Sarkozy

Tentacular

Como en toda campa?a electoral que se precie, m¨¢s precisamente precampa?a, la francesa a la presidencia de la Rep¨²blica comienza a ofrecer las primeras escaramuzas entre candidatos. La ¨²ltima por el momento es la denuncia de la revista sat¨ªrica Le Canard enchain¨¦ seg¨²n la cual el gabinete del ministro del Interior habr¨ªa ordenado a la polic¨ªa del Ministerio indagar sobre el entorno pol¨ªtico de S¨¦gol¨¨ne Royal, la aspirante socialista, m¨¢s concretamente de su reciente fichaje, el ecologista Bruno Rebelle. A Nicolas Sarkozy, ministro del ramo y candidato conservador a la jefatura del Estado, le ha faltado tiempo para desmentir vigorosamente una acusaci¨®n que ha suscitado el natural revuelo a falta de piezas de caza mayor.

El mar de fondo de la pol¨¦mica radica b¨¢sicamente en dos anomal¨ªas. Una es la existencia misma a estas alturas de los Renseignements G¨¦n¨¦raux (RG), una suerte de polic¨ªa pol¨ªtica que admite tener una ficha sobre Rebelle, pero niega que a instancias del gabinete del ministro haya espiado. El trabajo de esta polic¨ªa en una democracia no es obviamente el de investigar a los partidos, pero su labor sale inevitablemente a colaci¨®n en cada contienda presidencial. La otra anomal¨ªa es la compatibilizaci¨®n por parte de Sarkozy entre su condici¨®n de candidato y la de ministro ejerciente del Interior, es decir, jefe del departamento que se ocupa de la organizaci¨®n y desarrollo de los comicios y a la vez de la propia polic¨ªa en cuesti¨®n. Aun presumiendo que las supuestas indagaciones de los RG se deban s¨®lo al celo de unos funcionarios que no calibran bien las fronteras de su labor, el abandono inmediato por Sarkozy de su actual cartera es lo ¨²nico que puede contribuir a disipar toda suspicacia.