Una deuda con la historia y la vida
Andaluc¨ªa distingue a una exiliada que cuid¨® a 300 mujeres y ni?os
Mar¨ªa Garc¨ªa Torrecillas (Alb¨¢nchez, Almer¨ªa, 1916) ha vuelto por tercera vez a Espa?a. Tras la Guerra Civil, tuvo que exiliarse en Francia, donde aliment¨® y cuid¨® a m¨¢s de 300 mujeres y ni?os espa?oles, jud¨ªos y polacos en la Maternidad de Elne, una casa de acogida auspiciada por una asociaci¨®n suiza de ayuda a los ni?os v¨ªctimas de la guerra espa?ola y para asistir a las mujeres refugiadas embarazadas. La Junta de Andaluc¨ªa distingue ma?ana, d¨ªa de la regi¨®n, la vida de entrega de esta almeriense.
Mar¨ªa Garc¨ªa recuerda las penurias de las mujeres que se refugiaron en Francia tras la Guerra Civil
Mar¨ªa se vio inmersa en el ¨¦xodo masivo de casi medio mill¨®n de personas tras la ca¨ªda de Barcelona, a donde emigr¨® junto con su hermana cuando ten¨ªa 20 a?os. Cruz¨® la frontera caminando hacia los campos de refugiados de las playas de Argelers, donde, a falta de otros medios, las mujeres eran transportadas a los establos situados cerca de la estaci¨®n de Perpi?¨¢n, donde par¨ªan entre la paja. Cuando regresaban a los barracones, tapaban a sus hijos con la arena para que no muriesen de fr¨ªo. "All¨ª todas las mujeres nos d¨¢bamos ¨¢nimos. Cuando ve¨ªamos alguna con tristeza dec¨ªamos: '?No, por qu¨¦! Tenemos que volver a Espa?a y tenemos que seguir luchando. Aqu¨ª no cae nadie'. Cuando peor amanec¨ªa m¨¢s ¨¢nimos nos d¨¢bamos", recuerda.
En 1940, junto a su compa?ero Te¨®filo S¨¢ez, fue enviada a los barracones habilitados para matrimonios en el campo de Saint Cebri¨¢ de Rossell¨®. Pas¨® a la maternidad de Elne, en el sur de Francia, con siete meses de embarazo y 45 kilos de peso.
Las mujeres en su estado eran desplazadas a este albergue cuatro semanas antes del parto y volv¨ªan a los campos un mes despu¨¦s del parto. "Una de mis mayores angustias era que me devolvieran al campo una vez que diera a luz a mi hijo Felipe", afirma. Para evitarlo, Mar¨ªa Garc¨ªa se hizo imprescindible en la casa de acogida. "Me puse a trabajar con todo mi ser. Tuve la suerte de que me propusieran quedarme. Yo no sab¨ªa nada de enfermer¨ªa, lo aprend¨ª all¨ª", relata.
La colaboraci¨®n incondicional que Mar¨ªa prest¨® en esta instituci¨®n en las semanas anteriores y posteriores al parto, su disponibilidad y facilidad de aprendizaje facilitaron su permanencia en el centro.
Trabaj¨® en la maternidad a la vez que recib¨ªa lecciones de enfermera puericultora, explica la historiadora y profesora de la Universidad de Almer¨ªa Carmen Gonz¨¢lez Canalejo. La profesora, del grupo de investigaci¨®n Surcl¨ªo de la UAL, quiso recuperar la figura de Mar¨ªa como emblema del exilio y de la solidaridad internacional y es, en parte, responsable del homenaje que ahora se le brinda.
Andaluc¨ªa se rinde a su humanidad como paradigma de las mujeres andaluzas en el exilio republicano con la Medalla de Oro, que le ser¨¢ impuesta ma?ana en Sevilla.
La Maternidad de Elne ofreci¨® sus servicios entre 1939 y 1944, hasta que fue clausurada por los alemanes. Mar¨ªa se vio obligada a exiliarse a M¨¦xico junto a su beb¨¦ de dos a?os y medio cuando las visitas de los nazis se hicieron cada vez m¨¢s frecuentes. En M¨¦xico ha vivido la mayor parte de su vida, que ha querido relatar en la autobiograf¨ªa Mi exilio, que ella misma ha editado y en la que narra las etapas que vivi¨® en Espa?a, Francia y M¨¦xico. En su tercera visita a Espa?a, su pueblo natal, Alb¨¢nchez, no ha querido estar al margen del homenaje a quien trabaj¨® sin fatiga en la promoci¨®n de la vida y su Ayuntamiento la ha nombrado Hija Predilecta.
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