Osasuna se complica la vida

Un mal despeje y un bal¨®n muerto en el borde del ¨¢rea fueron la perdici¨®n de Osasuna. Tras un partido controlado, con ventaja desde los compases iniciales y una disposici¨®n y juego muy superior al del Rangers, el marcador se?al¨® un empate cuando todo parec¨ªa abocado para la victoria visitante. Un gol de Hemdani desbarat¨® el hilo de certidumbres respecto a la vuelta, que Osasuna afrontar¨¢ con ventaja, pero no tanta como merec¨ªa.

El Rangers desair¨® a su p¨²blico con una primera mitad ap¨¢tica y densa, sin esa garra y esa pesadez presionante que sustituye la escasa calidad de sus futbolistas, m¨¢s apropiados para el pelotazo que para la creaci¨®n. Osasuna aprovech¨® el regalo y enhebr¨® unos minutos iniciales muy bien plantado, con claridad en los pases y un magn¨ªfico Juanlu. Fue en una falta cuando el futbolista coloc¨® la pelota para que Ra¨²l Garc¨ªa peinase con suavidad y de espaldas, batiendo al veteran¨ªsimo Klos. El tanto pon¨ªa patente la superioridad osasunista pero trajo tedio y rest¨® fluidez al f¨²tbol de los de Ziganda. Nekounam se mostr¨® soberbio acompa?ado de Mu?oz, pero el bal¨®n cada vez estaba m¨¢s pegado a las botas de los escoceses, especialmente de Burke, el ¨²nico capaz de lanzar verticalmente a sus compa?eros, absolutamente est¨¢ticos.

El centro del campo de los brit¨¢nicos era un erial, un espacio vedado al f¨²tbol de los Sin embargo, la lenta cadencia fue enredando a Osasuna, que no consigui¨® aprovechar la banda de David L¨®pez ni la velocidad de Web¨®. Adem¨¢s, Juanlu, que hab¨ªa comenzado el¨¦ctrico, se perdi¨® al prescindir de atacar por la l¨ªnea de cal y echarse al centro. Pese a que el duelo hab¨ªa bajado de voltaje, los de Ziganda permanec¨ªan en un estado de superioridad latente.

El receso sirvi¨® para que el t¨¦cnico escoc¨¦s Walter Smith intentase tirar de Nacho Novo, un futbolista curtido en la Segunda Divisi¨®n B, para apoyar al desaparecido Boyd en el ataque. Ambos contendientes se empezaron a desperezar. Nekounam y Mu?oz, con disparos lejanos, volvieron a llevar el peligro en las incorporaciones desde el centro del campo. Despu¨¦s, un remate precipitado de Ra¨²l Garc¨ªa y un disparo peligros¨ªsimo de Mu?oz, que Klos par¨® con una gran estirada, parec¨ªan certificar el dominio de los rojillos.

Pero el Rangers que parec¨ªa muerto y distante sac¨® ese punto de rabia que define el af¨¢n ganador de estos conjuntos primarios pero irreductibles. Con todo ganado y el reloj como ¨²nico rival, un fallo provoc¨® el cataclismo que empuja al Rangers a luchar en Pamplona por la clasificaci¨®n cuando el conjunto escoc¨¦s estaba ya casi condenado.