Marcelinho rescata a la Penya
El base le da la vuelta a un partido que el Girona ten¨ªa en la mano
La exuberancia del DKV Joventut se sobrepuso a la m¨¢quina de precisi¨®n con la que Pesic intent¨® darle cuerda al Akasvayu Girona. El partido pendi¨® de un mont¨®n de detalles en un final igualad¨ªsimo y que no tuvo desenlace hasta despu¨¦s de la pr¨®rroga que fue necesario disputar.
Tres se antojan decisivos: la irrupci¨®n de Marcelinho Huertas en el momento m¨¢s delicado para el Joventut, un fallo mortal de necesidad de Germ¨¢n en la que presumiblemente iba a ser la ¨²ltima posesi¨®n camino de la victoria del Akasvayu y el traspaso de esa leve, intangible pero evidente autoridad psicol¨®gica que supuso la pr¨®rroga. Fue un punto de inflexi¨®n a partir del que cual el Akasvayu empez¨® a errar los tiros libres que antes met¨ªa y a evidenciar una leve sombra de duda para hacer jugada frente a la defensa del Joventut.
AKASVAYU GIRONA 82 - DKV JOVENTUT 84
PRORROGA
Akasvayu Girona: Marinovic (14), McDonald (13), Salenga (19), Fucka (11), Bagaric (2) -cinco inicial-, Sada (3), Gasol (7), San Emeterio (-), Thorton (9) y Gabriel (4).
DKV Joventut: Bennett (-), Fern¨¢ndez (17), Gaynes (6), Barton (13), Archibald (17) -cinco inicial-, Rubio (9), Betts (3), V¨¢zquez (8), Sullivan (-), Huertas (9) y Lavi?a (2).
Arbitros: De la Maza, P¨¦rez P¨¦rez y Redondo. Excluyeron por personales a V¨¢zquez (m.42), Gasol (m.43), Sada (m.44)
9.500 espectadores en el Jos¨¦ Mar¨ªa Carpena de M¨¢laga.
1? CUARTO: 23-17
2? CUARTO: 16-20
3? CUARTO: 19-17
4? CUARTO: 17-21
PRORROGA: 7-9
De inicio, hab¨ªa sucedido todo lo contrario: el Akasvayu atac¨® el aro a quemarropa. Cuando no met¨ªa el bal¨®n a sus p¨ªvots, Salenga y Marinovic penetraban hasta llegar a la anilla. La Penya se pas¨® medio partido buscando la llave para cerrar su zona. El partido pintaba para los de Girona. Abrumaban bajo el aro y eso les solucionaba la papeleta. El r¨¦gimen de revoluciones de su bater¨ªa de p¨ªvots marc¨® el ritmo de los acontecimientos. El Akasvayu tiraba del hilo con ventajas que rondaban los diez puntos (31-20). No necesitaba de los esfuerzos adicionales que requer¨ªa el juego de la Penya. Presiones puntuales por toda la cancha, sobreesfuerzos defensivos, feroces luchas por el rebote ofensivo.
Pero los de Badalona cuentan con un jugador capaz de marcar la l¨ªnea en ese tipo de situaci¨®n. Diecis¨¦is a?os tiene, nunca est¨¢ de m¨¢s recordarlo. Se llama Ricky Rubio. Es una centella, un comecocos defensivo. Roba balones, mete sus largos brazos, molesta al jugador atacante, es capaz de multiplicarse para ayudar a sus compa?eros en la tarea de contenci¨®n y, pese a que todav¨ªa debe pulir su tiro, ve la jugada de maravilla y se convierte igualmente en un basti¨®n ofensivo gracias a su manejo del bal¨®n y su acierto en el pase y en la asistencia.
Las salidas de Ricky desde el banquillo resultaron fulgurantes. Le dio vida a su equipo, que durante las fases en que estuvo contra las cuerdas. Era cuando Salenga se le escapaba repetidamente a Barton, cuando el checo, Rudy, Bennet y Barton no ajustaban la mirilla en los triples (3 de 16 entre los cuatro en la primera parte), mientras que Gaines y Betts no lograban ganarse la vida cerca del aro. Pero el Joventut se aplic¨® en la tarea, tiro m¨¢s de tres que de dos a pesar de que sus porcentajes no fueron buenos, meti¨® balones dentro pese a que no resolvi¨® bien pero en cambio s¨ª forz¨® constantes faltas. Su perseverancia le llev¨® a meterse a llegar al ¨²ltimo cuarto a tiro de piedra del objetivo (58-54).
El Akasvayu jug¨® el segundo tiempo a la yugoslava, midiendo cada una de sus posesiones frente a las embestidas del Joventut. Y tambi¨¦n ante las argucias de A¨ªto, que plant¨® una zona defensiva cuando restaban tres minutos para el final y su equipo perd¨ªa por cinco puntos (67-62). Ni as¨ª. El Akasvayu apenas ced¨ªa. Exhausto Ricky Rubio, A¨ªto recurri¨® a Marcelinho Huertas.
Su irrupci¨®n result¨® demoledora para el Akasvayu que, a¨²n as¨ª, tuvo el partido en la mano. Anot¨® Marcelinho. Quedaban ocho segundos. Sac¨® Fucka de fondo. Pero a Germ¨¢n se le fue el pase. Volvi¨® a anotar Marcelinho. Pr¨®rroga. A partir de entonces, todo cambi¨®. Fue el Akasvayu el que fue a remolque y el que dobl¨® el espinazo a pesar de que McDonald dispuso de un ¨²ltimo intento triple, pero sin tiempo, sin posici¨®n y, dir¨ªa, que sin fe.
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