Preston y Cebri¨¢n analizan la figura de Franco, "un dictador de novela"
Juan Luis Cebri¨¢n traz¨® ayer un perfil del general Franco como "un hombre mediocre y cutre pero astuto" que se apoy¨® en los aparatos represores de la dictadura para mantener el poder. El consejero delegado de PRISA y el historiador e hispanista Paul Preston participaron en Londres en el coloquio inaugural de la serie Franco, un dictador de novela, organizada por el Instituto Cervantes de la capital brit¨¢nica en colaboraci¨®n con la London School of Economics. La serie pretende contrastar la visi¨®n que historiadores y novelistas tienen sobre el dictador.
"Franco es un personaje que vivi¨® siempre detr¨¢s de una serie de m¨¢scaras que ¨¦l mismo cultiv¨®", explic¨® Preston. "En ?frica cultiv¨® su imagen como el 'as de la legi¨®n'. En la guerra se convirti¨® en 'el Cid del siglo XXI'. Luego, cuando esperaba recrear el Imperio de la mano de Hitler, la imagen del nuevo Carlos V o Felipe II. Luego la del 'capit¨¢n de Numancia', resistiendo un bloqueo que nunca existi¨®. Y finalmente se present¨® como 'el abuelo de Espa?a".
Cebri¨¢n expuso sus reflexiones sobre el Caudillo a partir de su reciente novela Francomoribundia, que decidi¨® escribir "meti¨¦ndome en la cama de Franco", recreando lo que el moribundo general pensaba de s¨ª mismo en sus ¨²ltimos meses de vida, "cabreado porque nadie le hac¨ªa caso a ¨¦l, que hab¨ªa cumplido con la misi¨®n divina de salvar a Espa?a y ten¨ªa que soportar a su familia pel¨¦andose para repartirse la herencia pol¨ªtica y temporal", ironiz¨®.
El horror de la represi¨®n
Cebri¨¢n se present¨® como "un hijo del r¨¦gimen casado con la hija de un comunista represaliado, un obrero del metal" y sostuvo que "los espa?oles no han sabido nada sobre los horrores de la represi¨®n que sigui¨® al final de la guerra hasta que Franco estuvo f¨ªsicamente muerto". "Franco nunca dej¨® de ser un militar africanista que siempre trat¨® a los espa?oles como soldados", afirm¨®, en parte como explicaci¨®n de su personalidad de dictador fr¨ªo, que nunca neg¨® la existencia de la represi¨®n porque siempre pens¨® "que hac¨ªa bien".
A su juicio, el franquismo represent¨® de alguna manera lo que defini¨® como "la Espa?a del PP tal y como a¨²n la ve mucha gente: catolicidad, orden, disciplina e ir bien vestido". "La mitad de Espa?a a¨²n es as¨ª y por eso gobern¨® durante 40 a?os. Representa a un espa?ol medio", advirti¨®.
Aunque en su novela ha renunciado a hacer meramente una cr¨ªtica feroz del r¨¦gimen, se?al¨®: "No creo que hiciera nada positivo que se le deba agradecer, pero dentro del franquismo se hicieron muchas cosas positivas pese al sistema". "La transici¨®n no se entiende sin tener en cuenta que hab¨ªa franquistas decentes y que la guerra civil dur¨® 40 a?os. La transici¨®n es fruto del miedo de los franquistas a que les pidieran cuentas y del deseo de la izquierda de tener una vida normal".
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