El jefe de las fuerzas de EE UU en Irak augura d¨ªas dif¨ªciles
El general Petraeus dividir¨¢ Bagdad en nueve zonas bajo el control de jefes de batall¨®n
El hombre elegido por George W. Bush para poner sobre el terreno su nuevo plan para Irak reclam¨® ayer "paciencia" a un esc¨¦ptico Congreso y a un no menos desconfiado pueblo estadounidense. En su comparecencia ante el Senado, que debe ratificar su nombramiento como jefe de las fuerzas norteamericanas en Irak, el teniente general David Petraeus reconoci¨® que la situaci¨®n es "grave". "Lo que est¨¢ por venir no ser¨¢ ni r¨¢pido ni f¨¢cil", concluy¨®.
A pesar de que es caballo ganador y de que su paso por el Comit¨¦ de las Fuerzas Armadas del Senado deber¨ªa ser un paseo, los senadores aprovecharon su aparici¨®n de ayer para cuestionarle sobre c¨®mo va a funcionar la nueva estrategia del presidente de Estados Unidos.
El senador dem¨®crata y presidente del Comit¨¦, Carl Levin -uno de los m¨¢s cr¨ªticos con el nuevo horizonte dibujado para Irak-, pregunt¨® al teniente general la posibilidad de suspender el env¨ªo de tropas adicionales en el supuesto de que el Ejecutivo iraqu¨ª no pudiera atender a sus compromisos de reforzar en miles las tropas iraqu¨ªes. "Podr¨ªa ser", asever¨® el militar, que aclar¨® la falta de "condiciones espec¨ªficas" a cumplir por parte de los iraqu¨ªes. Petraeus quiso explicar que si las autoridades iraqu¨ªes no estaban a la altura de las expectativas, volver¨ªa la vista y buscar¨ªa para consultas al secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates.
"No va a ser una misi¨®n f¨¢cil y el tiempo no est¨¢ de nuestra parte", testific¨® Petraeus, considerado uno de los intelectuales m¨¢s importantes del Ej¨¦rcito de EE UU. Para quienes conocen el modus operandi del nuevo jefe militar para Irak, citados por el diario The Washington Post, Petraeus reclamar¨¢ que sus tropas operen y vivan entre la poblaci¨®n iraqu¨ª con la esperanza de salvaguardar la seguridad y la econom¨ªa en los barrios limpios de insurgencia.
Ya se da por hecho que Petraeus va a imprimir una actuaci¨®n muy diferente a la desarrollada por su predecesor, George Casey. "Su mando va a ser mucho m¨¢s activo", asegura al Post una fuente que trabaj¨® junto a ambos militares. "Petraeus patear¨¢ las calles, visitar¨¢ a las unidades y azuzar¨¢, personalmente, a las tropas iraqu¨ªes y estadounidenses para que cumplan con su misi¨®n", relata la misma fuente.
Petraeus pretende volar a Irak tan pronto como sea posible. Entre otras cosas porque dentro del Ej¨¦rcito existe la sensaci¨®n de que todo est¨¢ parado, de que nada se mover¨¢ hasta que aparezca. As¨ª, el plan para asegurar Bagdad comenzar¨¢ con el despliegue de tropas de EE UU e Irak en nueve sectores de la ciudad. Durante los a?os pasados, las fuerzas militares estadounidenses han vivido en grandes bases. Petraeus planea establecer puestos bajo el mando de los jefes de batallones a lo largo y ancho de la ciudad.
Quienes han entrevistado al teniente general comentan que ¨¦ste cree que tanto la prensa como los pol¨ªticos han puesto mucho ¨¦nfasis en el incremento de tropas, y muy poco o nada en el hecho de que vayan a ser usadas de manera distinta a lo que hasta ahora se ha hecho.
Lo que se pretende es introducir hombres en zonas donde la milicia y los insurgentes han creado sus feudos y acabar con ellos. Pero la diferencia radicar¨¢ en que ahora, cuando se haya limpiado el lugar, se dejar¨¢ un sustancial n¨²mero de tropas para defender el terreno ganado. Ahora se trata de mantener bajo control lo limpiado.
Para junio, el incremento de tropas planeado deber¨ªa de estar operativo en Bagdad, lo que supondr¨ªa que la ciudad pasar¨ªa de tener 24.000 militares estadounidenses a tener 41.000. El n¨²mero de soldados iraqu¨ªes pasar¨¢ de 42.000 a 50.000. Hacia mitad del verano, el Pent¨¢gono cree que Petraeus habr¨¢ conseguido una reducci¨®n significativa de la violencia, aunque antes se espera alg¨²n repunte, en la primavera, cuando la insurgencia se percate de las nuevas t¨¢cticas e identifique los nuevos puntos flacos.
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