La resurrecci¨®n de Al Qaeda
Todas las suposiciones displicentes que se hicieron sobre Al Qaeda antes del 11-S eran err¨®neas, al igual que casi todas las que se hacen hoy d¨ªa sobre dicha organizaci¨®n terrorista, puesto que sigue constituyendo la amenaza m¨¢s peligrosa contra la seguridad internacional, tanto para el mundo occidental como para el isl¨¢mico. Algunas lumbreras querr¨ªan hacernos creer que Al Qaeda se ha convertido en una organizaci¨®n blanda a causa de la persecuci¨®n sin tregua a la que la somete el espionaje occidental. Sin embargo, Osama Bin Laden no est¨¢ bajo tierra, ni ha perdido contacto con su organizaci¨®n.
Al Qaeda no se ha echado a dormir, ni se ha transformado en una agrupaci¨®n sensiblera que compita con YouTube para conseguir m¨¢s visitas en sus p¨¢ginas web. Tampoco se ha metamorfoseado en una especie de organizaci¨®n ideol¨®gica o inspiradora que se limite a animar a grupos copiones de j¨®venes musulmanes para que emulen sus grandes ¨¦xitos. En 2004, Al Qaeda se adjudic¨® el falso m¨¦rito de derrocar al Gobierno espa?ol, y ahora se est¨¢ adjudicando el de obligar a dimitir al primer ministro italiano, Romano Prodi.
Los talibanes est¨¢n reconquistando en Afganist¨¢n el territorio perdido
Pakist¨¢n se ha convertido en un Estado m¨¢s blando desde el 11-S. El Gobierno se enfrenta a los militantes y la vez se acuesta con ellos
Las c¨¦lulas de la organizaci¨®n terrorista que se cultivan con m¨¢s cuidado son las que est¨¢n situadas en los pa¨ªses de Europa
El a?o pasado, el n¨²mero dos de la organizaci¨®n, el m¨¦dico egipcio Ayman al Zawahiri, emiti¨® 15 discursos importantes en cinta de audio o de v¨ªdeo, probablemente m¨¢s que el presidente de EE UU, George W. Bush. Zawahiri ha tratado con todo detalle c¨®mo deber¨ªa prepararse Al Qaeda para el Irak posterior a la ocupaci¨®n estadounidense, c¨®mo se debe luchar en la guerra de Somalia y c¨®mo preparar nuevos atentados en Europa. Esto no es propio de alguien que ha perdido contacto con su base, sino de un hombre que sopesa sus palabras cuidadosamente, como un general que apresta a sus tropas para la batalla.
En 2007, Al Qaeda seguir¨¢ ampliando sus objetivos b¨¢sicos de derrotar a Occidente, provocar el cambio de r¨¦gimen en el mundo musulm¨¢n y extender sus ej¨¦rcitos y seguidores a m¨¢s pa¨ªses en todo el mundo para acelerar el advenimiento de su sue?o de un califato mundial gobernado por Al Qaeda.
Antes del 11-S, Al Qaeda s¨®lo estaba presente en Afganist¨¢n y Pakist¨¢n. Hoy se ha convertido una vez m¨¢s en una amenaza para estos dos pa¨ªses, y adem¨¢s tiene una poderosa presencia en Irak, Somalia, Arabia Saud¨ª, Argelia y Sud¨¢n, por no hablar de sus bases permanentes en el continente europeo.
Su principal cometido, al igual que antes del 11-S, es adiestrar, organizar y motivar a ej¨¦rcitos de terroristas y combatientes para conquistar territorios y mantenerlos bajo control. En Irak empez¨® de cero tras la invasi¨®n estadounidense de 2003, y ahora es capaz de atraer a voluntarios de todo el mundo para convertirlos en terroristas suicidas. Irak se ha transformado en campo de entrenamiento y en cartel de reclutamiento.
O fij¨¦monos en Afganist¨¢n, donde los talibanes y Al Qaeda, que eran los amos del pa¨ªs antes del 11-S, fueron derrotados sumariamente y huyeron en tropel a Pakist¨¢n. Ahora los talibanes han vuelto y son capaces de movilizar a 8.000 soldados en el campo de batalla, como hicieron el verano pasado. Los servicios de inteligencia estadounidenses y brit¨¢nicos calculan que hay menos de 100 militantes de Al Qaeda ¨¢rabes y de l¨ªnea dura en la regi¨®n de Pakist¨¢n y Afganist¨¢n, que han ayudado a los talibanes a renovarse.
Entre estos ¨¢rabes hay hombres de finanzas, recaudadores de fondos y traficantes que pueden conseguir el mejor precio en Dubai o Teher¨¢n para la hero¨ªna que producen los talibanes. Pero tambi¨¦n hay entrenadores, expertos en explosivos, o genios de la tecnolog¨ªa que ense?an el ¨²ltimo grito en comunicaciones indetectables y producen DVD de promoci¨®n de tecnolog¨ªa puntera que se fabrican a millones y que se distribuyen de manera casi gratuita.
Este pu?ado de ¨¢rabes ha reconstruido una red global en los territorios fronterizos de Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, capaz de atraer y adiestrar a musulmanes de origen brit¨¢nico o franc¨¦s, o de enviar a aprendices talibanes a entrenar en los campos de batalla iraqu¨ªes. Estos ¨¢rabes funcionan como un equipo estrat¨¦gico organizado, pero son autosuficientes, tienen iniciativa como para desarrollar sus propias t¨¢cticas y cada uno de ellos est¨¢ capacitado para actuar por su cuenta.
Los talibanes est¨¢n reconquistando el territorio perdido, lo cual desconcierta a los Gobiernos de la OTAN y a EE UU, mientras que las provincias fronterizas de Pakist¨¢n se han convertido en centros log¨ªsticos y de entrenamiento importantes para Al Qaeda. Hace tiempo que el presidente del pa¨ªs, Pervez Musharraf, renunci¨® a perseguir a Bin Laden, y sus servicios de espionaje permiten que los talibanes re¨²nan dinero, armas y reclutas. Pakist¨¢n se ha convertido en central del terrorismo. Los zares del espionaje de EE UU y del Reino Unido sol¨ªan decir que Bin Laden y Zawahiri viven a lo largo "de la frontera afgano-paquistan¨ª", y ahora s¨®lo se?alan a Pakist¨¢n. Tanto los atentados perpetrados por terroristas suicidas brit¨¢nicos en el metro de Londres en 2005 como la conspiraci¨®n del avi¨®n de Heathrow el a?o pasado tuvieron su origen en Pakist¨¢n. El director del MI5, el general Eliza Manningam-Buller, afirma que de los 1.600 militantes y 200 redes que est¨¢ vigilando, un n¨²mero "considerable" tiene conexiones con dicho pa¨ªs.
Pakist¨¢n se ha convertido en un Estado m¨¢s blando desde el 11-S. El Gobierno militar no ha dado pasos decididos para implantar una democracia aut¨¦ntica, ni tampoco ha actuado como un r¨¦gimen militar duro. Se enfrenta a los militantes y a la vez se acuesta con ellos. Y el peligro de que Estados africanos fracasados como Somalia y Sud¨¢n caigan tambi¨¦n en manos de los grupos locales de Al Qaeda no deja de crecer.
No obstante, las c¨¦lulas de Al Qaeda que se cultivan con m¨¢s cuidado son las que est¨¢n en Europa. El grupo terrorista, curtido en la utilizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, sabe que una explosi¨®n en Madrid equivale a 10 en Riad o Nueva Delhi. Su objetivo son los j¨®venes musulmanes enajenados, que son la consecuencia de tres d¨¦cadas de pol¨ªtica de integraci¨®n fallida de los Gobiernos europeos.
Sin embargo, si hay que se?alar a un solo individuo como responsable de la expansi¨®n continua de Al Qaeda, ¨¦se es el presidente Bush. El fracaso de la pol¨ªtica estadounidense en Oriente Pr¨®ximo y Afganist¨¢n, la incapacidad de reconstruir un pa¨ªs despu¨¦s de invadirlo, el apoyo a las acciones de Israel en L¨ªbano y la creaci¨®n de una situaci¨®n de guerra civil en los territorios palestinos han engendrado una ira sin precedentes en el mundo isl¨¢mico.
En 2001 no hab¨ªa choque de civilizaciones entre el islam y Occidente, sino una panda de terroristas locos que perpetraron un atentado espectacular en territorio estadounidense. Hoy d¨ªa, cada vez est¨¢ m¨¢s cerca el peligro de una guerra de civilizaciones tanto dentro del mundo isl¨¢mico, entre sun¨ªes y chi¨ªes y entre extremistas y moderados, como entre Occidente y los pa¨ªses del islam.
Ahmed Rashid es periodista paquistan¨ª y autor del libro Los taliban
Traducci¨®n de News Clips.
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