Las ra¨ªces coreanas de Nam June Paik
La referencia hist¨®rica de Corea en el arte contempor¨¢neo choca con el nombre de Nam June Paik (Se¨²l, 1932-Miami, 2006), considerado el padre del videoarte y una figura de la posmodernidad, por su tratamiento de las im¨¢genes y la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n. Su rastro no aparece en las nuevas generaciones que exponen en las 14 galer¨ªas del espacio dedicado a Corea como pa¨ªs invitado de Arco 2007. Hay que salir a la Gran V¨ªa para ver una antol¨®gica con 70 piezas y al Museo Nacional Reina Sof¨ªa para situar sus propuestas en la exposici¨®n Primera generaci¨®n. Arte e imagen en movimiento, 1963-1986, con ocho piezas, junto a otras obras de Bill Viola, Wolf Vostell y Antoni Muntadas.
La recreaci¨®n de figuras hist¨®ricas coreanas est¨¢ en el origen de las series de robots
El programa de Corea en Arco llega a la Fundaci¨®n Telef¨®nica (Gran V¨ªa, 28, www.telefonica.es/fundacion, hasta el 20 de mayo) para presentar la exposici¨®n Nam June Paik y Corea: de lo fant¨¢stico a lo hiperreal, con la colaboraci¨®n de Casa Asia y la Fundaci¨®n Cultural Gyeonggy. La comisaria, Kim Hong-hee, directora del Museo de Arte Moderno de Gyeonggy, que ayer particip¨® en el foro de expertos sobre Mapas asi¨¢ticos, dirigido por Menene Gras, directora de Cultura y Exposiciones de Casa Asia, declar¨® que quer¨ªa mostrar la complejidad de un artista de origen coreano que hab¨ªa desarrollado su trabajo en Europa y Estados Unidos desde que se exili¨® en 1950 por la guerra de Corea. "Es un artista poco conocido en su pa¨ªs natal, por lo que el p¨²blico tiende a mitificarlo, sobre todo a partir de su muerte, hace un a?o".
La dualidad del artista coreano-americano se extiende al t¨ªtulo de la exposici¨®n, las relaciones entre Nam June Paik y Corea como realidad e ilusi¨®n, verdad y artificio, orden y desorden, ausencia y retorno, lo que expertos internacionales dedicaron una jornada a investigar "la identidad local de un artista global". La cultura occidental y la tradici¨®n asi¨¢tica atraviesan las piezas de la exposici¨®n, donde hay homenajes a John Cage y Joseph Beuys junto al pensamiento zen, Buda y referencias a la tortuga (nombre que da a una pieza de 1993), el tigre, la luna, el conejo o el cham¨¢n.
La recreaci¨®n de figuras hist¨®ricas coreanas est¨¢ en el origen de las series de robots (hechos con radios y televisiones de ¨¦poca), como una parodia posmoderna (en uno de ellos identifica a Hip¨®crates con Buda), o las tumbas de la edad del bronce, que recuerda en Dolmen, de 1995. Las piezas m¨¢s espectaculares se sit¨²an en la entrada, con sus cl¨¢sicas composiciones de monitores (una de ellas tiene 108, como los tormentos de la humanidad) y canales de videoinstalaci¨®n, pero no se olvidan de sus v¨ªdeos cl¨¢sicos y documentales, su relaci¨®n con Fluxus, la nueva m¨²sica y Cage (a quien conoce en 1958 en la ciudad alemana de Darmstadt) y la exposici¨®n M¨²sica: televisi¨®n electr¨®nica, de 1963, en Wuppertal, que marca el nacimiento del videoarte.
Babelia
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