La junta decide que Rijkaard y Txiki juzguen la rebeli¨®n

Joan Laporta, el presidente del Bar?a, decidi¨® ayer que sean el entrenador, Frank Rijkaard, y el director deportivo, Txiki Begiristain, quienes decidan qu¨¦ hacer con Eto'o al considerar que se trata de un episodio deportivo y que todav¨ªa est¨¢ circunscrito al vestuario. La junta cree que de esa forma concede el poder y legitima a Rijkaard para juzgar la rebeli¨®n del jugador. Su deseo es que la situaci¨®n se reconduzca ante el calendario que le aguarda al Bar?a (Valencia, Sevilla, Real Madrid y Liverpool en la Champions) pero tambi¨¦n sabe que el caso se cerrar¨¢ en falso. La posible marcha de Eto'o en junio est¨¢ en el aire.

Pese a la gravedad de la crisis deportiva, la junta record¨® que ya ha afrontado episodios institucionales de m¨¢s trascendencia, como la marcha del grupo de directivos de Sandro Rosell o el de Alejandro Echevarr¨ªa, cu?ado del presidente. Pero nunca un jugador hab¨ªa dejado a Laporta en una situaci¨®n delicada, quien por la ma?ana intent¨® justificar a Eto'o al decir que no jug¨® para proteger su rodilla. Laporta le defendi¨® a riesgo de lanzar sombras sobre Rijkaard, con quien mantiene una relaci¨®n de fidelidad mutua. La estrategia no sirvi¨® de nada.

El Bar?a se entren¨® el lunes al mediod¨ªa y Eto'o, alegando que le dol¨ªa la rodilla, se qued¨® en el gimnasio haciendo ejercicios de musculaci¨®n. Fue entonces cuando llam¨® a Laporta y le dijo que le quer¨ªa explicar su versi¨®n sobre lo sucedido. Se vieron a las cinco de la tarde. Y en esa reuni¨®n, Eto'o le comunic¨® que estaba harto de muchas cosas, que buscara una salida a su caso y rechaz¨® que se hubiera negado a jugar. Eto'o adujo que los m¨¦dicos le aconsejaron que calentara un m¨ªnimo de 15 minutos. No los cumpli¨®: calent¨® 13. Laporta se dej¨® arrastrar por ese argumento al querer liquidar el incidente lo antes posible. Parec¨ªa que el caso estaba reconducido y desde el entorno de Eto'o se emit¨ªan mensajes de que era consciente de su error. Los t¨¦cnicos confiaban en que evitar¨ªa el cisma y que primar¨ªa el sentido com¨²n. Quer¨ªan que asumiera que una cosa son sus ansias de jugar y otra el estado de su rodilla, a¨²n d¨¦bil. Pero fue una conclusi¨®n precipitada: Eto'o, por la noche, escuch¨® cr¨ªticas que no le gustaron en alguna tertulia televisiva; por la ma?ana, tampoco le agradaron las portadas de algunos peri¨®dicos.

Ajeno a ello, Laporta present¨® en el Camp Nou un acto de cooperaci¨®n internacional y ejerci¨® de bombero. Dio por buena la tesis de Eto'o de que no jug¨® por prudencia. "No hizo ning¨²n gesto impropio e incorrecto que pudiera exteriorizar un enfrentamiento con el entrenador. Rijkaard lo entender¨¢ y lo solucionar¨¢ como siempre, con su maestr¨ªa para llevar el vestuario y tratar a los jugadores". Una hora m¨¢s tarde, Eto'o dejaba en evidencia a Laporta, a Rijkaard, Ronaldinho y alud¨ªa a la divisi¨®n del vestuario. Eto'o intent¨® luego en vano ponerse en contacto con el t¨¦cnico. Laporta ya no habl¨® en un acto posterior. Les toca ahora a Rijkaard y Txiki.