Mladic, el gran obst¨¢culo en el camino hacia la UE
El peso del pasado en Serbia puede resumirse en un nombre: el general Ratko Mladic, acusado de genocidio durante la guerra de Bosnia, que se encuentra, seg¨²n el Tribunal de La Haya, escondido con la protecci¨®n de una parte del Ej¨¦rcito y de los servicios secretos serbios. La UE suspendi¨® en mayo las negociaciones para la firma de un acuerdo de asociaci¨®n, paso previo a ser declarado pa¨ªs candidato, por la falta de cooperaci¨®n en la captura de criminales de guerra del Gobierno de Vojislav Kostunica.
Sea cual sea el resultado de las negociaciones para formar un nuevo Ejecutivo, el nuevo primer ministro, independientemente de su signo pol¨ªtico, tendr¨¢ como primera misi¨®n volver a encarrilar las negociaciones con Bruselas. Y no va a ser una labor f¨¢cil ni exenta de peligros: personajes muy cercanos a los poderosos y oscuros servicios secretos estaban tras el asesinato en 2003 del primer ministro reformista Zoran Djindjic.
"La captura de Mladic es un asunto de control sobre los servicios secretos", se?ala el analista de la revista Vreme Dejan Anastasijevic. "Le siguen protegiendo, sobre todo porque quieren mantener el estado actual, evitar cualquier reforma que se producir¨ªa cuando Serbia comience a acercarse a la UE. No hay ninguna supervisi¨®n parlamentaria sobre estas agencias y son ellas las que se investigan a s¨ª mismas", a?ade.
El candidato de los dem¨®cratas, Dozidar Djelic, que form¨® parte del Gobierno de Djindjic, es tajante: "Hemos aprendido la lecci¨®n. Es necesario tener un control mucho m¨¢s directo sobre estos servicios secretos". Seg¨²n el Gobierno saliente, se ha hecho todo lo posible para capturar a Mladic, pero desde hace dos a?os su paradero es desconocido, desde que abandon¨® la calle Yuri Gagarin en Belgrado. De hecho, 11 personas est¨¢n siendo juzgadas en Serbia por haber ayudado a ocultarse al general, acusado de haber orquestado la muerte de 9.000 musulmanes en Srebrenica.
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