Al Qaeda entrena en el desierto del Sahel a 'yihadistas' reclutados en Espa?a
Yihadistas reclutados en Espa?a est¨¢n siendo entrenados en el manejo de armas y explosivos en los desiertos del Sahel, la regi¨®n ¨¢rida y semides¨¦rtica de ?frica que se extiende desde el oc¨¦ano Atl¨¢ntico hasta el mar Rojo. Bin Laden ha establecido en Mal¨ª, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del planeta, una base de entrenamiento de Al Qaeda y sus aliados argelinos del Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate, seg¨²n servicios secretos europeos y estadounidenses. Bin Laden ha cumplido su objetivo de tener en ?frica una base cercana a Europa desde la que atacarla.
El Sahel es una tierra de miseria extrema, fronteras difusas y Gobiernos d¨¦biles
Los campos de entrenamiento en Mal¨ª, Mauritania y N¨ªger est¨¢n considerados la mayor amenaza para Europa
La polic¨ªa cree que varios radicales captados por el reclutador detenido esta semana en Reus ya entrenan en el Sahel
El 20% de los terroristas suicidas en Irak procede supuestamente del grupo llamado ahora Al Qaeda en el Magreb
"La gente es pobre y se convierte en lo que le pidan", explica un funcionario de Mal¨ª
Los servicios de inteligencia espa?oles ven con preocupaci¨®n la nueva base de Al Qaeda
En el enorme y ca¨®tico mercado de Bamako que rodea a la Gran Mezquita, un hormiguero en el que se concentran miles de malienses, escasean los hiyab (pa?uelo isl¨¢mico) y es dif¨ªcil encontrar a una mujer que se cubra con un burka. Pero en ciudades y pueblos del norte de Mal¨ª como Kidal, Tombuct¨² y Gao la estampa cambia y aparecen signos del fundamentalismo. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en Mal¨ª, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del planeta? ?Por qu¨¦ se habla de yihad entre algunos ¨¢rabes y tuaregs? Informes de los servicios de inteligencia europeos y norteamericanos aseguran que este gigantesco oasis se ha convertido en la nueva base de descanso y entrenamiento de Al Qaeda y sus asociados argelinos del Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate (GSPC), una escisi¨®n del Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA).
Bin Laden cuenta ya con uno de sus sue?os m¨¢s anhelados: un fiel aliado en ?frica y una base pr¨®xima a Europa desde la que preparar nuevos ataques.
"Estoy con Osama mientras porta el estandarte en la vanguardia. Estoy con Osama proporcionando una victoria urgente o concediendo la dignidad a los m¨¢rtires... No encontrar¨¢ en nosotros m¨¢s que o¨ªdo y obediencia", afirma Abu Musab Abde I Wadud, el emir argelino del GSPC, en el manifiesto de lealtad a Bin Laden que hizo p¨²blico el pasado 13 de septiembre. Una alianza que ha disparado las alarmas entre los responsables de la seguridad de la Uni¨®n Europea, en especial los de Espa?a y Francia por la numerosa presencia de militantes del GSPC en ambos pa¨ªses. En diferentes ciudades espa?olas han sido detenidos desde 2001 un centenar de miembros de este grupo que, adem¨¢s, recluta muyahidin para enviarlos a distintas zonas de conflicto internacional.
Yihadistas reclutados en Espa?a por el GSPC est¨¢n siendo entrenados en el manejo de armas, explosivos y venenos en campos de adiestramiento en estos desiertos del Sahel, la regi¨®n ¨¢rida y semides¨¦rtica de ?frica que se extiende desde el oc¨¦ano Atl¨¢ntico hasta el mar Rojo, en contacto con las m¨¢rgenes meridionales del desierto del S¨¢hara, seg¨²n se?alan a este peri¨®dico fuentes de la lucha antiterrorista. La polic¨ªa cree que varios de los 35 yihadistas captados en Catalu?a por el profesor de taekwondo Mbar El Jaafari, militante marroqu¨ª del GSPC detenido la pasada semana en Reus (Tarragona), han viajado a los campos del Sahel. All¨ª cuentan con armas pesadas, morteros, misiles tierra-aire y tel¨¦fonos por sat¨¦lite.
El pasado 25 de enero, Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional; Hassan El Oufi, fiscal general de Marruecos, y Jean Claude Marin, fiscal antiterrorista de Par¨ªs, firmaron en Rabat un acuerdo por el que se comunicar¨¢n en tiempo real la informaci¨®n antiterrorista sobre las redes de Al Qaeda. Las lentas comisiones rogatorias y la burocracia judicial han desaparecido para combatir con mayor agilidad el terrorismo islamista. La cumbre de los fiscales antiterroristas se centr¨® en los nuevos campos de entrenamiento del Sahel y en el peligro que representan para estos tres pa¨ªses. Argelia no se sum¨® al acuerdo por sus tradicionales discrepancias con Marruecos.
"Ya no tienen que ir a Afganist¨¢n ni a Irak. Ahora entrenan aqu¨ª al lado. La marcha y el retorno es mucho m¨¢s f¨¢cil, por lo que el peligro aumenta", se?ala uno de los firmantes del acuerdo. "El foco en materia de seguridad est¨¢ cambiando. Es importante que la informaci¨®n se comparta no s¨®lo a nivel policial", apunta ?ngel Lorente, el magistrado espa?ol de enlace en Rabat.
Los hombres del GSPC que tradicionalmente operaban en Argelia han encontrado aliados en las zonas m¨¢s deprimidas de Mauritania, Mal¨ª, N¨ªger y Chad, en una vasta tierra de nadie donde trapichean y roban con la ayuda de n¨®madas, pastores y cheijs locales a los que proporcionan dinero y veh¨ªculos todo terreno; a su vez piden protecci¨®n.
Amari Saifi, ex paracaidista del ej¨¦rcito argelino y l¨ªder del GSPC detenido en Chad en 2004, anud¨® los primeros lazos de su grupo en esta zona mediante una estrategia tan antigua como el matrimonio de conveniencia. El Para, como le denominaban los suyos, se cas¨® con tres j¨®venes tuaregs en Mal¨ª. "La gente es muy pobre y si les dan dinero se convierten en salafistas, en yihadistas o en lo que les pidan", se justifica el funcionario Omar Sangari, de 49 a?os, en su viejo despacho del Ministerio de Administraci¨®n Territorial en Bamako. "Son traficantes de armas, drogas y tabaco. Est¨¢n desde la frontera sur de Argelia hasta Chad y Sud¨¢n. Venden su bot¨ªn en Egipto, all¨ª hay mucho dinero, y las armas acaban en Palestina o Irak", explica.
Servir en el ej¨¦rcito como lo hizo Saifi no parece impedimento para apoyar al GSPC. El tuareg Fagada, rebelde contra el Gobierno de Mal¨ª, era coronel del raqu¨ªtico ej¨¦rcito maliense, 7.350 hombres, hasta el pasado 23 de mayo en que asalt¨® un cuartel militar en Kidal y rob¨® decenas de armas. Iyad ag Ali, "mercenario en Palestina y Libia", seg¨²n le describe Sangari, y Bahanga son los otros rebeldes del norte que apoyan a los salafistas en un pa¨ªs donde la poblaci¨®n urbana es minoritaria, el analfabetismo supera el 80% y la esperanza de vida roza los 48 a?os. Los tres viven libres en el desierto o las monta?as y el Gobierno maliense negocia con ellos sin perseguirlos. "No son terroristas, son rebeldes que luchan por mejorar las terribles condiciones de su pueblo, el m¨¢s pobre del pa¨ªs", asegura Ousmane Maiga, natural de Gao. Los tuaregs son una minor¨ªa en Mal¨ª, alrededor de 200.000.
Iyad ag Ali fue la persona que intermedi¨® con el GSPC para liberar a 32 turistas alemanes secuestrados en 2003 por este grupo terrorista en la frontera entre Argelia y Mal¨ª y trasladados a miles de kil¨®metros al noroeste de Tombuct¨². Se sospecha que el Gobierno alem¨¢n pag¨® para recuperarlos. "Fue una mediaci¨®n muy complicada", recuerda el coronel Baba Tou¨¦, gobernador de Gao y mediador junto al rebelde Ali. Desde hace meses, los servicios secretos argelinos intentan comprar el apoyo de los tuaregs rebeldes para que dejen de asistir y dar cobijo a los terroristas del GSPC, seg¨²n se?ala un responsable de los Renseignements Generaux, uno de los servicios secretos franceses.
Los servicios de informaci¨®n e inteligencia espa?oles observan la nueva base de Al Qaeda en el Sahel con inter¨¦s y preocupaci¨®n. "Por esa zona el GSPC campa a sus anchas. Es una tierra inh¨®spita donde hacen lo que quieren. Las Fuerzas Armadas argelinas entran a veces para atacarles, pero sirve de poco. Con Mauritania, Mal¨ª o Nigeria no podemos contar, son pa¨ªses muy pobres y no responden. Al Qaeda ha encontrado all¨ª un para¨ªso, un territorio de descanso y entrenamiento pr¨®ximo a Europa", se?ala un analista. "Es un peligro potencial para Francia y Espa?a", responde un jefe de la Guardia Civil.
El Hadj Issiaka Traer¨¦, de 58 a?os, responsable de la Divisi¨®n de Asuntos Religiosos de Mal¨ª, es un hombre simp¨¢tico y afable, pero tuerce el gesto cuando se le pregunta por la creciente presencia en su pa¨ªs de predicadores paquistan¨ªes. "Es verdad que hemos expulsado a algunos por actividades sospechosas y por predicar sin autorizaci¨®n, pero de momento la situaci¨®n aqu¨ª no es preocupante. Nosotros somos pac¨ªficos, no queremos saber nada de la yihad". En el ¨²ltimo a?o se ha incrementado la presencia de predicadores paquistan¨ªes y saud¨ªes que recorren las mezquitas malienses hablando del Cor¨¢n y, en ocasiones, de la yihad.
El 90% de los 13,5 millones de habitantes de Mal¨ª son musulmanes. Hay registradas 17.500 mezquitas, pero los servicios de informaci¨®n alertan de la presencia de estos nuevos predicadores que con dinero procedente de Arabia Saud¨ª extienden la corriente wahabita y levantan nuevos templos, orfanatos y centros de caridad en Tombuct¨² y en pueblos del desierto, siempre en las zonas del norte m¨¢s pobres y desfavorecidas.
?Es cierto que cada vez hay m¨¢s imanes radicales en Mal¨ª? "A los que hacen una aplicaci¨®n estricta del islam les llamamos radicales. No le niego que existen en todo el pa¨ªs. Hay moderados y tambi¨¦n lo que usted llama radicales", responde el responsable de Asuntos Religiosos. "En mi pa¨ªs la cultura est¨¢ siempre por delante de la religi¨®n", comenta un joven im¨¢n en uno de los barrios m¨¢s pobres de Bamako.
Algunos observadores argelinos aventuraron que con la detenci¨®n en Chad de Amari Saifi, el ex paracaidista convertido en terrorista, el GSPC estaba tocado de muerte. Pero se equivocaron. Los nuevos aliados de Al Qaeda viven ahora un periodo de expansi¨®n. "El movimiento yihadista es global. No importa la nacionalidad, s¨®lo la creencia. Y el GSPC se ha convertido en un movimiento internacional y se est¨¢ nutriendo de militantes en esos nuevos territorios del Sahel", reflexiona un responsable espa?ol de la lucha antiterrorista. "De Europa traen a entrenar aqu¨ª a gente captada en Francia y Espa?a", asegura una fuente diplom¨¢tica.
En 2004 y 2005, las p¨¢ginas del GSPC en Internet anunciaron el nacimiento de un nuevo grupo yihadista en Argelia, "Al Qaeda en la tierra de los bereberes", inspirado en "Al Qaeda en la tierra de los dos r¨ªos", uno de los nombres que usa la compleja red de Al Zarqaui en sus ataques a Irak. Desde hace varias semanas y tras su alianza con Bin Laden se hacen llamar "Al Qaeda en el Magreb". Pero al margen de denominaciones su presencia internacional produce v¨¦rtigo: el 20% de los suicidas extranjeros en Irak procede presuntamente de sus filas y, seg¨²n fuentes sirias, en 2005 arrestaron a 150 argelinos que intentaban cruzar la frontera para unirse a la insurgencia. En los dos ¨²ltimos a?os, las autoridades argelinas han extraditado a Marruecos y T¨²nez a m¨¢s de 20 personas que pretend¨ªan unirse al movimiento.
Los expertos aseguran que al GSPC se le ha quedado peque?a su base argelina. Adem¨¢s del Sahel sus c¨¦lulas durmientes se extienden a Espa?a, donde obtienen financiaci¨®n de la delincuencia com¨²n y captan militantes, as¨ª como a Francia, Italia, Reino Unido, Afganist¨¢n y Chechenia.
No hay fronteras para la yihad. En 2005, la Guardia Civil detuvo en la Costa del Sol a siete argelinos del GSPC que asaltaban chal¨¦s de lujo y robaban joyas en Marbella y M¨¢laga. Enviaban su bot¨ªn a Abu Haitan, uno de los dirigentes de este grupo en el Sahel. Los brillantes robados en Puerto Ban¨²s sirvieron para financiar la muerte de m¨¢s de 50 personas en Argelia, Mauritania, Mal¨ª y Afganist¨¢n
La Administraci¨®n de Georges Bush ha enviado a Tombuct¨² y Gao a fuerzas especiales para entrenar a las tropas de Mal¨ª en contraterrorismo y combate en el desierto. Tambi¨¦n les han facilitado algunos veh¨ªculos y equipos de comunicaciones. Pero las autoridades en Bamako sonr¨ªen cuando se les pregunta si su peque?o ej¨¦rcito puede perseguir a los hombres del GSPC o descubrir sus campos de entrenamiento. "El norte es enorme, es imposible vigilar esas fronteras y hasta el Gobierno act¨²a como si fuera tierra de nadie", reconoce un funcionario del Gobierno. Y a?ade: "?Por qu¨¦ cree usted que los rebeldes tuaregs, que desde los a?os cincuenta han hecho tres revoluciones, hacen lo que quieren? La iniciativa del Gobierno de EE UU contra el terrorismo en el Trans¨¢hara est¨¢ siendo un fracaso", asevera un diplom¨¢tico europeo acreditado en Bamako.
?Qu¨¦ se puede hacer cuando en una zona como el Sahel, con fronteras difusas y Gobiernos d¨¦biles, se asienta el principal aliado en ?frica de Bin Laden?
"Hay iniciativas diplom¨¢ticas, los servicios de inteligencia han transmitido la amenaza, pero podemos esperar muy poco de pa¨ªses donde la pobreza es extrema. Observamos la salida de los pesqueros y los barcos procedentes de Or¨¢n (Argelia). Algunos de los que se han formado en el Sahel regresan a Europa con la orden de atacar", reconoce un agente espa?ol especializado en el Magreb.
La extrema pobreza del norte de Mal¨ª es un caldo de cultivo que aprovechan los islamistas, mientras el Gobierno maliense sigue haciendo promesas de un desarrollo que no llega. El general Kafougouna Kone, de 60 a?os, ministro de Administraci¨®n Territorial, habla de Kidal, uno de los lugares m¨¢s deprimidos, como una bonita ciudad "que ha cambiado mucho". "Estamos llenos de proyectos para desarrollar el norte", espeta orgulloso.
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