Un joven queda en coma tras una pelea a la salida de una discoteca de Badalona
Un chico de 18 a?os, Francisco Javier B. G., permanece en estado de coma desde el domingo, tras una pelea a la salida de una discoteca de Badalona. El suceso ocurri¨® sobre las 4.30 horas a ra¨ªz de un enfrentamiento que un grupo de j¨®venes residentes en Cornell¨¤ -entre los que se encontraba Francisco Javier- tuvo con otros muchachos en el interior de la discoteca Dad¨¢, situada en el pol¨ªgono industrial de Can Rib¨®.
Los hechos son por ahora confusos y las versiones, contradictorias. De hecho, los Mossos han abierto una investigaci¨®n para saber qu¨¦ ocurri¨® realmente aquella madrugada. Seg¨²n Jordi Gonz¨¢lez, primo de la v¨ªctima, la disputa se origin¨® cuando uno de los chicos tir¨® un cubalibre al suelo. Los ¨¢nimos se encendieron y, seg¨²n los amigos de Francisco Javier, aparecieron varios responsables de seguridad de Dad¨¢, que les expulsaron de la sala para evitar que el conflicto fuera a mayores.
Los amigos del joven en coma insisten en que "uno de los seguratas" utiliz¨® un spray de defensa contra ellos. "Les rociaron con un gas inmovilizador y les dieron una paliza", explic¨® Gonz¨¢lez. Seg¨²n esta versi¨®n, algunos vigilantes de Dad¨¢ dieron una paliza a Francisco Javier en la calle. "Tiene el t¨ªmpano destrozado y una parte del cr¨¢neo hundida. Debieron haberle presionado contra el suelo o contra una pared", relat¨® su primo. Fuentes de la Polic¨ªa Local de Badalona apuntaron que Francisco Javier habr¨ªa recibido un golpe brutal en la cabeza, probablemente con una barra de hierro.
"Estaban muy alterados"
La versi¨®n de Miquel Fonoll¨¤, propietario de Dad¨¢, es distinta. Fonoll¨¤ admiti¨® que hubo un conato de reyerta en el interior del local y que, por ese motivo, decidieron expulsar a los j¨®venes. "Estaban muy alterados e iban bebidos. As¨ª que les dimos sus prendas del guardarropa y les dijimos que salieran. Pero ninguno de nuestros vigilantes de seguridad les puso la mano encima en ning¨²n momento".
Seg¨²n el empresario, tras la expulsi¨®n, los j¨®venes de Cornell¨¤ -"unos 14, entre chicos y chicas"- decidieron permanecer a las puertas de Dad¨¢, posiblemente para ajustar cuentas con aquellos a los que se hab¨ªan enfrentado. Cuando uno de ¨¦stos sali¨®, intentaron agredirle. "Les separamos, pero la cosa no dur¨® ni medio minuto y nadie peg¨® a nadie".
Los chicos permanecieron all¨ª, de modo que Fonoll¨¤ explic¨® la situaci¨®n a dos mossos de paisano que estaban en las inmediaciones. Despu¨¦s pas¨® una furgoneta de la Guardia Urbana y, al verla, los j¨®venes se retiraron unos metros m¨¢s abajo. A partir de ah¨ª, el propietario de la sala dice desconocer lo ocurrido. "Media hora despu¨¦s vi una ambulancia a 70 metros de la entrada de la discoteca".
Seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n, los mossos que llegaron al lugar s¨®lo pudieron ver a Francisco Javier "sangrando por la oreja". La ambulancia le traslad¨® al hospital de Can Ruti.
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