨¦ramos antiamericanos. Eso ofendi¨® a mucha gente pero tambi¨¦n fue la raz¨®n por la que gust¨¢bamos mucho m¨¢s al p¨²blico europeo. Ahora han cambiado las cosas. Cada generaci¨®n cambia y encuentra nuevas formas de identificar y mostrar esos vicios".
John Cale naci¨® en Gales (Garnant, 1942) y se traslad¨® a Estados Unidos en 1963 gracias a una beca concedida por Leonard Cohen. Antes de colocar su viola el¨¦ctrica entre las voces de Lou Reed y Nico, trabaj¨® con algunos nombres destacados de la vanguardia experimental (John Cage, Terry Riley, LaMonte Young). Incluso sus primeros trabajos tras abandonar Velvet Underground (The Church of Anthrax, de 1970, The Academy in Peril, de 1972, o Paris 1919, de 1973) estaban m¨¢s cercanos a la experimentaci¨®n minimalista que al rock. "Nunca tuve problemas. Se trataba de diferentes disciplinas, diferentes formas de ver la m¨²sica, pero ambas buscaban cosas nuevas. Precisamente emigr¨¦ a los Estados Unidos para conocer a John Cage y aprender su visi¨®n de la nueva m¨²sica anticl¨¢sica. Cage dec¨ªa que la m¨²sica cl¨¢sica ya no sonar¨ªa nunca igual porque ahora existe el tr¨¢fico, el bullicio, la gente habla mientras toma un caf¨¦... ?l apelaba a una experiencia distinta. Con LaMonte Young las reglas del juego eran diferentes, m¨¢s centradas en la tensi¨®n que se pod¨ªa mantener durante un periodo prolongado, en c¨®mo reaccionaba el p¨²blico ante un acorde repetido durante largo tiempo. Era como poner una bomba de relojer¨ªa en la imaginaci¨®n, ten¨ªa un punto lis¨¦rgico".
Adem¨¢s de sus conciertos y discos con Terry Riley y LaMonte Young, John Cale fue uno de los participantes en el hist¨®rico y maratoniano estreno (dirigido por John Cage) de la versi¨®n completa (18 horas y 40 minutos) de las Vexations, de Erick Satie. Ahora, Cale parece bastante alejado de aquella visi¨®n de la m¨²sica. "Aquella vanguardia se volvi¨® acad¨¦mica", afirma. "?ltimamente he trabajado con j¨®venes compositores que ten¨ªan muchas ideas pero que no acaban de concretarlas, y yo no tengo tiempo para esperar. Necesito trabajar".
Los nuevos trabajos de John Cale est¨¢n mucho m¨¢s cercanos al rock que al sinfonismo experimental de la d¨¦cada de 1970. "Aquellas eran creaciones de estudio, nunca las toqu¨¦ en directo. Al rock nunca le ha interesado meter orquestas sinf¨®nicas en clubes o salas de baile. Ahora necesito la energ¨ªa que me puede proporcionar un peque?o grupo tocando en directo. Bueno, m¨¢s que energ¨ªa ser¨ªa c¨®lera. No soy una persona muy paciente y me mueve la c¨®lera".
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