Salvar el Constitucional

El argumento que se ha dado para prolongar por ley el mandato de la presidencia del Tribunal Constitucional hasta el relevo del tercio de magistrados que corresponda es hacer legal lo que ya es costumbre. Tiene sentido garantizar que los nuevos magistrados voten a quien debe presidirlos y no se encuentren ante hechos consumados. La actual presidenta, Mar¨ªa Emilia Casas, cuyo mandato finaliza en junio, ha negado que la medida le afecte, lo que salvar¨ªa de oportunismo a la enmienda presentada por IU-ICV a la reforma de la ley del Tribunal Constitucional que se tramita en el Congreso y que ha sido apoyada por los socialistas, entre otros grupos parlamentarios.

Que la enmienda afecte a la actual presidenta depender¨¢ de que la reforma se apruebe a tiempo. Algo bastante improbable. El Partido Popular, que no ha apoyado la enmienda, ya se ha adelantado a calificarla, por boca de Acebes, de "cacicada inaceptable", atribuy¨¦ndole el objetivo de blindar por ley la pr¨®rroga del mandato de Casas hasta enero de 2008, en que deber¨¢ procederse a la renovaci¨®n del tercio de magistrados correspondiente al Senado. En ese tiempo el Constitucional deber¨¢ resolver el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra el Estatuto catal¨¢n y otros sobre leyes muy importantes.

La iniciativa, a la que Casas ha calificado de "t¨¦cnicamente correcta y cargada de sentido institucional", se produce en un clima de desconfianza por el desequilibrio interno que ha producido en el Constitucional la recusaci¨®n del magistrado Pablo P¨¦rez Tremps. Esta recusaci¨®n, conseguida por el PP al segundo intento y tras el cambio de criterio insuficientemente explicado de tres magistrados, no s¨®lo ha causado malestar en el seno de la instituci¨®n. Tambi¨¦n ha proyectado sobre la mayor¨ªa de seis magistrados que la han avalado una actitud de recelo por parte de las instituciones y fuerzas pol¨ªticas que han sacado adelante el Estatuto catal¨¢n.

Casas no ve ning¨²n motivo para que sus colegas no respeten la costumbre de pr¨®rroga del mandato cuando le toque a ella cesar en la presidencia en junio. ?Ojal¨¢ sea as¨ª! Pues no hacerlo supondr¨ªa ahondar en la suspicacia provocada por la recusaci¨®n de P¨¦rez Tremps y aumentar el riesgo de divisi¨®n del Constitucional entre un bloque conservador, que no renuncia a reforzar su poder con el voto de calidad de una nueva presidencia, y otro progresista. Algo que debe evitarse a toda costa, pues significar¨ªa la muerte de un ¨®rgano institucional de car¨¢cter jurisdiccional, cuyas mayor¨ªas deben responder a estrictos criterios jur¨ªdicos y no ideol¨®gicos. De ah¨ª la absoluta exigencia de que los intereses partidarios no traspasen sus puertas.