Hollywood adora a Obama

Encantador. Que a un pol¨ªtico se le describa constantemente de esta manera obliga a situar sus aspiraciones presidenciales en una posici¨®n de salida sumamente favorable. Barack Obama, cuya sonrisa parece exenta de la falsedad que ese gesto facial tiene en los profesionales de la pol¨ªtica, se ha convertido en una estrella de Hollywood nada m¨¢s llegar a ese m¨ªtico lugar. "Es encantador", fue tambi¨¦n la expresi¨®n que us¨® la actriz Jennifer Aniston despu¨¦s de charlar un momento con ¨¦l. Y la misma sensaci¨®n parecen haber sentido George Clooney, Steven Spielberg, Eddie Murphy, Ben Stiller, Barbra Streisand, Jackson Browne o Morgan Freeman, convertidos en generosos contribuyentes a la campa?a de Obama en su primer acto de recaudaci¨®n de fondos en Beverly Hills.

"Encantador". Es la expresi¨®n que us¨® la actriz Jennifer Aniston tras charlar con ¨¦l

Hollywood ha sido terreno Clinton. Los republicanos siempre han tenido un d¨¦ficit de apoyos en una constelaci¨®n de actores inclinados tradicionalmente hacia el lado dem¨®crata. Bill Clinton era uno de ellos: una estrella m¨¢s que un pol¨ªtico, un actor m¨¢s que un presidente.

Obama ha entrado en el plat¨® de Hollywood como Norma Desmond en Sunset Boulevard cuando atraviesa la puerta de los estudios Paramount para decirle a Cecil B. DeMille que est¨¢ "lista para un primer plano". As¨ª est¨¢ Obama: preparado para ser protagonista y dispuesto a robar a los Clinton algunos de los cheques m¨¢s suculentos de la campa?a presidencial.

El candidato contaba para ello con tres de los anfitriones m¨¢s poderosos de la industria cinematogr¨¢fica, due?os de la productora DreamWorks y conocidos activistas: Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen. La fiesta que organizaron en el Beverly Hilton se parec¨ªa m¨¢s a la gala de los Oscar que a un acto de financiaci¨®n de campa?a, con una salvedad: el precio de la entrada era de 2.300 d¨®lares (1.750 euros), la m¨¢xima donaci¨®n particular permitida por las leyes federales. Entrada a entrada, Obama logr¨® una recaudaci¨®n asombrosa que super¨® los 1,3 millones de d¨®lares por media hora de estrechar manos y unos minutos de discurso.

?l y sus contrincantes conocen el poder de Hollywood y la influencia que una estrella puede tener en la mente de los votantes. Para muchos, Darfur s¨®lo ha existido cuando Clooney fue hasta all¨ª. "El poder conlleva responsabilidad. Sois los contadores de historias de nuestra era", dijo Obama a un p¨²blico entre el que estaba un asistente significativo: el productor del documental de Al Gore Una verdad inc¨®moda.

La noche del martes se cerr¨® con una cena en casa de Geffen a la que s¨®lo pod¨ªan acudir quienes hubieran logrado m¨¢s de 45.000 d¨®lares en donaciones para Obama. No conviene olvidar que ¨¦sta es, como dice el responsable de la Comisi¨®n Electoral Federal, Michael Toner, "la campa?a presidencial m¨¢s larga y m¨¢s cara en la historia de Estados Unidos. Vamos hacia unas elecciones de 1.000 millones de d¨®lares". Para ser competitivo, un candidato necesita 100 millones en la cuenta corriente. En California est¨¢ parte de ese dinero. Adem¨¢s, ese Estado va a tener ahora un gran peso en la campa?a al adelantar sus primarias al 5 de febrero.