Gases irritantes
La ¨²ltima fotograf¨ªa del buque holand¨¦s emanando una nube blanca de gases a corta distancia de la costa ha de producir una impresi¨®n de inquietud entre los vecinos y en la opini¨®n p¨²blica, a¨²n muy sensibilizada desde el accidente del Prestige. La costa lucense ha visto, sin embargo, cosas peores y m¨¢s amenazantes en el pasado (recordando el Cason) y las ver¨¢ en el futuro por raz¨®n del alto tr¨¢fico mar¨ªtimo en la zona.
Esta vez, el accidente del Ostedijk no reviste peligro ni para la vida humana ni para el medio ambiente. Lo ¨²nico que peligra es su cargamento de fertilizantes, que se encuentra en descomposici¨®n por calentamiento elevado. El buque ha sido llevado a fondeo, con acierto, en un lugar de abrigo, con el fin de all¨ª aplicar la soluci¨®n t¨¦cnica correspondiente al buque y su cargamento.
No existiendo riesgo ecol¨®gico, el asunto se sit¨²a en el plazo de una ayuda o asistencia al buque para conseguir el enfriado del cargamento y permitir que prosiga su viaje al puerto de destino. Ser¨ªa apresurado apuntar la existencia de un peligro serio para el buque mismo, por lo que en todo caso las tareas actuales s¨®lo habr¨ªan de ser configuradas como medidas de salvamento de la carga, concepto ¨¦ste que est¨¢ comprendido dentro de la p¨®liza de seguro de mercanc¨ªas y sin producirse la llamada aver¨ªa gruesa por no operar un peligro com¨²n para buque y cargamento. La soluci¨®n t¨¦cnica implica el empleo de agentes expertos y de remolcadores, por lo que el armador tendr¨¢ disponibilidad de un plan de actuaci¨®n operativo en plazo breve y no ser¨ªa necesaria la intervenci¨®n directa de la Administraci¨®n mar¨ªtima espa?ola, ya que el fondeo no reclama actuaci¨®n de emergencia alguna.
Como no hay peligro de hundimiento del buque en zona del mar territorial espa?ol, la autoridad mar¨ªtima podr¨¢ tomar medidas con el fin de salvaguardar la seguridad de la navegaci¨®n y de prevenir la contaminaci¨®n del medio marino, conforme a la legislaci¨®n vigente; no obstante, el fondeo del buque bajo control y observaci¨®n es medida ya suficiente que, en el caso presente, impide seguir adelante en la previsi¨®n normativa y deber¨¢ dejar paso libre a la actuaci¨®n de los intereses privados.
El s¨ªndrome Prestige ha agitado de nuevo las conciencias de los pol¨ªticos y los o¨ªdos del p¨²blico. Valga, pues, la oportunidad de estos gases irritantes para recordar la conveniencia de la adopci¨®n espa?ola del Convenio Internacional sobre Responsabilidad Civil derivada del Transporte de Sustancias Nocivas y Peligrosas, de Londres 1996, que ante una contaminaci¨®n de productos qu¨ªmicos perniciosos, m¨¢s de seis mil, proteger¨ªa a los intereses espa?oles afectados. Y los buques gaseros y quimiqueros peligrosos transitan cerca de la costa gallega todos los d¨ªas del a?o.
Jos¨¦ M. Alc¨¢ntara es abogado maritimista.
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