Francia extiende las garant¨ªas de laicidad a c¨¢rceles y hospitales
La transformaci¨®n de la sociedad, en general, y una serie de incidente ocurridos en los servicios p¨²blicos, especialmente en la atenci¨®n hospitalaria, ha llevado Alto Consejo para la Integraci¨®n franc¨¦s (HCI) a presentar al Gobierno de Dominique de Villepin la adopci¨®n de una Carta de la Laicidad en los servicios p¨²blicos. El texto -no normativo-, que podr¨ªa ser aprobado en el pr¨®ximo Consejo de Ministros, destaca los principios constitucionales de libertad de conciencia y laicidad, y establece los derechos y deberes del personal de estos servicios y de los usuarios.
Desde su creaci¨®n, el HCI pretende "reafirmar el principio de laicidad garante de la libertad de conciencia y de la tolerancia", en funci¨®n de la diversidad de las religiones que conviven en Francia. La Carta advierte del peligro que corre la laicidad en los servicios p¨²blicos, especialmente en hospitales y prisiones.
El concepto de laicidad en Francia tiene su origen en la ley que separ¨® la Iglesia del Estado, de la que se cumpli¨® un siglo el a?o pasado, y que entre otros aspectos establece la ausencia de s¨ªmbolos religiosos en las instituciones de la Administraci¨®n. La ley que proh¨ªbe el velo en la ense?anza p¨²blica, adoptada en 2004, es uno de sus ejemplos. Pero no el ¨²nico.
Si en las escuelas los intentos de reafirmaci¨®n religiosa o de proselitismo parecen haber remitido, el nuevo frente se ha trasladado a los hospitales. Seg¨²n publicaba ayer Le Monde, un n¨²mero considerable de mujeres musulmanas, reci¨¦n licenciadas en medicina o enfermer¨ªa, acuden al trabajo con velo. Dependiendo del centro, las negociaciones entre los equipos m¨¦dicos han conseguido evitar conflictos por la v¨ªa de pactar que, a la hora del trabajo, estas mujeres s¨®lo cubran con un pa?uelo la parte superior de la cabeza.
Agresiones a m¨¦dicos
Sin embargo, el hecho de que, a diferencia de lo sucedido en el sector de la ense?anza, en la sanidad no exista una reglamentaci¨®n concreta que fije los l¨ªmites, origina no pocos problemas. El HCI se ha hecho eco de las demandas de numerosos profesionales en este sentido, para evitar equ¨ªvocos y situaciones que pueden desembocar en violencia. En los ¨²ltimos meses ha habido varias agresiones a m¨¦dicos y enfermeras por razones de origen religioso, o cuanto menos cultural. La semana pasada un juez conden¨® a seis meses de prisi¨®n a un hombre de religi¨®n musulmana que agredi¨® al ginec¨®logo que hab¨ªa atendido a su mujer, aquejada de una fuerte hemorragia.
La Carta que propone el HCI considera que "el hecho de que un agente p¨²blico manifieste sus convicciones religiosas en el ejercicio de sus funciones constituye una falta a sus obligaciones". Los usuarios, a?ade, "tienen el derecho de expresar su religi¨®n p¨²blicamente siempre y cuando se respete la neutralidad del servicio p¨²blico y el buen funcionamiento del mismo".
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