Transilvania se hace europea
Sibiu, en Rumania, invita a descubrir su cuidado centro hist¨®rico
Una ciudad muy bien conservada que se cura de las grandes heridas del siglo XX. Sus habitantes sufrieron el terror nazi y sovi¨¦tico. Hoy recupera su mejor pasado como capital europea de la cultura 2007.
Un centro antiguo sin muchos da?os? Pocas urbes centroeuropeas pueden presumir de tal cosa. Y menos tras un siglo XX con dos guerras mundiales. Quiz¨¢ Bamberg, en Baviera, que es como un pedazo de verdad arquitect¨®nica en medio de una Alemania reconstruida de arriba abajo. Pero m¨¢s hacia oriente, otra ciudad monumental, Sibiu (una de las Siebenb¨¹rgen, anta?o las siete grandes ciudadelas alemanas de Rumania), le gana por pura resistencia monta?esa. Esta poblaci¨®n de los C¨¢rpatos -en esa Transilvania m¨ªtica y cinematogr¨¢fica donde se acumula la niebla densa y abundan los bosques prietos; donde la l¨ªnea de monta?as dibuja un horizonte irregular, dram¨¢tico, que tan bien pegaba con las andanzas del literario conde Dr¨¢cula- no s¨®lo ha sobrevivido a las dos contiendas, sino a la desolada era comunista. Conocido es que este r¨¦gimen fue poco amigo de respetar los s¨ªmbolos art¨ªsticos y culturales de la historia imperial, burguesa, religiosa y capitalista precedente.
De supervivencia sabe mucho Sibiu: anta?o super¨® el asedio de t¨¢rtaros, de turcos, de incontables enemigos externos que la hicieron replegarse una y otra vez sobre sus muros m¨²ltiples, y de muchos otros internos bajo cuyas ¨®rdenes se demolieron gran cantidad de rincones monumentales, especialmente en el siglo XIX. A pesar de todo, aqu¨ª se alza hoy uno de los cascos hist¨®ricos medievales m¨¢s bellos de Europa y de la UE, ahora que Rumania forma parte del club de los Veintisiete. El centro de Sibiu es rico en fortificaciones, torres, murallas, plazas grandes o chicas, templos, museos, calles, callejones, escaleras... Y durante 2007, junto a Luxemburgo, podr¨¢ presumir de capital cultural europea.
El anillo peque?o
Hay que situarse en la parte alta, en la plaza Chica (la Piata Mica, el anillo peque?o, en contraposici¨®n al gran anillo, la Piata Mare, con su mezcla de estilos, cada casa una aventura; all¨ª donde residen los famosos, los que cuentan y pueden pagarlo). Hay que detenerse en ella y mirar alrededor, respirar su aire l¨ªmpido, empaparse de ese encanto que desprenden los lugares cargados de historias; aquellos que fueron bisagra entre mundos, entre el este y el oeste en este caso. Se ven iglesias, soportales, pasadizos que comunican plazas y con la noche se vuelven t¨¦tricos, casas se?oriales de piedra o mamposter¨ªa, tejados tan inclinados que parecen derretirse hacia el suelo vencidos por la nieve; tiendas, galer¨ªas, caf¨¦s, peque?os clubes a rebosar de adolescentes; chimeneas, patios, puentes... Como el llamado "de las mentiras", el primero construido en hierro en la zona, desde el que se aprecia la ciudad de arriba (Orasul de Sus) y la de abajo (Orasul de Jos). Aqu¨ª, la urbe interior, all¨¢ se intuye la exterior. Una es centenaria, art¨ªstica, delicada; la otra, contempor¨¢nea, ca¨®tica, brutal. Esa doblez tan rumana. Y esa iron¨ªa a veces tan cruel. Tal cual lo muestra un cartel bajo los soportales, en el Zigi Kultur Caf¨¦: "Inutilit¨¦ to be rromanian", as¨ª escrito. Esa idea, informa el gu¨ªa Mihai, domina la mentalidad del pa¨ªs. ?Lo dice en el puente de las mentiras? La tradici¨®n asegura que estando en ¨¦l se pueden afirmar muchas cosas. Y falsas o no, no se tendr¨¢ en cuenta. Por eso, quiz¨¢, pasean por all¨ª las parejas de enamorados...
Lo que luce verdadero es el lema con el que Sibiu celebra su capitalidad: "Ciudad cultural. Ciudad de culturas". Tambi¨¦n lo que dijo su alcalde, Klaus Johannis, de ascendencia alemana (elegido en 2000 con un 88,7% de los votos), en los fastos de inauguraci¨®n: "Cuna de la tolerancia y el car¨¢cter multi¨¦tnico". Al menos, desde el siglo XVIII, cuando se permiti¨® a h¨²ngaros y rumanos residir dentro de las murallas. Se olvid¨® de citar su riqueza religiosa, tal y como se aprecia en sus muchas catedrales (evang¨¦lica, cat¨®lica, ortodoxa) e iglesias. M¨¢s o menos imponentes, m¨¢s o menos repletas de pinturas; siempre bell¨ªsimas. Por ellas, por sus museos (el Bruckenthal, con una colecci¨®n de Rembrandt, Cranach, Rubens...), por las pistas de esqu¨ª al lado, por los balnearios de Ocna o Paltinis, por las aldeas sajonas de Marginimea Sibiului, por la cercan¨ªa del condado de Brasov y la fortaleza de Bran (el Museo de Dr¨¢cula), es Sibiu hoy uno de los lugares m¨¢s pr¨®speros de Rumania, polo de atracci¨®n cultural y tur¨ªstica. Especialmente para los alemanes.
Esta urbe fue primero romana y, desde el siglo XII, asentamiento de sajones y teutones (Hermannstadt); luego turca, de los Habsburgo, austroh¨²ngara... Pero el peso alem¨¢n permaneci¨®. Se aprecia en ese aire tan parecido a algunas ciudades de aquel pa¨ªs, en las tradiciones que a¨²n se conservan (aunque s¨®lo un 1% de sus 160.000 habitantes es hoy saj¨®n; un 20% en toda la zona), en el uso del alem¨¢n... Hubo un tiempo feliz en que los hijos de los sajones marchaban a estudiar a Viena y Berl¨ªn, y los artistas e intelectuales de Berl¨ªn y Viena se acercaban hasta Siebenb¨¹rgen. Pero si la arquitectura resisti¨® con tes¨®n los vaivenes del siglo XX, muchas de sus gentes no corrieron tal suerte. Sibiu, como tantos territorios del Este, fue escenario de deportaci¨®n y exterminio de jud¨ªos alemanes y otros pueblos a manos nazis. Y lo que vino luego no fue mejor: trabajos forzados en la URSS, p¨¦rdida de propiedades, humillaciones bajo el comunismo. As¨ª, al caer el muro de Berl¨ªn, miles optaron por marchar a la tierra de sus antepasados: "En unas semanas se vaciaron barrios y aldeas sajonas", se lee en www.siebenbuerger.de. De los casi 100.000 que resid¨ªan en el territorio en 1989, quedan apenas 20.000.
'Leaving Transylvania'
Es ¨¦sta una parte de la historia que a¨²n pesa. Un ejemplo: Leaving Transylvania (Abandonando Transilvania), documental que se proyecta estos d¨ªas y cuenta la historia de Hans y Maria Kenzel, de 70 a?os, quienes decidieron quedarse en vez de partir hacia la Alemania rica. "Los Kenzel cuidan de la iglesia en su aldea, limpian las campanas, ajustan los relojes, mantienen el rastro de un tiempo que ya termin¨®", se dice. Otro t¨ªtulo significativo: Los gitanos americanos: extranjeros en tierra de todos, sobre ese mill¨®n de gitanos casi fantasma, por lo ignorados, que habita en Am¨¦rica. ?Por qu¨¦ interesan en Sibiu? Porque esta zona tambi¨¦n est¨¢ marcada por los roma. Es m¨¢s: rey y emperador de la etnia gitana viven en Sibiu. Ambos en casas bien lujosas. El segundo, en una con muchas torres; a mayor n¨²mero, m¨¢s poder. Torres, verdadera obsesi¨®n aqu¨ª, si se consideran las cuatro decenas que proteg¨ªan un casco antiguo de 83 hect¨¢reas en el siglo XVII. Junto a ellas, paredes amuralladas de cuatro kil¨®metros, como capas de cebolla crecidas con el tiempo y los peligros. Dentro, un tesoro; fuera, el caos.
As¨ª debi¨® de ser anta?o: el arrabal. As¨ª es ahora: el c¨ªrculo exterior de Sibiu crecido en forma de pesadilla industrializada. Un contorno de aluvi¨®n, polucionado; el reino del coche a bocinazos y del todo vale en glorietas y carreteras hasta que se alcanza de nuevo el campo, el bosque de Dumbrava; hasta que la mirada regresa al pasado. Tal como siempre debieron de ser los C¨¢rpatos: campos y campos, niebla, casas solariegas unidas por grandes portalones que todo lo ocultan, carros tirados por caballos, las monta?as en el horizonte, el humo lejano de las chimeneas...
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir- Sibiu se encuentra en el centro de Rumania, unos 270 kil¨®metros en coche al noroeste de Bucarest.- Austrian Airlines (www.aua.com; 902 25 70 00) vuela al aeropuerto de Sibiu con una escala en Viena; ida y vuelta desde Madrid, a partir de 421,36 euros, tasas y gastos incluidos, y desde Barcelona, a partir de 371,36 euros, tambi¨¦n precio final.Informaci¨®n- Oficina de turismo de Sibiu (www.sibiu.ro; 269 20 89 13).- Sibiu Capital Europea de la Cultura 2007 (www.sibiu2007.ro). www.cjsibiu.ro.- Oficina de turismo de Rumania en Espa?a (914 01 42 68; www.rumaniatour.com).- La web de turismo rumano www.romaniatourism.com ofrece una base donde se pueden buscar las se?as de hoteles y otros alojamientos.- Asociaci¨®n rumana de alojamientos de Bed & Breakfast (www.bed-and-breakfast.ro).- Asociaci¨®n rumana de Turismo Rural (www.antrec.ro).- Red de albergues juveniles en Rumania (www.hihostels-romania.ro).
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