El efecto leche negra
Los ciudadanos gallegos que no nos dedicamos a la producci¨®n l¨¢ctea nos hemos encontrado la semana pasada con este inefable apelativo leche negra. Podr¨ªa ser la denominaci¨®n de alg¨²n colectivo espiritista, de alg¨²n grupo paramilitar o, en general, de cualquier actividad secreta, clandestina y tremendista. Pero no es as¨ª, se trata de la designaci¨®n referida a la comercializaci¨®n ilegal de la leche fuera de la cuota de la Uni¨®n Europea que corresponde a los productores de Galicia.
El asunto de la leche negra ha venido a criminalizar a todo el sector -incluso la ministra del ramo ha tenido que salir en su defensa- y determina una vez m¨¢s el oscurecimiento y deformaci¨®n de un problema estructural de la producci¨®n l¨¢ctea derivado de la paradoja de que algo tan esencial a la econom¨ªa y la antropolog¨ªa gallegas deviene en una actividad en extinci¨®n por determinaci¨®n de la Uni¨®n Europea, eufemismo que no nos deber¨ªa hacer olvidar la vieja denominaci¨®n de "mercado com¨²n". El problema se enquista con el paso de los a?os y, lo que es peor, una decisi¨®n nefasta del Gobierno central de las ¨²ltimas semanas, la de prohibir a los ganaderos gallegos la compra de excendentes de cuota en otras comunidades aut¨®nomas, no ha tenido, ni de lejos, la repercuai¨®n medi¨¢tica de la leche negra.
Perm¨ªtaseme utilizar metaf¨®ricamente lo de leche negra para designar ese perverso fen¨®meno por el que lo verdaderamente relevante de nuestra actualidad pol¨ªtica, social y medi¨¢tica resulta enturbiado, ante propios y extra?os, por cualquier elemento que revista la condici¨®n de delictivo y catastr¨®fico, cuando no directamente sustituido por actualidades fabricadas o importadas.
En alg¨²n momento tambi¨¦n se acu?¨® el t¨¦rmino de efecto Hortensia para designar las consecuencias exteriores de este fen¨®meno, pero yo prefiero englobar en efecto leche negra la extensi¨®n sutil de una tendencia de ida y vuelta que conlleva que lo delictivo y lo castatr¨®fico sea lo ¨²nico que se proyecta fuera del pa¨ªs y la reciprocidad de que, ante nosotros mismos, nuestras cosas quedan desdibujadas. Y pongo ejemplos.
Hace dos semanas se frustr¨® el acuerdo que hubiera hecho posible la reforma estautaria con el reconocimiento, m¨¢s o menos expreso, de que era un consecuencia de la crispaci¨®n que atraviesa la pol¨ªtica espa?ola por la cuesti¨®n antiterrorista. Habr¨ªa que incluir en el inventario de v¨ªctimas del terrorismo este intangible de desaplazamiento de la actualidad de los problemas reales de la poblaci¨®n y sus contradicciones. Y digo esto, por no comparar la desproporci¨®n entre la informaci¨®n medi¨¢tica que recibi¨® la ciudadan¨ªa gallega sobre la reforma en Galicia respecto a Catalu?a. Cualquier galleguito puede saber m¨¢s de Josu Jon Imaz, Carod Rovira o Piqu¨¦ que sobre los parlamentarios de Galicia.
Voy con otro ejemplo de la semana pasada. Mientras la actualidad espa?ola reflejada en los medios de comunicaci¨®n que consumimos en Galicia hipertrofiaba hasta lo macabro la revisi¨®n de la situaci¨®n penitenciaria de De Juana Chaos, en Galicia se produc¨ªa una noticia que creo que no est¨¢ mareciendo la relevancia suficiente. Me refiero al rechazo de la SEPI al nuevo proyecto para los astilleros de Ferrol. Algo est¨¢ sensiblemete averiado en la cadena de decisiones democr¨¢ticas que afectan m¨¢s directamene a la gesti¨®n de nuestros recursos y de nuestra econom¨ªa, cuando choca con la Administraci¨®n central, y parece ser que con la europea, la convergencia entre sindicatos, empresarios privados, la Xunta y las entidades financieras para articular una soluci¨®n de futuro en una actividad en crisis. Una conseller¨ªa del Bloque gestiona una soluci¨®n de consenso con la empresa privada, los sindicatos superan sus preferencias por el sector p¨²blico y las dos cajas de Galicia aparcan su habitual y natural rivalidad para vertebrar finacieramente un proyecto m¨¢s que necesario. No se trata de una soluci¨®n revolucionaria de expropiaci¨®n y nacionalizaci¨®n, pero la leche negra de la dependencia de Galicia la entorpece y puede anularla.
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