Vino, alcohol, menores

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, ha presentado un nuevo borrador al anteproyecto de la futura y pol¨¦mica ley antialcohol bastante menos riguroso que el anterior, que pr¨¢cticamente prohib¨ªa la publicidad de las bebidas alcoh¨®licas, incluido el vino, en los medios de comunicaci¨®n y extend¨ªa excesivamente la restricci¨®n de su venta. Tiene bastante m¨¢s cordura que el primero, pues centra toda la atenci¨®n reguladora en la prevenci¨®n del consumo en los menores y deja, l¨®gicamente, libertad a la poblaci¨®n adulta. Sin embargo, el sector vitivin¨ªcola sigue consider¨¢ndolo lesivo para sus intereses. La ministra tendr¨¢ que continuar limando alg¨²n otro punto conflictivo de la norma en aras de un deseable mayor consenso social, condici¨®n para el ¨¦xito de las medidas.

Insistir en la necesidad de diferenciar el vino de otras bebidas alcoh¨®licas de elevada graduaci¨®n parece a estas alturas un debate superfluo. Son reconocidas las cualidades del vino (lo que representa como cultura del deleite) y tambi¨¦n la pujanza de los caldos espa?oles en el mundo y su aportaci¨®n notable al desarrollo de nuestra econom¨ªa. Ser¨ªa por ello criticable una legislaci¨®n que no tuviera en cuenta los intereses de productores y bodegueros. ?Es ¨¦sa, acaso, la intenci¨®n de la ministra? Hay que creer que no. El borrador recoge un pre¨¢mbulo que ensalza precisamente las peculiaridades beneficiosas del vino frente a las bebidas alcoh¨®licas de mayor graduaci¨®n.

Lo que la futura ley pretende, y es digno de aplauso que lo pretenda, a trav¨¦s de la regulaci¨®n restrictiva de la publicidad y venta, es imponer la tolerancia cero en el consumo de bebidas alcoh¨®licas a ni?os y adolescentes. Y en ese sentido, el proyecto de Salgado incide en un problema real y acierta en el tratamiento al incidir en la prevenci¨®n del consumo de menores. Se puede hacer ret¨®rica censurando el car¨¢cter represivo que implica cualquier regulaci¨®n restrictiva en h¨¢bitos de consumo potencialmente peligrosos como es el del alcohol. Pero lo que la experiencia demuestra es que la formaci¨®n del car¨¢cter del ni?o y del adolescente requiere que existan l¨ªmites claramente marcados. Una publicidad que suprima esos l¨ªmites estimular¨¢ la irresponsabilidad y no el autocontrol.

En Espa?a, el consumo de bebidas alcoh¨®licas comienza a edades cada vez m¨¢s tempranas. Los menores se inician en el alcohol con el vino a trav¨¦s del calimocho o mezclas parecidas. M¨¢s del 60% de ni?os de 13 y 14 a?os bebe regularmente alcohol los fines de semana y m¨¢s de un 35% confiesa haberse emborrachado al menos una vez al mes, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad. Es ¨¦sa y no otra la realidad que hay que considerar a la hora de discutir una ley antialcohol.