Derechos de las prostitutas
El pasado 26 de febrero EL PA?S publicaba un editorial bajo el t¨ªtulo Prostituci¨®n sin ley a ra¨ªz de las "conclusiones" de la comisi¨®n Congreso-Senado acerca de la posible actuaci¨®n legislativa sobre lo que el editorial define como "una forma ancestral de explotaci¨®n de las mujeres".
Como ciudadana me indigna la manera en que se trata este tema, hablando de "la prostituci¨®n" como algo abstracto, lejano, ajeno. Se proponen diversas medidas desde sectores pol¨ªticos y algunos grupos feministas, que parecen considerarse las ¨²nicas voces feministas v¨¢lidas.
Pero las prostitutas de carne y hueso tienen mucho que decir y todos los dem¨¢s, mucho que escuchar. Su voz no es atendida por las abolicionistas y tampoco tiene fuerza para influir en diputados que parecen incapaces de contradecir las posturas de ¨¦stas, cuyas propuestas empeoran las condiciones de vida de las prostitutas y dificultan la detecci¨®n de los problemas reales de explotaci¨®n, metiendo a unas (las obligadas) y a otras (las que deciden libremente) en el mismo saco: la clandestinidad.
La ¨²nica ley ¨¦ticamente admisible en un pa¨ªs en el que el resto de trabajadoras/es tenemos nuestros derechos reconocidos, estar¨ªa dirigida al reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del sexo: su derecho a no admitir situaciones de explotaci¨®n sino a exigir condiciones razonables en las que ejercer su trabajo, su derecho a decidir seguir ejerciendo la prostituci¨®n o no, y las medidas y mecanismos necesarios para que ambas opciones, libremente decididas puedan llevarse a cabo. El derecho, al fin y al cabo, a dejar de ser ciudadanas de segunda. Y es que quiz¨¢s no es que "la sociedad espa?ola no ha madurado una respuesta" a este fen¨®meno sino los parlamentarios quienes no saben lidiar con un tema de esencial importancia tanto para este colectivo como para vivir una ciudadan¨ªa m¨¢s igualitaria y justa, dejando atr¨¢s moralismos y opiniones pseudo-intelectuales desligadas de la realidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.