Demasiados signos externos
La convulsa Barcelona de entre los siglos XIX y XX es reconstruida por Llu?sa Forrellad a trav¨¦s de la transformaci¨®n sentimental y social que vive su protagonista en la nueva ciudad.
FUEGO LATENTE
Llu?sa Forrellad
Traducci¨®n de Mar¨ªa ?ngeles Cabr¨¦ Castells
Espasa Calpe. Madrid, 2006
556 p¨¢ginas. 22,90 euros
Cuenta Pol Caselles, el protagonista de Fuego latente, que cuando ¨¦l naci¨®, muri¨® su madre. A?ade sobre esa significada fecha que ese d¨ªa Don Alfonso desembarc¨® en Barcelona y hubo Restauraci¨®n Borb¨®nica. Y esa relaci¨®n que el protagonista narrador establece entre lo personal y lo hist¨®rico determina, desde el primer momento, el camino y la intenci¨®n de la novela, pues Llu?sa Forrellad (Sabadell, 1927) se ocupa del destino de su personaje haci¨¦ndolo crecer y progresar, pero no olvida la transformaci¨®n pol¨ªtica y social de la ¨¦poca. Y es en esa presentaci¨®n del escenario y su protagonista, que la autora advierte a quien lee de la ambici¨®n que contiene el texto. As¨ª pues, desde el 9 de enero de 1875 hasta el 15 de agosto de 1909 hay amores y revueltas callejeras, celos y bombas anarquistas, traj¨ªn de criados y huelgas generales, venganzas personales y semanas tr¨¢gicas. El destino de ficci¨®n de Caselles siempre ligado a los acontecimientos de un tiempo apasionante.
As¨ª lo ha querido Llu?sa Fo
rrellad, una escritora que ha guardado silencio literario, pues nada se supo de ella desde que en 1953 obtuvo el Premio Nadal con Siempre en capilla. Los escasos apuntes biogr¨¢ficos sobre la autora dicen que trabaj¨® en el teatro con su hermana gemela y que para el teatro escribi¨® dos piezas. Que se alej¨® de los focos al recibir el premio y que ha continuado escribiendo aunque Fuego latente es la primera novela que expone al p¨²blico.
En Fuego latente, Forrellad nos ofrece la historia de Caselles, hu¨¦rfano de madre, hijo de padre desconocido, nieto de abuelos desaparecidos y "ni?o de todos". En la primera parte de la novela el ascenso social del protagonista se construir¨¢ sobre los pelda?os de un jerarquizado universo de sirvientes. Es la parte m¨¢s lograda por el marcado car¨¢cter de algunos de los personajes, con un informe ¨¢gil sobre ese mundo a?ejo del servicio. En la segunda, Pol Caselles, ahora Pol Massats, ser¨¢ propietario de tierras, asiduo de caf¨¦s y teatros de la Barcelona burguesa y amigo de industriales y terratenientes.
Llu?sa Forrellad ha hecho un gran esfuerzo mirando hacia atr¨¢s y ofreciendo esta extensa novela. Sin embargo, ¨¦ste es un texto m¨¢s de signos externos, como si los personajes estuvieran concebidos no tanto para ir creciendo al mostrar sus percances ¨ªntimos sino para relatar la Historia que acontece. Y aunque quien lee se acomoda ante la lectura y ¨¦sta le resulta curiosa y en muchas ocasiones amena, la ingenuidad y el lenguaje un tanto afectado ahoga la tensi¨®n para que la historia prenda. S¨ª, en Fuego latente hay esfuerzo y ambici¨®n y el escenario es apasionante pero quien esto lee espera una manera m¨¢s insumisa de contar, pues estamos hablando de pasi¨®n, celos, venganza, revueltas y lucha de clases. Estamos hablando de la transformaci¨®n de una sociedad y de un modo de vida que alcanza a los rituales m¨¢s cotidianos.
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