M¨¦xico derriba un feudo del crimen
Demolidas 144 casas en una operaci¨®n antidroga en el barrio m¨¢s peligroso de la capital
"Han tocado el timbre de la muerte", "la guerra ha comenzado", proclama amenazante un videoclip que circula estos d¨ªas en el barrio de Tepito, en la Ciudad de M¨¦xico. Otro de los temas raperos reunidos en el DVD llama a "acabar con el Gobierno", habla de resistencia y anuncia que "la guerrilla ya est¨¢ armada". El disco forma parte de la protesta contra el reciente decreto del Gobierno del Distrito Federal de expropiar y demoler las 144 viviendas del inmueble conocido como El 40, en Tepito, centro de la venta ambulante y s¨ªmbolo de la delincuencia y la mala vida, no s¨®lo de la capital mexicana, sino de todo el pa¨ªs.
Los ¨²ltimos vestigios del mayor centro de distribuci¨®n de droga de la ciudad, seg¨²n las autoridades, desaparecen estos d¨ªas ante el avance de las excavadoras, y ser¨¢n reemplazados por un centro comunitario. En una acci¨®n sin precedentes, operarios del Gobierno del DF custodiados por un numeroso contingente policial iniciaron el viernes pasado la demolici¨®n de las casas.
"?ste es un primer paso, vendr¨¢n otros", asegura el secretario de Seguridad P¨²blica
La polic¨ªa cree que en las casas se guardaban art¨ªculos robados o pirateados y drogas
Un recorrido por El 40 permite comprobar que los inmuebles en fase de destrucci¨®n ten¨ªan m¨¢s de refugio de delincuentes que de morada de ciudadanos honorables. La Fiscal¨ªa ha revelado que hay m¨¢s de 20 ¨®rdenes de captura contra personas que viv¨ªan en las casas desalojadas y que est¨¢n acusadas de robo, homicidio y lesiones.
El predio, construido despu¨¦s del terremoto de 1985, se hab¨ªa mantenido como centro de bodegas de comerciantes ambulantes y laboratorios clandestinos de pirater¨ªa y drogas. "?ste es un primer paso, vendr¨¢n otros. Habr¨¢ m¨¢s acciones en el barrio de Tepito y en otros puntos de la ciudad. Expropiaremos los inmuebles que afecten a la estructura de distribuci¨®n de droga o de cuestiones que tienen que ver con el crimen, como lavado de dinero, casas utilizadas para secuestros, talleres para el desmantelamiento de veh¨ªculos robados". El secretario (ministro) de Seguridad P¨²blica del Distrito Federal, Joel Ortega, comenta en una entrevista que el operativo ha tocado la columna vertebral del crimen en la ciudad, en un inmueble donde se comercializaba diariamente m¨¢s de media tonelada de marihuana y entre siete y ocho kilos de coca¨ªna, que representa el 10% de toda la droga que se distribuye a escala minorista en la ciudad. La Polic¨ªa se incaut¨® en otra vecindad de Tepito de armas largas, miles de cartuchos y varios kilos de coca¨ªna y marihuana.
Todo comenz¨® el 14 de febrero pasado, cuando el Gobierno de la capital, que encabeza Marcelo Ebrard, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), de izquierda, dict¨® un decreto de expropiaci¨®n de una vecindad de Tepito de 5.600 metros cuadrados, a la que se accede por las calles Tenochtitl¨¢n, n¨²mero 40 (de ah¨ª El 40), y Jes¨²s Carranza, 33. Esta calle, dicen aqu¨ª, es la m¨¢s peligrosa del barrio y de toda la ciudad. El Gobierno de la capital contribuye de esta manera a los operativos que ha ordenado el presidente Felipe Calder¨®n contra los carteles de la droga en ocho Estados mexicanos, aunque de momento no hay acciones coordinadas con las fuerzas federales. La ¨²ltima de las 73 familias que viv¨ªan en El 40 abandon¨® el lugar la semana pasada.
"Es la primera vez que estamos golpeando la estructura financiera de la delincuencia organizada", asegura el m¨¢ximo responsable policial de la Ciudad de M¨¦xico. "Estamos presionando para que se promulgue una ley de extinci¨®n de dominio y de r¨¦gimen de propiedad para aquellos que se vinculen con este tipo de operaciones delictivas".
En un barrio donde predomina la marginalidad social y con miles de vendedores ambulantes de productos piratas, llaman la atenci¨®n las condiciones de las viviendas en fase de demolici¨®n. Puertas blindadas con numerosas cerraduras, dobles rejas, pasadizos ocultos, sensores de alarmas, cajas de seguridad camufladas, ba?os con jacuzzi... A juzgar por la fortificaci¨®n de las viviendas, los moradores desalojados viv¨ªan muy preocupados por la seguridad. Sorprendente en un predio al que, aparentemente, s¨®lo se pod¨ªa acceder por dos calles y bien protegido por vigilantes.
La polic¨ªa cree que muchas de estas casas eran almacenes de productos robados o pirateados, talleres para fabricar la mercanc¨ªa y, en algunos casos, laboratorios para procesar droga. Seg¨²n las autoridades, este centro coordinaba m¨¢s de 200 burreritos o vendedores de droga, menores de edad o cerca de los 18 a?os, que se mueven en moto para llevar la mercanc¨ªa.
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