Un ataque terrorista desata el miedo a que se dispare la violencia sectaria en L¨ªbano
Los atentados contra dos autobuses en una zona cristiana causan tres muertos y 20 heridos
Un doble atentado terrorista en una zona de mayor¨ªa cristiana 30 kil¨®metros al norte de Beirut provoc¨® ayer tres muertos y despert¨® los temores m¨¢s pesimistas ante los actos para conmemorar hoy el segundo aniversario del asesinato del ex primer ministro liban¨¦s Rafik Hariri. La explosi¨®n de dos autobuses ha tensado de nuevo la fr¨¢gil cuerda en las relaciones entre los partidarios del Gobierno prooccidental y la oposici¨®n, encabezada por el grupo chi¨ª proiran¨ª Hezbol¨¢, en un ambiente marcado por las acusaciones y amenazas, y ha aumentado el temor a que la violencia sectaria se desate.
La elecci¨®n del lugar del doble atentado es un mensaje directo. Los dos autobuses circulaban cerca de la aldea de Ain Alak, en la monta?osa zona de Bikfaya, habitada predominantemente por cristianos. Es conocida por ser el feudo de la dinast¨ªa Gemayel, destacada familia maronita que ha proporcionado al L¨ªbano dos presidentes y varios ministros. De hecho, el ¨²ltimo asesinato pol¨ªtico se produjo el 21 de noviembre con la muerte del ministro de Industria, Pierre Gemayel, conocido por su oposici¨®n a la influencia siria en el pa¨ªs de los cedros. Su padre, el ex presidente Amin Gemayel, fue contundente: "Hay una mano extranjera detr¨¢s de este atentado terrorista".
El ministro del Interior, Hassan al Saba, desminti¨® que se tratara de una acci¨®n suicida. Seg¨²n los servicios de seguridad libaneses, un artefacto explosivo hizo volar por los aires el primer autob¨²s. Apenas diez minutos despu¨¦s, cuando decenas de personas se acercaron al lugar del atentado, otra bomba estall¨® en el autob¨²s que ven¨ªa detr¨¢s. Los dos artefactos conten¨ªan tres kilogramos de explosivos cada uno.
El p¨¢nico y el elevado n¨²mero de heridos internados en dos hospitales crearon una confusi¨®n inicial que llev¨® a informar de la muerte de 12 personas. El recuento final se resume en tres muertos, dos libaneses y un egipcio, y 20 heridos. "Ven¨ªamos de Btehrine (localidad cristiana) cuando escuchamos una explosi¨®n enorme", relat¨® Brigitte Mur, una pasajera a¨²n conmocionada por el ataque.
El primer ministro, Fuad Siniora, afirm¨® que es "un intento m¨¢s de desestabilizar nuestro pa¨ªs", escenario de una lucha ideol¨®gica y pol¨ªtica adornada con bombas y asesinatos. El presidente de L¨ªbano, el prosirio Emile Lahud, tambi¨¦n conden¨® el ataque en Bikfaya, que calific¨® de "masacre" y "un intento de frustrar todos los esfuerzos internos, regionales e internacionales para conseguir la unidad nacional libanesa".
Hezbol¨¢, que sigue exigiendo la dimisi¨®n del Gobierno de Siniora, se sum¨® a las un¨¢nimes condenas. Un portavoz del movimiento chi¨ª, que dirige el jeque Hasan Nasral¨¢, declar¨®: "Todos los libaneses se sienten amenazados, y lo que ha sucedido es un crimen rastrero contra civiles". El diputado de Hezbol¨¢ Husein Hasan a?adi¨®: "Debemos unirnos para hacer fracasar a aquellos que siembran la muerte y la destrucci¨®n en momentos en que los libaneses, apoyados por pa¨ªses ¨¢rabes e isl¨¢micos, tratan de resolver sus divergencias".
La clase pol¨ªtica libanesa, dividida por todos los factores posibles (pol¨ªticos, sociales, ideol¨®gicos, religiosos, personales...), se uni¨® ayer en el uso de la palabra "complot". Cada facci¨®n, con un prop¨®sito diferente. Por un lado, el ministro del Interior, a trav¨¦s de la emisora Voz del L¨ªbano, lanz¨® una intrigante acusaci¨®n sin dar nombres: "Nuestro pa¨ªs se enfrenta a un gran complot". Por otro, Nabil Berri, el presidente del Parlamento y jefe del grupo chi¨ª prosirio Amal, dec¨ªa que "los libaneses se han de unir para hacer frente a los complots contra L¨ªbano".
El amenazado l¨ªder druso, Walid Yumblat, no dud¨® en poner nombres y apellidos al acusar a su ac¨¦rrimo enemigo, Siria, de ser el cerebro del atentado: "Ellos quieren aterrorizar a la gente que desea conmemorar el segundo aniversario de la muerte de Hariri".
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