Absueltos

Volvi¨® Eto'o, se activ¨® Ronaldinho y la grada del Camp Nou pas¨® p¨¢gina a los ¨²ltimos deslices de sus dos grandes estrellas. Nadie se acord¨® del ¨¢cido y desestabilizador discurso del africano tras negarse a jugar contra el Racing. Ni de la cintura oval de Ronaldinho y su empe?o en camuflarse en el gimnasio y no en los campos de entrenamiento, a la vista de la clientela. Con ellos al frente el Bar?a se divirti¨® ante el Athletic y la hinchada, tan angustiada cuando el equipo viaja, lo celebr¨® en el cuarto de estar. Hasta Ronaldinho se lo tom¨® a guasa. Al final del partido se retir¨® la camiseta y, con una p¨ªcara sonrisa, mostr¨® al universo su discutido flotador.

El Bar?a tuvo otros motivos para sonre¨ªr. Sus perseguidores se frenaron. El Sevilla ha perdido dinamita fuera de su campo y con fogueo no pas¨® del empate en Getafe (0-0). Peor le fue al Valencia, que no aprovech¨® el primer gol de Joaqu¨ªn en el campeonato, se dej¨® llevar y el colista, el N¨¤stic, le birl¨® dos puntos en el ¨²ltimo suspiro. Tampoco se aplic¨® el Madrid, sin duda, al que s¨®lo alguna extra?a conjunci¨®n santoral le permiti¨® abandonar el Calder¨®n con un empate. M¨¦ritos no hizo, pero una maldici¨®n arbitral y Casillas descontaron puntos al mejor Atl¨¦tico.

Capello, cada vez m¨¢s cicuta, apel¨® de nuevo a su particular cuento de hadas. Lo mismo que neg¨® el evidente descaro de Emerson cuando ¨¦ste se hizo el lonchas ante el Bayern, tras el derby se expres¨® como si hubiera cenado con Peter Pan: "Hemos tenido m¨¢s ocasiones". No obstante, Capello tiene motivos para dar vuelo a su imaginaci¨®n. El equipo lleva tiempo descarrilado y s¨®lo encuentra motivos para brindar cuando su t¨¦cnico rectifica. En San Sebasti¨¢n se le apareci¨® Beckham y en el Manzanares, Cassano e Higua¨ªn, que tambi¨¦n han tenido su condena. La cr¨®nica de sus contradicciones comenz¨® con Helguera, junto a Casillas el mejor frente a los rojiblancos. De haber rectificado a tiempo con Ronaldo, es probable que el resultado a¨²n hubiera sido mejor que en el resto de los casos mencionados. Lo peor de Capello es cuando se muestra firme en las dos convicciones futbol¨ªsticas que le quedan en el Madrid: Emerson y Cannavaro, las grandes decepciones del curso madridista.