Los agentes requisan todas las escopetas
La Guardia Civil no hab¨ªa localizado anoche la escopeta que el detenido, Santiago Mainar, pose¨ªa y que sol¨ªa usar para espantar a los jabal¨ªes que pululaban por los bosques y pastizales que ¨¦l vigilaba, seg¨²n varios vecinos de Fago. "Seguro que ten¨ªa al menos una escopeta del calibre 12, aunque Santiago no es aficionado a la caza", se?al¨® un hombre que vive muy cerca de donde Mainar tiene su domicilio y el hotel rural que regentaba.
Los encargados de la investigaci¨®n estaban citando anoche a todos los propietarios de escopeta de Fago, y posiblemente otros del vecino Ans¨®, para que en la ma?ana de hoy se presenten en el cuartel del instituto armado de Jaca y hagan entrega de sus armas, seg¨²n fuentes del caso. El objeto de esta orden ser¨ªa cotejar estas armas con otros elementos que obran en poder de la Guardia Civil. "La tesis que barajamos es que el supuesto homicida hiciera el disparo con un arma que alguien le prest¨®", afirma un oficial de la Guardia Civil.
Lo que parece fuera de duda es que en el asesinato y su planificaci¨®n participaron al menos tres o cuatro personas. Pero nadie sospecha qui¨¦nes puedan ser, ya que a los vecinos de Fago les resulta dif¨ªcil creer que Mainar sea el supuesto autor del hecho y, por otra parte, que hubiera logrado convencer a otros para perpetrar tan sangrienta venganza.
Enemistados
Parte de los vecinos estaban enemistados con Grima porque ¨¦ste les imped¨ªa realizar obras, les vetaba su empadronamiento o les sub¨ªa las tasas de forma que los afectados consideraban desorbitada. Pero resulta dif¨ªcil de entender que por estas cuestiones alguien pudiera tomar una venganza tan cruel contra el alcalde.
"Era un cacique", sol¨ªa definirle el ahora detenido Mainar a cualquiera que le preguntara por el crimen. "?Ahora ven¨ªs? Ahora es demasiado tarde. ?D¨®nde estabais antes, que no os preocupasteis de denunciar todo lo que aqu¨ª estaba sucediendo desde hace a?os?". Este era el recibimiento que sol¨ªa dispensar a la legi¨®n de periodistas que una y otras vez le entrevistaron en los d¨ªas posteriores al asesinato, sin rehuir jam¨¢s una intervenci¨®n en prensa, radio o televisi¨®n. "Voy a dar de comer a mis vacas y ahora os atiendo", dec¨ªa sol¨ªcito.
Mainar mezclaba en su conversaci¨®n sus problemas con el alcalde junto con referencias a Pinochet, Richard Nixon y Hitler. "?Que si estamos sufriendo con lo que nos hace Grima? Eso es como preguntar a los jud¨ªos si padecieron mucho en los campos de concentraci¨®n", respond¨ªa de forma atropellada. Pero hasta ayer mismo hizo vida normal y tan solitario como siempre -"venir a Fago me cost¨® el divorcio", dec¨ªa-, sin dar la menor se?al de inquietud o preocupaci¨®n.
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