Engordar pollos al margen de la ley
En Goi¨¢n-Tomi?o una granja produce 80.000 aves para carne sin respetar las normas de prevenci¨®n de la gripe aviaria
En Galicia hay censadas 74.973 granjas av¨ªcolas. Ni en la Xunta ni en ning¨²n otro organismo hay constancia cierta del grado de cumplimiento de las normas de producci¨®n y sanitarias de estas plantas, salvo las de reciente implantaci¨®n, que s¨ª cumplen. En Goi¨¢n-Tomi?o, por ejemplo, hay una cu¨¢druple explotaci¨®n en dos naves que suscitan la alarma del vecindario por sus condiciones de producci¨®n. Las amenazas de la gripe aviaria son el ¨²ltimo toque de atenci¨®n en la alerta vecinal, ya activada por los malos olores.
"?ste es un municipio agr¨ªcola y ganadero y yo tengo que defender lo que siempre hubo aqu¨ª", aduce el alcalde de Tomi?o, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Lorenzo, a prop¨®sito de la granja de Goi¨¢n y las m¨²ltiples reclamaciones vecinales. "La granja estaba antes que sus casas: no las hubieran comprado". Seg¨²n ¨¦l, las instalaciones cumplen todas las normas, "y si tienen que aplicar medidas correctoras que marque Medio Rural, pues que las apliquen. Pero por mi parte, tienen todo en regla y todas las bendiciones".
En Galicia hay riesgos de gripe aviaria, los expertos recomiendan extremar la vigilancia
El alcalde defiende las instalaciones sin licencia porque "aqu¨ª estuvieron siempre"
La granja fue construida hace 40 a?os en el monte, no molestaba a nadie. Tiene capacidad para producir 80.000 pollos. Es propiedad de un constructor que la explotaba y que hace seis a?os decidi¨® urbanizar una zona pr¨®xima, a 40 metros de la granja. Vendi¨® las viviendas con la granja cerrada. Pero en el verano de 2000 la alquil¨® y las instalaciones reanudaron su actividad. "Ah¨ª empez¨® nuestro calvario", se?ala Avelino Beiro, portavoz del vecindario de la urbanizaci¨®n, en la que residen unas 60 personas.
Al denso olor a gallinaza se fueron sumando otras evidencias: proliferaci¨®n de roedores y, en verano, "nubes de insectos que te devoran", dice Beiro. "No podemos abrir las ventanas". En 2005 lo denunciaron al Seprona y, sucesivamente, a las conseller¨ªas de Medio Rural, de Sanidade, de Medio Ambiente... Y al Defensor del Pueblo en su triple direcci¨®n: en Santiago, en Madrid y en Bruselas. En ¨¦sas andan, valorando respuestas y recursos. "Con todo lo que dicen de prevenir la gripe aviaria, ?c¨®mo es posible que pueda mantenerse algo as¨ª!", se alarma Beiro.
Las competencias en el asunto est¨¢n repartidas, pero todas pasan por la clave de la licencia de actividad, que es competencia municipal. Con el alcalde se han entrevistado varias veces y ya tienen claro que no est¨¢ por la labor de cerrar la granja. "Est¨¢ acogida a una disposici¨®n transitoria de un decreto promulgado por la Xunta en 2004", hab¨ªa dicho el alcalde Fern¨¢ndez Lorenzo a este peri¨®dico. "Ese decreto es de contenido urban¨ªstico, lo hicieron contra el fe¨ªsmo, no tiene nada que ver con la producci¨®n ganadera", replica Beiro. "Y si as¨ª fuera", prosigue Beiro, "?por qu¨¦ la Xunta est¨¢ pidiendo al ayuntamiento la licencia de actividad?".
Un veterinario de Medio Rural hizo una inspecci¨®n y pudo certificar que no hab¨ªa tan malos olores "porque se present¨® a los dos d¨ªas de vaciarse la granja". Sucede cada mes y medio, que es lo que duran los ciclos de engorde de los pollos. "Es como si hubiera pasado por otro sitio", ironiza Beiro a costa del informe del veterinario.
Vio un cierre perimetral que no existe y no vio los residuos de la limpieza de las instalaciones, que sistem¨¢ticamente se vierten en una cuneta pr¨®xima. No vio que los operarios prescinden de usar ropa espec¨ªfica, como manda la normativa, ni que las instalaciones est¨¢n forradas de poliuretano, donde hacen cama y anidan los insectos. No vio que, a partir de la primavera, se abren las puertas y los pollos salen a pastar en contacto con patos y otras aves salvajes. En fin, para no hacerlo exhaustivo, tampoco vio que los pollos muertos se arrojan directamente al campo o a una fosa s¨¦ptica, que hiede cuando se destapa. Es lo que los vecinos dicen ver a diario, "una transgresi¨®n completa y detallada de todas las normas que dicen que se est¨¢n aplicando para prevenir los riesgos de gripe aviaria. Aqu¨ª se las pasan todas por el forro".
Para que no falte nada, el estuario del Mi?o, zona declarada de especial vigilancia en la prevenci¨®n de la gripe aviaria, est¨¢ a s¨®lo 15 kil¨®metros. Y a partir de la primera, la convivencia en el solar de las aves migratorias con los pollos es fraternal.
Precisamente la semana pasada Juan Jos¨¦ Badiola, presidente del Consejo General de Veterinarios de Espa?a y vicepresidente del comit¨¦ cient¨ªfico espa?ol de Seguridad Agroalimentaria, recomendaba a la Xunta y a los propietarios de granjas "extremar la vigilancia" para evitar posibles brotes de gripe aviaria, tras confirmarse la presencia del virus en Reino Unido y Hungr¨ªa.
Badiola abog¨® por el incremento de los controles "teniendo en cuenta que esta autonom¨ªa se encuentra en el corredor de la costa atl¨¢ntica, donde ha aparecido uno de estos brotes". El presidente de los veterinarios espa?oles se mostr¨® partidario de mantener alerta el sistema de vigilancia mediante el control de los humedales y el incremento de las muestras en aves muertas "para detectar posibles casos de animales contaminados". Tambi¨¦n recomend¨® a las granjas "extremar" esta vigilancia. No parece que en la granja de Goi¨¢n sigan estas recomendaciones ni de lejos.
Paralelamente, Juan Jos¨¦ Badiola, en relaci¨®n con la dispersi¨®n de competencias sobre el asunto, respald¨® la propuesta de crear en Galicia una agencia de seguridad agroalimentaria, tal y como demandan los veterinarios gallegos. Este organismo dar¨ªa respuesta a las exigencias de los consumidores sobre el tratamiento y control integral de los alimentos, adem¨¢s de permitir modernizar el sector veterinario.
Cruces de competencias
La gran mayor¨ªa de las 75.000 granjas av¨ªcolas que hay en Galicia se construy¨® en la d¨¦cada de los a?os 60 del pasado siglo, en plena euforia del desarrollismo. Estas instalaciones est¨¢n afectadas por el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas de 1961, a¨²n vigente.
Pero entonces, bastaba con retirarse al monte, apartarse de los n¨²cleos urbanos para construirlas. Cumplido ese requisito, los ayuntamientos no pon¨ªan demasiados reparos a su funcionamiento, que t¨¢citamente consent¨ªan sin expedir licencia de actividad. Hasta hoy, cuando ya muchas de aquellas plantas se han quedado obsoletas, aunque se siga produciendo en ellas. En la Xunta no hay constancia de cu¨¢ntas puedan ser y derivan la decisi¨®n de cerrarlas o no a las competencias de cada ayuntamiento. En Rivadumia fueron cerradas algunas a ra¨ªz de las protestas vecinales.
La situaci¨®n de estas granjas aflora, como en Goi¨¢n, por las quejas y denuncias de los ocupantes de las urbanizaciones que se han ido construyendo en las cercan¨ªas. Medio Rural tiene la competencia de fijar las condiciones de la producci¨®n: en las granjas modernas, que tambi¨¦n las hay en Goi¨¢n, nadie se percata de su actividad en el exterior. Sanidade, para garantizar la calidad del producto, carne o huevos, que llega al mercado. Y Medio Ambiente se responsabiliza de que la actividad no causa estragos en el entorno.
Demasiadas ventanillas, seg¨²n los expertos, lo que dar¨ªa pie a descoordinaci¨®n y m¨¢s riesgos en relaci¨®n con la prevenci¨®n de la gripe aviaria, que pide unificar las actuaciones.
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