Detenidos cinco congresistas por sus lazos con paramilitares colombianos

La noche del jueves, mientras tomaba caf¨¦ en un centro comercial de Bogot¨¢, fue detenido ?lvaro Ara¨²jo, hermano de la canciller [ministra de Exteriores] Consuelo Ara¨²jo y l¨ªder del peque?o partido Alas Equipo Colombia. Es uno de los cinco congresistas arrestados ese d¨ªa por orden de la Corte Suprema de Justicia acusados de v¨ªnculos con los grupos paramilitares. Otro parlamentario buscado por la justicia huy¨® del pa¨ªs el 12 de enero por la frontera con Ecuador. Los seis son caciques electorales de la zona del Caribe y pertenecen a partidos de la coalici¨®n que respalda al presidente ?lvaro Uribe. Tres congresistas m¨¢s est¨¢n en una c¨¢rcel de la capital colombiana desde el pasado noviembre por las mismas causas.

El esc¨¢ndalo de la parapol¨ªtica, como se llama a este maridaje entre paramilitares y pol¨ªticos, empez¨® el a?o pasado. En la lista de implicados figuran tambi¨¦n ex gobernadores y ex funcionarios del primer periodo de Gobierno de Uribe, reelegido presidente en mayo del a?o pasado. La noticia, que ha generado titulares de cinco columnas en los peri¨®dicos colombianos -se considera uno de los m¨¢s grandes esc¨¢ndalos en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs-, provoc¨® el inevitable debate sobre la eventual dimisi¨®n de la canciller.

La ministra Consuelo Ara¨²jo, de 36 a?os, empez¨® a caminar en la cuerda floja desde que su hermano senador fue llamado a declarar en noviembre pasado. La canciller renunci¨®, pero sigui¨® en el ministerio tras el apoyo que le dio el presidente. "Me gusta que me midan por mis resultados", dijo en un debate a la oposici¨®n en el Congreso, a finales de 2006.

Y ¨¦se es el argumento que esgrimen los que la apoyan. "No se puede, por salvar apariencias, sacrificar a una compatriota que lo ha hecho bien", volvi¨® a repetir el presidente Uribe al renovarle su respaldo. La canciller, en un breve comunicado le¨ªdo ayer ante la prensa, volvi¨® a decir que se queda; s¨®lo reconoci¨® que [para ella] "es un momento dif¨ªcil".

?Le conviene al pa¨ªs que la ministra permanezca en su cargo, que sea la imagen de Colombia en el exterior? En varias encuestas el no es mayoritario; y es lo que piensan, incluso pol¨ªticos de la coalici¨®n de Gobierno y algunos funcionarios del palacio presidencial. La oposici¨®n ha sido clara: debe irse. "No hay alternativa; que d¨¦ un paso al lado por el bien de Colombia", dijo Juan Fernando Cristo, del Partido Liberal.Para muchos analistas, la m¨¢s perjudicada con esta decisi¨®n es la propia ministra Ara¨²jo. Su familia est¨¢ cercada hoy por las acusaciones: ?lvaro, el senador, aparece mencionado varias veces en los archivos del ordenador incautado al lugarteniente Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, -jefe paramilitar de gran relevancia en la costadel Caribe-. En esos archivos el senador ?lvaro figura como el candidato presidencial de los paras.

Existe adem¨¢s el testimonio de dos hermanos. V¨ªctor Ochoa, uno de ellos, asegura que fue secuestrado por los paramilitares para despejarle el camino electoral a Ara¨²jo. Cesar Hernando Molina Ara¨²jo, primo de la canciller, e hijastro del actual fiscal especializado en juzgar a los funcionarios, fue llamado el jueves a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia. Se investiga tambi¨¦n si particip¨® en los m¨²ltiples cr¨ªmenes de esta macabra organizaci¨®n paramilitar que, bajo el escudo de luchar contra la guerrilla, masacr¨® campesinos, se apoder¨® de sus tierras y se apoder¨® tambi¨¦n de dineros p¨²blicos en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.

El padre, investigado

Por si fuera poco, ayer la Corte tambi¨¦n pidi¨® a la Fiscal¨ªa que se investigue al padre de la ministra, Alvaro Ara¨²jo Noguera, ex senador, ex ministro de Agricultura, y ex gobernador de la provincia de C¨¦sar, por su presunta vinculaci¨®n con el secuestro de V¨ªctor Ochoa. Y la revista Cambio revel¨®, hace poco, que la justicia de Estados Unidos investiga a otro hermano, Sergio, por lavado de dinero.

Esta tormenta pol¨ªtica -aunque ellos mismos no lo acepten- golpea duramente a la coalici¨®n del Gobierno del presidente Uribe y a la credibilidad del Congreso. La situaci¨®n se enrarece a¨²n m¨¢s con las amenazas contra uno de los magistrados de la Corte Suprema. La misma noche en que se conocieron las ¨®rdenes de captura, el juez Yesid Ram¨ªrez recibi¨® una llamada en la que le informaron de que ya pagaron por su muerte.