"La gente est¨¢ m¨¢s sensibilizada"

La colisi¨®n entre el derecho al descanso y el ocio escribe cap¨ªtulos en todo el territorio valenciano. En la provincia de Alicante, el Tribunal Superior de Justicia dio la raz¨®n en 2005 a tres vecinas de Torrevieja que denunciaron al Ayuntamiento por permitir la actividad de un local nocturno sin insonorizaci¨®n adecuada. En Alicante, la apertura de la zona de ocio en el puerto desplaz¨® en parte la presi¨®n en el centro, donde el Ayuntamiento declar¨® en 2004 un ¨¢rea ac¨²sticamente saturada. En la conocida como La ruta de la madera, tambi¨¦n c¨¦ntrica, ha limitado la apertura de locales.

El a?o pasado 800 vecinos se quejaron en otro barrio por el excesivo ruido, seg¨²n los socialistas. Otro vecino, en la playa de San Juan, denunci¨® con 127 familias la proliferaci¨®n de negocios de ocio nocturno abiertos hasta altas horas de la madrugada. S¨®lo en la ciudad de Alicante, la Uni¨®n de Consumidores (UCE) recibi¨® 47 quejas y consultas en 2006. Crecen "porque la gente est¨¢ cada vez m¨¢s sensibilizada con sus derechos".

En Castell¨®n, la ordenanza que regula el ruido es de 1986, con lo que en el texto menciona, por ejemplo, que "los cantos y gritos de animales" deben estar "dentro de los l¨ªmites que exige la conviviencia ciudadana", al tiempo que ya contempla una excepcionalidad para las fiestas populares, con permiso de la alcald¨ªa. La capital de La Plana no se libra del problema del ruido. La zona que aglutina el mayor n¨²mero de quejas es la calle de Lagasca, para la que los vecinos exigen una ZAS. Esta solicitud ya fue presentada por los vecinos de la playa del Gurug¨², llena de chiringuitos que aumentan pese a las continuas denuncias y expedientes.

La constancia y paciencia de ocho a?os de un vecino contra los ruidos de un pub del centro concluy¨® en 2005 con una sentencia de condena al Ayuntamiento, obligado a cerrar el local contra el que no hab¨ªa actuado.