Por la boca muere el pez

Las encuestas siguen siendo tozudas. Si Mariano Rajoy aspira a gobernar este pa¨ªs, tendr¨¢ que ir pensando en cambiar su estilo de hacer pol¨ªtica. Despu¨¦s de tres a?os encabezando la oposici¨®n, empezamos a estar hartos de que, a falta de mejores argumentos, dedique continuamente frases y comentarios despectivos hacia el presidente del Gobierno. Estuvo especialmente desafortunado cuando, tras el debate extraordinario sobre ETA celebrado en el Congreso, afirm¨® que "para ser presidente deber¨ªan exigir algo m¨¢s que ser mayor de 18 a?os y ser espa?ol". Y as¨ª es, efectivamente, hace falta algo m¨¢s. Ignora Rajoy que el se?or Rodr¨ªguez Zapatero ha pasado dos filtros electorales: el congreso de su partido y las elecciones generales del 14 de marzo, mientras ¨¦l no ha superado ninguno (fue designado a dedo por Aznar y derrotado en las urnas).

Cuando la cr¨ªtica abandona el terreno pol¨ªtico para entrar en el personal, se corre el riesgo de que se produzca un "efecto boomerang" y los argumentos se vuelvan contra el que los lanza. As¨ª, tambi¨¦n podr¨ªamos decir que para ser jefe de la oposici¨®n deber¨ªan exigir algo m¨¢s que ser espa?ol y mayor de edad. Por ejemplo, que esa oposici¨®n sea refrendada con propuestas alternativas, en lugar de llevar la contraria por sistema; o deber¨ªan exigir m¨¢s responsabilidad en los temas de Estado (como el terrorismo), en vez de utilizarlos de forma partidista; y, en general, un respeto hacia las instituciones y las personas que las representan. Y no me cabe ninguna duda de que as¨ª ocurrir¨¢ en las pr¨®ximas citas electorales.

El actual presidente, con aciertos y errores en su gesti¨®n, ha mantenido siempre un trato exquisito (ese talante del que tanto se r¨ªen en el PP) que es valorado entre los ciudadanos sensatos (sean de izquierdas o derechas). Y es que, en general, los gobiernos socialistas han tratado con mucha m¨¢s dignidad al Partido Popular que a la inversa. No olvide el se?or Rajoy que la figura de jefe de la oposici¨®n fue establecida por Felipe Gonz¨¢lez.

Todav¨ªa tiene mucho que aprender el se?or Rajoy. Por ejemplo, que es preferible callar cuando no se tiene nada que decir porque "por la boca muere el pez".