Henkel s¨®lo prejubilar¨¢ a un 20% de los 153 empleados de La Toja
La plantilla rechaza el plan y pide a la Xunta que se movilice para no perder la industria
En mitad de un paro de 24 horas de los trabajadores de La Toja en protesta por el cierre de la f¨¢brica de cosm¨¦ticos instalada en la comarca de A Coru?a desde 1964, sus actuales due?os, la multinacional alemana Henkel&Schwarzkopf, expusieron ayer un plan social para prejubilar a una quinta parte de la plantilla e indemnizar al resto con un peque?o plus sobre el tope legal por despido. Los 153 empleados rechazaron, en asamblea, la propuesta.
"Si no puede ser con ellos, dado que su decisi¨®n de cerrar es irreversible, deber¨¢ ser con otros". Con esta frase, el presidente del comit¨¦ de empresa, Miguel Agui¨®n, resumi¨® el acuerdo de la plantilla de La Toja de pelear por la conservaci¨®n de los puestos de trabajo y del tejido industrial que representa esta factor¨ªa de Culleredo, con larga tradici¨®n ya que lleva en activo m¨¢s de 43 a?os y emplea a familias coru?esas de dos generaciones. La plantilla, con una media de edad de 46 a?os y especializada en la fabricaci¨®n de cosm¨¦ticos, rechaz¨® el plan social que les expuso ayer los directivos de Henkel Ib¨¦rica porque no representa, dice, una opci¨®n de futuro.
La empresa, que trasladar¨¢ a Eslovenia, para ganar rentabilidad econ¨®mica, la producci¨®n de la marca gallega creada en 1905 por el marqu¨¦s de Riestra, ofreci¨® a los 153 trabajadores que ser¨¢n despedidos en diciembre un plan social que ofrece prejubilar a los mayores de 55 a?os, lo que afectar¨¢ a s¨®lo 33 integrantes de la plantilla, e indemnizar a los restantes, es decir el 80% de la plantilla, incrementando en cinco d¨ªas por a?o trabajado el tope legal establecido en Espa?a por despido procedente. Este plus est¨¢ condicionado a que se mantenga a lo largo de este a?o los buenos resultados de la f¨¢brica en producci¨®n y calidad. Henkel tambi¨¦n propone contratar una empresa que busque una recolocaci¨®n de estos empleados en otras actividades profesionales de la comarca.
Para los trabajadores, el ¨²nico compromiso positivo de la multinacional es su promesa, reiterada ayer, de no buscar a hacer negocio con la venta de las instalaciones de La Toja en Culleredo, unos 60.000 metros cuadrados cerca del pol¨ªgono de Alvedro, para propiciar la instalaci¨®n de otra industria. La plantilla acord¨® movilizar ahora todos sus esfuerzos en reclamar de las instituciones, y especialmente de la Xunta, su apoyo e iniciativa para lograr que otra empresa se instale en los terrenos de La Toja.
El presidente del comit¨¦ de empresa record¨® que el propio presidente del Gobierno gallego, Emilio P¨¦rez Touri?o, se quej¨® hace unos d¨ªas de la falta de suelo industrial en Galicia. "No se puede destruir m¨¢s tejido industrial ni puestos de trabajo, pelearemos por ello y la Administraci¨®n tiene que pasar de las palabras a los actos", destac¨® Agui¨®n.
La Diputaci¨®n de A Coru?a aprobar¨¢ hoy, por iniciativa de sus tres grupos pol¨ªticos, una declaraci¨®n institucional de apoyo a la plantilla de La Toja. Y el alcalde de Culleredo mantiene negociaciones con un grupo gallego, ajeno al sector de los cosm¨¦ticos, interesado en comprar la factor¨ªa. Ese proyecto, de salir adelante, supondria la creaci¨®n de entre 70 y 80 empleos.
Los representantes laborales de la f¨¢brica entablaron ayer contactos con el BNG, cuyos dirigentes locales se acercaron hasta las instalaciones de Culleredo para manifestarles su solidaridad, con el fin de concertar una cita con el conselleiro de Industria, Fernando Blanco. Har¨¢n lo propio con los socialistas para que les reciba el titular de Traballo, Ricardo Varela. "Vamos a movilizarnos, la Xunta tiene que ayudarnos", subray¨® el presidente del comit¨¦ de empresa.
Los directivos de Henkel volver¨¢n a Culleredo el pr¨®ximo mes para seguir negociando su plan social que la plantilla rechaza.
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