80 ca?onazos para Gabo
Colombia festeja intensamente el cumplea?os de Garc¨ªa M¨¢rquez
La localidad colombiana de Aracataca, de 26.000 habitantes, despert¨® ayer con 80 ca?onazos a las cinco de la madrugada. Los vecinos recordaron as¨ª que en este pueblo, a la sombra de la monta?a m¨¢s grande del mundo a la orilla del mar (La Sierra Nevada de Santa Marta), un 6 de marzo hace 80 a?os, en una casa de paredes de madera y tejas de cinc, naci¨® el Nobel de Literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez.
El Gobierno de Uribe invertir¨¢ 400.000 euros en reconstruir la casa natal del escritor en Aracataca
Una papayera (banda de los pueblos de la costa caribe?a) recorri¨® luego la poblaci¨®n, para muchos Macondo en Cien a?os de soledad, la obra cumbre de este singular escritor, interpretando porro y fandango, ritmos tradicionales. Fue s¨®lo el comienzo de una cadena de celebraciones en que hubo misa, parada militar, la llegada de un tren pintado de mariposas amarillas, grupos musicales de todos los rincones de la costa, y gabolectura.
Unos 300 ni?os y j¨®venes se reunieron en la casa museo que lleva el nombre del escritor y en el patio, a la sombra de un hermoso y viejo pivijay -¨¢rbol com¨²n en esa regi¨®n-, concursaron respondiendo preguntas sobre la vida y obra del escritor nacido en su pueblo. Es un programa liderado desde hace un tiempo por la profesora Aura Ballesteros. Ella naci¨® en el interior del pa¨ªs, en la monta?a; cuando supo su nombramiento en un colegio de Aracataca, se encerr¨® toda una semana y devor¨® la obra de Garc¨ªa M¨¢rquez para poder transmitirla a sus alumnos.
Dos hermanas del escritor, Rita y Ayda, llegaron muy temprano a Aracataca acompa?adas de ocho familiares m¨¢s del Nobel; fueron los invitados especiales en esta celebraci¨®n que termin¨® en la tarde con un fandango, baile de pareja suelta, en el que se forman c¨ªrculos alrededor de los m¨²sicos. Encontraron un pueblo embellecido, de fachadas reci¨¦n pintadas; retocado y adornado con una imagen del escritor, el inmenso mural a la entrada del pueblo, en el que se lee una frase de Garc¨ªa M¨¢rquez: "Me siento latinoamericano de cualquier pa¨ªs, pero sin renunciar nunca a la nostalgia de mi tierra, Aracataca, a la cual regres¨¦ un d¨ªa y descubr¨ª que, entre la realidad y la nostalgia, estaba la materia prima de mi obra".
El regalo principal lo realiz¨® el Ministerio de Cultura. Ayer se anunci¨® que por fin ser¨¢ posible la reconstrucci¨®n de la casa, donde naci¨® y pas¨® sus primeros 10 a?os Garc¨ªa M¨¢rquez. Era la casa del abuelo materno, el coronel Nicol¨¢s M¨¢rquez, que lleg¨®, en 1910, como recaudador de impuestos a esta poblaci¨®n por entonces polvorienta y abandonada. Hoy, el comej¨¦n y las grietas amenazan con tumbar lo poco que queda de la casa original. Ser¨¢ una reconstrucci¨®n total en la que se invertir¨¢n un poco m¨¢s de 400.000 euros.
Pero no s¨®lo en este peque?o pueblo lleno de algarab¨ªa y de colores se celebr¨® esta fecha. Muchos gab¨®logos -conocedores de su vida y obra- dictaron conferencias en varias ciudades del pa¨ªs. El presidente ?lvaro Uribe envi¨® una carta para felicitarlo. Los grandes medios de comunicaci¨®n han dedicado en estos d¨ªas editoriales, portadas, separatas, minutos en los noticieros de radio y televisi¨®n para destacar la figura del autor de Cien a?os de soledad.
Precisamente, la segunda parte de sus memorias, seg¨²n coment¨® el escritor la pasada semana al periodista mexicano Jacob Zabludovsky, arranca con las dificultades que tuvo para poder pagar el env¨ªo del manuscrito de su obra cumbre a la editorial argentina que public¨® el libro en 1967. El autor remiti¨® s¨®lo la mitad del texto por no tener dinero suficiente, pero por un error mand¨® la segunda parte. Cuando le telefonearon los responsables de Editorial Sudamericana para solicitarle la primera parte, tuvo que empe?ar una licuadora y otros utensilios para sufragar los gastos de correo.
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