Maestras aceiteras

Raquel Serrano Ram¨ªrez, de 31 a?os, posee un olfato privilegiado capaz de descifrar cualidades secretas: "Un aceite de oliva virgen extra conjuga un sabor a frescura, a hoja reci¨¦n cortada, a tomate y a ortiga". Y a?ade: "En boca, lo que m¨¢s resalta en un aceite es el amargor, el picor y la densidad. La variedad arbequina aporta una sensaci¨®n dulce y, en cambio, otras como verdial y picual generan un aceite con cuerpo, con car¨¢cter. Su sabor no se olvida".

Raquel Serrano, catadora divulgadora de aceite de oliva virgen extra, proporcionaba explicaciones como ¨¦stas en una demostraci¨®n de cata de aceite celebrada en la Facultad de Derecho de Huelva. La catadora es t¨¦cnica ambiental y trabaja como maestra de almazara en la cooperativa Virgen de F¨¢tima de Niebla (Huelva). Pero su caso no responde al retrato generalizado de la situaci¨®n de las mujeres en este sector, que no ha sido ajeno a la discriminaci¨®n laboral femenina en el mundo rural. "El 43% del olivar andaluz est¨¢ en la actualidad en manos de mujeres. En cambio, su participaci¨®n en las cooperativas no supera el 1%", afirma Isabel Castro, presidenta de la asociaci¨®n Olivar y G¨¦nero, fundada en 2002 y que cuenta con 260 socias.

El esp¨ªritu de la organizaci¨®n, se?ala Castro, reside en "promocionar a la mujer en el olivar y reivindicar el papel que hist¨®ricamente han desempe?ado". La presidenta de la asociaci¨®n cree que "la contribuci¨®n de la mujer al plano productivo y laboral no ha sido reconocida socialmente, ni por las propias mujeres". A cambiar esto se dirigen sus esfuerzos: "Queremos concienciar a las mujeres de que el olivar es una buena alternativa de empleo y para la diversificaci¨®n empresarial de sus pueblos".

La asociaci¨®n, con ayuda de la iniciativa europea Equal , configura actualmente un mapa con nuevas salidas profesionales. Entre ellas, las de catadora divulgadora de aceites, maestra de molinos, mujeres envasadoras y especializadas en m¨¢rketing y comercio. La de catadora de aceites, como Raquel Serrano, es una de las m¨¢s demandadas. En Beas, en la cooperativa Olibeas, la asociaci¨®n ha logrado que trabaje ya el primer grupo de maestras de almazaras. Esther Bardallo, de 27 a?os, natural de Beas, donde el olivar ocupa el 70% de la superficie, pertenece a la asociaci¨®n. Diplomada en turismo, percibe claro su futuro laboral: "Las mujeres estamos despertando y el futuro se nos presenta halag¨¹e?o. Tenemos que esforzarnos en exportar calidad y pelear mucho y tomar decisiones en un sector en el que hasta ahora s¨®lo se hab¨ªa escuchado la voz del hombre".

Seg¨²n un estudio realizado en 2005 por la Asociaci¨®n Espa?ola de Municipios del Olivo, "la presencia de la mujer en las labores agr¨ªcolas del cultivo del olivo es alta pero alarmantemente estratificada y relacionada con la tarea m¨¢s ingrata y menos cualificada: la recolecci¨®n de aceituna de suelo". El diagn¨®stico recoge la nula presencia femenina en juntas directivas de las cooperativas. "Los puestos directivos son ocupados por hombres y la presencia femenina se reduce a las almazaras privadas, nunca cooperativas", seg¨²n el estudio.