Calentones

El oscuro en los informativos de la noche del jueves: la Giralda, la Torre Eiffel, la Puerta de Alcal¨¢, la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia. Cinco minutos de silencio energ¨¦tico contra el despilfarro, y la imagen m¨¢s inquietante, m¨¢s vista: un glaciar azul fundi¨¦ndose y el oso blanco solo bogando desconcertado encima de un hielo suelto. Pero volvi¨® la luz, y la noche televisiva derrochaba energ¨ªas. Un nuevo grupo de voluntarios emparejados se met¨ªa con mucha moral en La casa de tu vida (Tele 5), y Drag¨® anunci¨® al comenzar Diario de la noche (Telemadrid) que hablar¨ªa de deportes a su modo; luego no pudo, por "la guada?a del tiempo", optando por atacar brevemente al f¨²tbol con palabras de Borges. En Noche Hache (Cuatro), los gui?oles hicieron un vaticinio respecto al apag¨®n: no habr¨¢ dentro de nueve meses un aumento significativo de nacimientos. L¨®gico. Cinco minutos es poco para el calentamiento y la emisi¨®n de flujos de una pareja amorosa.

Me fui a la cama d¨¢ndole vueltas al concepto de "refugiados clim¨¢ticos" que profetiz¨® un experto mexicano en el programa de Eva Hache, y al despertar ayer el oso blanco segu¨ªa all¨ª, flotando en su t¨¦mpano. Pero yo dir¨ªa que el unplugged se not¨® en los matutinos de la tele. Gonzalo Mir¨® (Las ma?anas de Cuatro) estaba muy suelto, bromista, optimista, hasta que en un zapping cre¨ª entender las razones: El programa de Ana Rosa (Tele 5) daba la noticia de que el chico ha terminado no s¨®lo con su novia Eugenia sino con la duquesa de Alba, que, entrevistada, dijo que ese final "lo ve¨ªa venir". En un hipn¨®tico efecto bucle (y no me refiero al peinado de la duquesa), mientras Tele 5 glosaba esa ruptura, la mesa femenina de Concha Garc¨ªa Campoy enaltec¨ªa a las suegras; Gonzalito, sin darse por aludido, segu¨ªa feliz, haci¨¦ndole caranto?as a una de las contertulias, la hermosa Martina Klein. Pero Ana Rosa cerr¨® con un tema hot: Isabel Preysler asegura, frente a los infundios de cierta prensa, que no utiliza t¨¦cnicas de calentamiento oriental para atraer a los hombres. "Nunca me he desmayado en mi vida". Eso se llama derrochar salud.