El Macba se abre a Pazos, un artista en la cuerda floja

"Hay algunos hits y muchas caras B". Carlos Pazos utiliz¨® ayer un s¨ªmil musical-rockero para definir No me digas nada, la retrospectiva -con t¨ªtulo de canci¨®n- que el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba) le dedica. Una exposici¨®n at¨ªpica, que ofrece una visi¨®n global de m¨¢s de treinta a?os de trayectoria de un artista "inc¨®modo, a menudo mal interpretado y objeto de lecturas estereotipadas; un artista al que se le otorga el Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas en 2004, pero que dif¨ªcilmente puede ser contemplado en las colecciones p¨²blicas del pa¨ªs", en palabras de Manuel Borja-Villel, comisario de la exposici¨®n y director del Macba. "Tengo una especie de torpeza innata, para estar siempre donde no toca, todo lo contrario, por ejemplo, de Barcel¨®, un artista que detesto", confiesa Pazos con la iron¨ªa que le caracteriza y que se refleja en obras dram¨¢ticas, ocultas detr¨¢s de una p¨¢tina de humor negro y atracci¨®n por lo abyecto. La muestra convierte las salas del Macba en un museo sentimental, un enorme cuarto de las maravillas, donde se mezclan po¨¦tica del absurdo, est¨¦tica kitsch, nuevo realismo y arte conceptual.

Coleccionista y acumulador compulsivo, Pazos, un artista, por su propia definici¨®n, "siempre en la cuerda floja", ha ido creando alrededor de su figura un conjunto de ecosistemas que se nutren de los objetos m¨¢s dispares, manipulados y reinterpretados hasta convertirlos en elementos de una narraci¨®n que, seg¨²n Borja-Villel, "se sit¨²a entre la est¨¦tica del silencio del ¨²ltimo Duchamp, la po¨¦tica del vac¨ªo de Warhol y la voluptuosidad de la acumulaci¨®n pura". La exhibici¨®n se presentar¨¢ en el Reina Sof¨ªa de Madrid del 21 de junio al 8 de octubre.