12 para visitarlo, 7 para vigilarlo
El etarra I?aki de Juana contin¨²a con su recuperaci¨®n en el hospital Donostia custodiado por agentes de la Ertzaintza
Han pasado ya m¨¢s de 48 horas desde que el preso etarra I?aki de Juana Chaos ingres¨® en el hospital Donostia y decidi¨®, casi al mismo tiempo, abandonar la huelga de hambre que hab¨ªa mantenido durante 115 d¨ªas. Es poco tiempo para que su aspecto f¨ªsico haya notado alguna mejor¨ªa. "Est¨¢ demacrado y mantiene la mirada fr¨ªa y el gesto serio en todo momento", asegura una persona que le ha visto de cerca.
"Tose a menudo; se levanta, anda un poco y se apoya en la pared para descansar". De Juana pas¨® ayer las horas m¨¢s tranquilas desde su llegada a San Sebasti¨¢n. Estuvo cinco horas en compa?¨ªa de su novia, Irati Aranzabal, que a las 15.30 se march¨® para acudir al acto que Batasuna celebr¨® en el Pabell¨®n Anaitasuna de Pamplona. El recluso tambi¨¦n recibi¨® la visita de su hermana, Altamira, enfermera y supervisora general del hospital, y del responsable de la editorial Txalaparta, con la que De Juana ha publicado tres libros.
Los m¨¦dicos han permitido que se alimente con una dieta blanda. La v¨ªspera le ofrecieron un caldo para abrir el apetito. Ayer desayun¨® un zumo. Habla mucho por el m¨®vil y est¨¢ al corriente de todas las noticias que hablan de ¨¦l.
El preso etarra est¨¢ custodiado por seis agentes de la polic¨ªa vasca, todos ellos vestidos de paisano, durante las 24 horas del d¨ªa. Dos le vigilan dentro de la habitaci¨®n, otros dos flanquean la puerta de la 417 y una pareja m¨¢s controla todos los movimientos que se producen en el pasillo. Algo m¨¢s alejado, un guarda jurado refuerza el dispositivo de seguridad. S¨®lo puede recibir la visita de dos personas al mismo tiempo, seg¨²n la orden que ha dado la Direcci¨®n de Instituciones Penitenciarias. Los polic¨ªas tienen una lista con los nombres de las 12 personas autorizadas para entrar a la habitaci¨®n.
En la cuarta planta del hospital donostiarra reina la tranquilidad. De Juana sigue con su recuperaci¨®n. No sabe cu¨¢ndo podr¨¢ irse a casa, donde continuar¨¢ en r¨¦gimen de prisi¨®n atenuada. Hasta ese d¨ªa, deber¨¢ quedar recluido entre las paredes de una habitaci¨®n que tiene dos camas individuales, un armario, una televisi¨®n y un ba?o completo.
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