La sabidur¨ªa tiene un nombre
La voz de la sabidur¨ªa tiene un nombre: Diego Clavel. Una voz d¨²ctil, que igual va de los altos alt¨ªsimos a los bajos, en un juego incansable de alternancia. Si a la voz a?adimos un repertorio de la m¨¢xima dificultad, quedar¨¢ reflejada la actuaci¨®n del cantaor. Efectivamente, supo estar a la altura de las circunstancias, abriendo el Festival Caja Madrid de este a?o.
Hizo, entre otras cosas, Diego Clavel unas siguiriyas que pod¨ªan rompernos, llevando la voz a l¨ªmites casi imposibles: de los bajos que eran apenas un susurro a los fort¨ªsimos para los que casi no ten¨ªa aliento. Unas siguiriyas ejemplares.
Cant¨® tambi¨¦n la ca?a, inici¨¢ndola con una copia de soleares al contrario de todo el mundo, que pone la copla como remate, al final. Canti?as, soleares, tientos... completaron un recital que si hubiera tenido un pel¨ªn m¨¢s de emoci¨®n habr¨ªa sido perfecto.
Sabidur¨ªa y De aire y madera
Cante: Diego Clavel. Toque: Antonio Carri¨®n. Cante: Carmen Linares. Toque: Juan Carlos Romero y Paco Cruzado. Baile: Edu Lozano. Percusi¨®n: Antonio Coronel. Coros y palmas: Ana Gonz¨¢lez y Javier Gonz¨¢lez. Teatro Alb¨¦niz. Madrid, 30 de enero.
Carmen Linares puso el espect¨¢culo De aire y madera, que calificaron como estreno. Puede ser que lo fuera, aunque en realidad se convirti¨® en un recital de ella con unas pinceladas de baile de Edu Lozano. Buen baile, es cierto, a veces de gran dificultad por estar ¨¦l solo en el escenario, sin ning¨²n compa?ero.
Carmen cant¨® muy entregada, como en ella es habitual. Hizo un repertorio variado, en el que sobresalieron las canti?as llenas de duende y de rajo, que completaron con ella cantando los dos Gonz¨¢lez de coros y palmas. Fue un n¨²mero vibrante, muy variado y con el encanto de ser bailado en parte. Cant¨® Carmen tambi¨¦n por siguiriyas, en un esfuerzo personal de notable envergadura, ya que fue un cante de enorme dificultad que hizo pr¨¢cticamente a pelo, s¨®lo con la guitarra acompa?ante y un poquito de percusi¨®n.
Cuantos estuvieron con ella en el escenario hicieron muy bien sus partes. El bailaor -ya lo hemos dicho- bord¨® sus actuaciones de manera irreprochable. Romero hizo gala de una guitarra impecable, llena de m¨²sica que ¨¦l supo arrancarle con su pericia reconocida. Coronel bord¨® la percusi¨®n de manera personal¨ªsima. Un buen conjunto de int¨¦rpretes, en fin, para un espect¨¢culo que no lleg¨® a cuajar totalmente, dirigido por Pepa Gamboa.
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