Putin en M¨²nich
Del 9 al 11 de febrero se celebr¨® en el hotel Bayrischer Hof de M¨²nich la 43? Conferencia de Pol¨ªtica de Seguridad. Una vez al a?o, convocados por un grupo privado, aunque en buena parte financiado por la Rep¨²blica Federal de Alemania, reune a jefes de Estado y de Gobierno, ministros de defensa, expertos en seguridad y representantes de la industria armament¨ªstica para discutir temas relacionados con la seguridad internacional. Al ser privada la convocatoria, se habla sin las cautelas ni sutilezas diplom¨¢ticas propias de las conferencias intergubernamentales. Este a?o, la ponencia del presidente de la Federaci¨®n Rusa, Vlad¨ªmir Putin, ha acaparado toda la atenci¨®n. Conviene tambi¨¦n decir, aunque no siempre figure en la prensa, que como es de rigor se produjeron las manifestaciones de protesta de los movimientos pacifistas contra una Conferencia a la que acusan de reunir a las fuerzas belicistas m¨¢s obstinadas.
?Por qu¨¦ ha producido tama?o esc¨¢ndalo el discurso de Putin? No porque manifieste una sola opini¨®n que no est¨¦ ampliamente difundida, o con la que no podamos estar de acuerdo, al contrario, lo que llama poderosamente la atenci¨®n es que describa con claridad la situaci¨®n internacional, algo que no solemos encontrar en la boca del pol¨ªtico, y menos en la del que ocupa la m¨¢s alta magistratura del Estado. Cabe comprimir el discurso en los siguientes puntos.
Han fracasado los intentos de construir un mundo monopolar, en el que Estados Unidos se erige en el centro de poder. No s¨®lo eran irrealistas, es que contradicen la m¨¢s elemental noci¨®n de democracia en la que el poder lo detenta la mayor¨ªa, respetando las minor¨ªas. Un mundo democr¨¢tico es siempre pluralista, "los que se empe?an en ense?arnos democracia, no est¨¢n dispuestos a aprenderla".
La utilizaci¨®n de la fuerza para conseguir este mundo monopolar, dirigido por una ¨²nica superpotencia, ha provocado muchos m¨¢s conflictos b¨¦licos y costos en vidas humanas que el sistema bipolar anterior. Adem¨¢s, el que no se respete el derecho internacional, ha llevado a que los pa¨ªses que se sienten amenazados pretendan por todos los medios conseguir armas de destrucci¨®n masiva. La ¨²nica legitimidad para el uso de la fuerza la proporciona Naciones Unidas y no la OTAN ni la Uni¨®n Europea.
No se respetan los acuerdos firmados de desarme progresivo entre las dos grandes potencias at¨®micas, ni tampoco el tratado de no proliferaci¨®n, aumentando continuamente los pa¨ªses que poseen armamento nuclear.
Es imprescindible impedir a todo trance la militarizaci¨®n del espacio c¨®smico, prohibiendo el dep¨®sito de armas fuera del planeta. Rusia tampoco acepta que Estados Unidos establezca en Polonia y en la Rep¨²blica Checa un sistema de antim¨ªsiles, ya que la obligar¨ªa a iniciar de nuevo un proceso de rearme. No es convincente la explicaci¨®n de que va dirigido contra los pa¨ªses que indirectamente se mencionan como posibles riesgos, ya que no poseen misiles de largo alcance, ni los tendr¨¢n en el futuro previsible.
El comentario de Robert Gates, el nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos, ha sido "que basta con una guerra fr¨ªa", como si las denuncias muy oportunas de Putin fueran el inicio de un nuevo periodo de confrontaci¨®n. Es obvio que Rusia no quiere ni est¨¢ en condiciones de llevar adelante una pol¨ªtica de enfrentamiento. En Alemania, interesada en mantener un equilibrio entre Estados Unidos y Rusia, los comentarios se han dirigido, no a cuestionar las opiniones de Putin, sino a descifrar los motivos que en ellas subyacer¨ªan. Rusia tendr¨ªa mucho que tapar en la pol¨ªtica interior, por lo que trata de reforzar un nacionalismo que se ve fortalecido por la mejor coyuntura econ¨®mica que ha tra¨ªdo consigo los altos precios de los productos energ¨¦ticos.
Habr¨¢ que contar con Rusia como una potencia que no se deja absorber por la gran potencia con aspiraciones monopolares, como de hecho le ha ocurrido a la Uni¨®n Europea.
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